Cuento: Juicio de poder
Enviado por maria antonia ortiz • 8 de Diciembre de 2015 • Trabajo • 1.691 Palabras (7 Páginas) • 110 Visitas
CUENTO: Juicio de poder
-Señor juez. Yo soy inocente de todo lo que usted me está acusando! No he hecho nada- dije con desesperación
- Las pruebas que tenemos son suficientes señor Montgomery, usted es culpable! Y queda sentenciado a cárcel perpetua por la muerte y el abuso de Carolina Smith. Caso cerrado.- fueron las últimas palabras del juez.
Era 20 de agosto de 1995, yo acostumbraba a ir los fines de semana a un riachuelo muy cerca de mi casa y ahí solía pescar y pasar toda la tarde llena de tranquilidad. Felices, tranquilos, solos, justos, recuerdo todos esos momentos que pasaba junto a ese pequeño riachuelo. No había tenido éxito en el amor, todas las mujeres que pasaban por mi vida eran solo pasajeras y ninguna se quería quedar por toda su vida a mi lado. Estaba joven, de tan solo 25 años. Sabía que la mujer correcta tarde o temprano iba a llegar para pasar toda su vida junto a mi e íbamos a ser muy felices, yo la iba a hacer feliz. Ese día tenía algo de diferente, las flores estaban más coloridas que nunca, el sol brillaba más, las nubes formaban todo tipo de figuras, los pájaros cantaban formando una linda y dulce melodía. Fui al riachuelo a pescar pero de pronto encontré a una triste y solitaria niña llorando en una piedra, una niña de quince años, era hermosa, rubia, ojos azules, delgada, pelo lacio, era perfecta… Nunca pensé que desde ese momento la niña me fuera a causar tantos problemas. Fui un idiota y decidí acercarme a preguntarle si le podía ayudar en algo.
-Hola- dijo ella con los ojos soltando un mar de lágrimas.
-Hola muchacha, ¿La puedo ayudar en algo? Por favor no llore- le dije.
-No. Muchas gracias, en este momento solo necesito a alguien con quien hablar. ¿Cual es su nombre?- dijo la niña.
- Me llamo Daniel, Daniel Montgomery- hice una larga pausa- ¿usted?
- Carolina- dijo con una pequeña sonrisa camuflando toda la tristeza que tenía en sus ojos.
- Que nombre tan lindo, ¿entonces eres una guerrera no? Una niña amorosa, fuerte y sincera que da todo por demostrar lo que siente- hice una pausa- Me caes bien, no deberías soltar esas lágrimas a menos que sea por felicidad.
En mi tiempo libre me gustaba leer el significado de los nombres, me gusta adelantarme y conocer a las personas solo con saber su nombre.
-¿De verdad crees que soy así?- Dice ella con emoción- eres la primera persona que me dice eso, en mi familia siempre me piden más de lo que yo misma puedo dar, yo creo que ya no existo para ellos- dijo con tristeza mientras sus ojos se le volvían a aguar.
- No llore por favor, nadie se merece esas lágrimas suyas, estoy seguro que usted es una persona única y difícil de encontrar, afortunados son sus padres y su novio de tener a alguien como usted- dije.
- Mi padre quiere que me case y mi novio no me valora y no me hace feliz – Dice con tristeza.
De pronto escucho un grito “iCAROLINA! Aparecé, de lo contrario estarás castigada el resto de tu vida!”
-Ay lo siento, me tengo que ir- dijo secándose las lágrimas y fingiendo una sonrisa para que nadie notara que había llorado.
Entonces, antes de que pudiera decir algo, salió corriendo y no tuve otra opción que dejarla ir y esperar volver a verla.
-Esa fue la primera vez que la vi- le dije a mi abogado, el señor Díaz.
-¿Y después de eso la siguió viendo?-
Afirmé con la cabeza.
- ¿Sabía usted que era la hija del gobernador?-
- iNo señor! Como le dije yo siempre he estado lo más lejos que pueda de la política, entre menos sepa mejor- nunca me había interesado, me parece una bobada, eso solo trae problemas.
