Cuentos, Chistes Y Mas
Enviado por skynet551991 • 19 de Marzo de 2015 • 3.764 Palabras (16 Páginas) • 159 Visitas
CANCIONES
Canciones
Estaba la Rana Sentada
Estaba la rana sentada
cantando debajo del agua.
Cuando la rana
se puso a cantar,
vino la mosca
y la hizo callar.
La mosca a la rana,
que estaba sentada
cantando debajo del agua.
Cuando la mosca
se puso a cantar,
vino la araña
y la hizo callar.
La araña, a la mosca,
la mosca a la rana
que estaba sentada
cantando debajo del agua.
Cuando la araña
se puso a cantar,
vino el pájaro
y la hizo callar... etc., etc.
'PIM-POM ES UN MUÑECO'
Pim-pom es un muñeco
muy guapo y de cartón.
Se lava la carita .
con agua y jabón.
Se desenreda el pelo
con peine de marfil,
y aunque se dé tirones
no llora ni hace así.
A E I O U
AAA avevo un cane grosso che
EEE era bellissimo perché
III io lo tenevo accanto a me
OOO ora son triste lui non c'è
UUU un giorno se ne andò e così
Io non lo rivisto più
Rit.
AEIOU son le cinque vocali
AEIOU e se in fretta le impari
AEIOU stai sicuro che AEIOU
Non saremo mai soli
con le cinque vocali
AAA adesso ho un gatto bianco che
EEE è proprio come piace a me
III inciampa sempre sul sofà
OOO osservo tutto quel che fa
UUU un gatto bianco è sempre stanco
Ma non se ne andrà
Rit.
AEIOU son le cinque vocali
AEIOU e se in fretta le impari
AEIOU stai sicuro che AEIOU
Non saremo mai soli
con le cinque vocali
CUENTOS
LA BOBINA MARAVILLOSA
Erase un principito que no quería estudiar. Cierta noche, después de haber recibido una buena regañina por su pereza, suspiro tristemente, diciendo:
¡Ay! ¿Cuándo seré mayor para hacer lo que me apetezca?
Y he aquí que, a la mañana siguiente, descubrió sobre su cama una bobina de hilo de oro de la que salió una débil voz:
Trátame con cuidado, príncipe.
Este hilo representa la sucesión de tus días. Conforme vayan pasando, el hilo se ira soltando. No ignoro que deseas crecer pronto... Pues bien, te concedo el don de desenrollar el hilo a tu antojo, pero todo aquello que hayas desenrollado no podrás ovillarlo de nuevo, pues los días pasados no vuelven.
El príncipe, para cerciorarse, tiro con ímpetu del hilo y se encontró convertido en un apuesto príncipe. Tiro un poco mas y se vio llevando la corona de su padre. ¡Era rey! Con un nuevo tironcito, inquirió:
Dime bobina ¿Cómo serán mi esposa y mis hijos?
En el mismo instante, una bellísima joven, y cuatro niños rubios surgieron a su lado. Sin pararse a pensar, su curiosidad se iba apoderando de él y siguió soltando mas hilo para saber como serian sus hijos de mayores.
De pronto se miro al espejo y vio la imagen de un anciano decrépito, de escasos cabellos nevados. Se asusto de sí mismo y del poco hilo que quedaba en la bobina. ¡Los instantes de su vida estaban contados! Desesperadamente, intento enrollar el hilo en el carrete, pero sin lograrlo.
Entonces la débil vocecilla que ya conocía, hablo así:
Has desperdiciado tontamente tu existencia. Ahora ya sabes que los días perdidos no pueden recuperarse. Has sido un perezoso al pretender pasar por la vida sin molestarte en hacer el trabajo de todos los días. Sufre, pues tu castigo.
El rey, tras un grito de pánico, cayó muerto: había consumido la existencia sin hacer nada de provecho.
EL MUÑECO DE NIEVE
Había dejado de nevar y los niños, ansiosos de libertad, salieron de casa y empezaron a corretear por la blanca y mullida alfombra recién formada.
La hija del herrero, tomando puñados de nieve con sus manitas hábiles, se entrego a la tarea de moldearla.
Haré un muñeco como el hermanito que hubiera deseado tener se dijo.
Le salio un niñito precioso, redondo, con ojos de carbón y un botón rojo por boca. La pequeña estaba entusiasmada con su obra y convirtió al muñeco en su inseparable compañero durante los tristes días de aquel invierno. Le hablaba, le mimaba...
Pero pronto los días empezaron a ser mas largos y los rayos de sol mas calidos... El muñeco se fundió sin dejar mas rastro de su existencia que un charquito con dos carbones y un botón rojo. La niña lloro con desconsuelo.
Un viejecito, que buscaba en el sol tibieza para su invierno, le dijo dulcemente: Seca tus lagrimas, bonita, por que acabas de recibir una gran lección: ahora ya sabes que no debe ponerse el corazón en cosas perecederas.
EL CEDRO VANIDOSO
Erase una vez un cedro satisfecho de su hermosura.
Plantado en mitad del jardín, superaba en altura a todos los demás árboles. Tan bellamente dispuestas estaban sus ramas, que parecía un gigantesco candelabro.
Plantado en mitad del jardín, superaba en altura a todos los demás árboles. Tan bellamente dispuestas estaban sus ramas, que parecía un gigantesco candelabro.
Si con lo hermoso que soy diera además fruto, se dijo, ningún árbol del mundo podría compararse conmigo.
Y decidió observar a los otros árboles y hacer lo mismo con ellos. Por fin, en lo alto de su erguida copa, apunto un bellísimo fruto.
Tendré que alimentarlo bien para que crezca mucho, se dijo.
Tanto y tanto creció aquel fruto, que se hizo demasiado grande. La copa del cedro, no pudiendo sostenerlo, se fue doblando; y cuando el fruto maduro, la copa, que era el orgullo y la gloria del árbol, empezó a tambalearse hasta que se troncho pesadamente.
¡A cuantos hombres, como el cedro, su demasiada ambición les arruina!
LEYENDAS
LA LEYENDA DEL REY ARTURO
Según cuenta la leyenda, en lo que actualmente es Gran Bretaña vivía el rey Uther Pendragon que tenía una larga disputa con el duque de Tintagel.
Con motivo de hacer las paces de una vez por todas, Uther invitó a su castillo al duque y a su esposa Ingrayne. Al ver a la duquesa Uther se enamoró de ella y se obsesionó a tal punto que pidió a Merlín, el mago de la corte, que la hechizara para hacerla creer que era su esposa.
De este amor nació Arturo que fuera entregado a Sir Héctor por Merlín para que lo adoptara como su hijo.
Al cumplir Arturo los 16 años Sir Héctor lo llevó con su propio hijo
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