Cuento
Enviado por laura1997 • 28 de Mayo de 2013 • Informe • 897 Palabras (4 Páginas) • 282 Visitas
Otra vez más la tranquilidad de la noche era perturbada por el grito de aquel desafortunado que se encontrara primero con le escena que ya se había vuelto habitual pues en las afueras del pueblo todos estaban reunidos, mirando con horror el cuerpo desmembrado y cortado, como si un animal le hubiera arrancado las extremidades y lo hubiera arañado por todos lados, esto llevaba pasando desde hacía ya dos semanas, en las cuales todas las noches era hallada una nueva víctima. No había ninguna evidencia, mientras todos buscaban al culpable unos ojos que solo mostraban miedo observaban desde un árbol la horrible escena.
Los días pasaron pero no se encontró rastro del asesino. Mientras todos hacían su mejor esfuerzo para encontrar el culpable, en las afueras del pueblo una chica que vivía sola en su cabaña cavaba un hoyo en el patio trasero para ocultar ahí el hacha que aún se encontraba manchada de sangre, así es esta pequeña chica llamada Ana era la culpable de los brutales asesinatos, pero en cierto modo no era toda su culpa, ella que era de poca estatura, tímida y es sus buenos momentos bastante amable era también esquizofrénica. Todas las noches antes de dormir Ana escuchaba las voces, cada noche más fuertes y más difíciles de ignorar. A gritos todas las voces le pedían que comenzara a cumplir con el único propósito de su vida, y ese era acabar con la de los demás.
Esa noche Ana ya había cumplido con ‘’su tarea’’ así que decidió volver a su cama sola para escuchar como las voces le decían que debería hacer después. Al rato de pasar varias horas dando vueltas en la cama tratando de ignorar las voces que parecían salidas del mismo infierno logro conciliar el sueño.
Al día siguiente fue al mercado a conseguir comida, pero se vio perturbada pues los últimos días la voces comenzaron a hablarle de día también, casi siempre era como si trataran de acordar quien sería la victima de esa noche. De repente Ana se paralizo al encontrarse con Natalia, una de las personas más queridas del pueblo por su simpatía y amabilidad, Natalia se detuvo a saludar a Ana pero ella ni se inmuto pues mientras Natalia le preguntaba que le pasaba Ana lo único que escuchaba era las voces, unas le susurraban mientras que otras le gritaban que Natalia era la siguiente en morir. Asustada y muy triste Ana soltó sus compras y corrió hasta su casa, se encerró en su cuarto y se quedó llorando toda la tarde.
Cuando llego la noche Ana se levantó, tomo el cuchillo más grande que encontró en su cocina y llamo a Natalia para que viniera a su casa para que la ayudara a organizar el desván.
Cuando Natalia llego Ana la guio al desván y una vez allá Ana saco el cuchillo que llevaba escondido en su espalda y apuñalo por la espalda a Natalia una y otra vez hasta que la pobre chica cayó al suelo en un gran charco de sangre mientas que Ana se quedó paralizada mirando lo que había hecho. Después
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