- ¿En que está trabajando usted en este momento? – me preguntó, entendía al abogado pero ya me estaba cansando de tantas preguntas.
- Trabajo en un bar, queda a 5 cuadras de mi casa, trabajo de 7pm a 3am de lunes a sábado- le afirmé
- ¿Cuándo fue la última vez que vio a la señorita Carolina?- ya era una pregunta muy frecuente en mi vida.
Hice una larga pausa, muchos recuerdos se me vinieron a la mente.
- Hace exactamente dos meses- respondí.
- Y una semana después se reportó el desaparecimiento de la señorita- dijo
- Sí, señor Díaz-
- ¿Tuvo usted una aventura con ella?- preguntó aunque ya sabía la respuesta.
Dos días después de la primera vez que nos vimos, ella regresó al riachuelo a la misma hora, siempre nos veíamos a las 5:30 de la tarde y hablábamos hasta las 9, después ella debía regresar a su casa. Me contó muchas cosas de su vida, que para yo ser un desconocido me asombraba que confiara tanto en mí. Su vida no era fácil y una vez más había acertado en el significado de su nombre, era una niña muy fuerte, valiente, amorosa, amable, graciosa, era perfecta. Su padre quería que se casara con el hijo de una persona muy importante, nunca me quiso mencionar nombres ni posiciones económicas , en ese sentido sí era una persona muy reservada. Me contaba que el niño la trataba mal, no la valoraba y solo la trataba bien cuando quería y eso le hacía más daño a ella, ella lloraba mucho por él, en verdad lo quería pero sabía que lo mejor era dejarlo ir. Su madre había muerto pero ella sabía que a ella tampoco le gustaba su amorío con su novio, pero su padre la obligaba a estar con él. Hubo un tiempo en el que a la niña le empezó a gustar otro niño y empezó a salir con él pero cuando su padre se enteró de eso la castigó y solo la dejaba salir con el niño que al padre le convenía y lo que hizo fue llenar de problemas al niño que en verdad quería y que quería estar con él, su padre era tan poderoso que le quitó todo el dinero y a su familia. Nos seguimos viendo durante un año y hablábamos todos los días, de pronto un día después de un año le pregunté que si le podía dar un beso… Si, fui un estúpido al hacer eso, de un beso pasaron cosas de otro nivel, hicimos el amor y desde ahí siempre que nos veíamos juntábamos nuestros cuerpos desnudos, era algo inevitable, estaba enamorado, sabía que no era lo correcto, estar con una niña así, pero mi decisión después de un año estaba tomada y ya estaba seguro de lo que quería hacer. Esto se puede llamar como una extraordinaria aventura, pero no era así, esto era amor puro. Entonces Carolina cumplió 18, ya era mayor de edad, y ella había decidido pasar el resto de su vida junto a mí, pero su padre la estaba obligando a casarse en ese momento con el niño que le convenía a él y no pensaba en los sentimientos de su hija… Carolina era infeliz con él, pero conmigo era muy feliz, yo nunca la iba a hacer sufrir. Carolina le contó todo a su padre sobre mí, y en ese momento el poder ganó. Hace dos meses Carolina fue a verme diciéndome un adiós para siempre, nunca creí que el poder pudiera vencer al amor, que la justicia no existiera en el mundo ni para los ricos ni para los más pobres, que los sentimientos no les importara a los que mandan en el mundo, ahí fue cuando en verdad me di cuenta de la razón por la cual la política no me gusta. La política es poder y las personas con poder solo toman lo mejor para ellos, solo quieren su felicidad y hacen lo que les beneficia a ellos, lo que les da poder, y así hacen sufrir a los demás, yo no tengo dinero ni poder, pero tengo un corazón que hace lo que sea posible para darle su merecido a la gente, la gente tacaña, puede que esto lo esté diciendo solo por un problema que tuve en el amor pero estoy seguro que así puede ser en muchas familias y sociedades. Carolina desapareció no solo de mi vida si no de su mismo hogar y no dejó rastro alguno.
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