Cultura De La Evaluacion
Enviado por victory • 11 de Septiembre de 2014 • 8.823 Palabras (36 Páginas) • 277 Visitas
La cultura de la evaluación y la mejora de la escuela1
Tiburcio Moreno Olivos*
*Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores nivel 1. Publicaciones más recientes: (2010), "La relación familia–escuela en secundaria: algunas razones del fracaso escolar", en Profesorado, Revista de Currículum y Formación del Profesorado, vol. 14, núm. 2, pp. 235–249; (2010), "El currículum por competencias en la universidad: más ruido que nueces", Revista de la Educación Superior, vol. XXXIX (2), núm. 154, abril–junio, pp. 77–90. CE: tiburcio34@hotmail.com
Recepción: 14 de septiembre de 2009 Aceptación: 9 de noviembre de 2009
Resumen:
La relevancia que la evaluación ha adquirido en las dos últimas décadas en el país ha producido cambios importantes en la cultura de las escuelas. Algunos cambios han sido para bien, pero otros han tenido consecuencias negativas. Aunque en México la cultura de la evaluación se encuentra en ciernes, su poder y capacidad de influencia resultan indiscutibles. Vivimos una época marcada por constantes evaluaciones. Se invierte mucho en la empresa evaluadora, no obstante, este fenómeno no parece estar contribuyendo a la mejora de la enseñanza y el aprendizaje. Los resultados de las pruebas nacionales estandarizadas parecen tener escasa incidencia positiva en la educación básica. La escuela, lejos de reducir la brecha entre los grupos sociales, lo que hace es confirmar y profundizar ésta. Si cabe la esperanza que mediante la evaluación se pueda lograr la mejora de la educación, la apuesta parece estar en las evaluaciones de aula con carácter formativo.
Palabras clave: Cultura de la evaluación, evaluación educativa, pruebas estandarizadas, evaluación formativa, mejora de la educación.
Abstract:
The importance that the evaluation has acquired in the last two decades in our country has produced important changes in school culture. Some changes had been made for the better, but some have had negative consequences. Although in Mexico evaluation culture is beginning, its capacity for power and influence are undeniable. We live in a time of constant evaluations. There has been a lot of investment in the business of evaluation, however, this phenomena does not seem to contribute to better teaching and learning. The national standardized test results seem to have little positive impact in basic education. The school is far from reducing the social gap, in fact, it confirms and deepens it. If there is any hope that through evaluation education improvements can be achieved, the bet seems to stay with formative class evaluations.
Keywords: Evaluation culture, educational evaluation, standardized tests, formative class evaluation, education improvement.
Presentación
Vivimos en un mundo acelerado y los cambios en el ámbito educativo no son la excepción: están teniendo lugar a un ritmo sin precedentes, lo que provoca que muchas de las personas en las escuelas se sientan estresadas y abrumadas. Parece claro que éstos son los ingredientes que acompañan a la revolución educativa que requiere que nos centremos en el aprendizaje (Stoll, Fink y Earl, 2003). El cambio es la constante en nuestra sociedad postmoderna. Cambiar o morir. Tertium non datur
Uno de los campos en que el cambio ha sido más notorio es el de la evaluación. La relevancia que ésta ha adquirido en las dos últimas décadas, y que guarda una estrecha relación con los conceptos de calidad de la educación y accountability o rendición de cuentas, ha producido cambios importantes en la cultura de los centros escolares. Algunos cambios han sido positivos, pero otros han tenido consecuencias negativas. Entre los cambios positivos podemos mencionar una mayor aceptación de la evaluación por parte de los actores involucrados (docentes, directores, estudiantes, familias), como una tarea que forma parte de la vida de las escuelas. También ha habido importantes avances en la capacidad de la evaluación para crear nuevas pruebas estandarizadas que ofrezcan información precisa acerca del logro del alumno, lo que permite hacer inferencias válidas sobre los conocimientos y/o las habilidades que posee un alumno en un área particular de conocimiento, de modo que estos logros puedan ser comparados con una muestra nacional de alumnos de la misma edad o grado escolar (Popham, 1999).
En cuanto a las consecuencias indeseables, habría que admitir que aunque los programas internacionales de evaluación reúnen aceptables estándares de calidad técnica, el costo de haber logrado esa alta calidad de la evaluación a gran escala ha sido astronómico, no sólo en dinero invertido, sino también en oportunidades perdidas. En estas coordenadas, Shepard (2000), por ejemplo, reconoce los efectos perversos de los test de rendición de cuentas y el alcance que tienen los exámenes externamente impuestos, que impiden y expulsan valiosas prácticas de evaluación en el aula.
Aunque en México la cultura de la evaluación2 en educación tiene una historia relativamente reciente, se puede afirmar que ha entrado por la puerta grande y con la fuerza suficiente para lograr imponerse, lo que responde a presiones tanto internas como externas, pero sobre todo, a estas últimas. Vivimos una era marcada por constantes evaluaciones; se evalúa en todos los niveles educativos y los objetos incluyen tanto a las instituciones en su conjunto como a cada uno de sus componentes: currículum, docentes, alumnos, programas, materiales didácticos, gestión escolar, etc.
Se está invirtiendo mucho tiempo, dinero y esfuerzo en la evaluación,3 pero al mismo tiempo circula en el ambiente cierta sensación de desesperanza, pues tantas evaluaciones no parecen estar calando el núcleo duro (el aula) de los centros educativos, de modo que se pueda mejorar la enseñanza y el aprendizaje (Moreno Olivos, 2007a).
Los resultados de las pruebas nacionales estandarizadas parecen tener escasa incidencia en la mejora de la educación básica. El consabido anhelo de que mediante la educación podamos convertirnos en un país más próspero parece cada día más lejano, pues la escuela, lejos de acortar la distancia entre los grupos sociales más favorecidos y los que menos tienen, lo que hace es ahondarla.
El propio Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), en su Informe Anual 2007 titulado: La educación para poblaciones en contextos vulnerables, basándose en información derivada de los cuestionarios de contexto de las pruebas EXCALE, reconoce que pese a la dificultad para distinguir con claridad el efecto de los factores del entorno y la escuela, la gran desigualdad de los resultados escolares se explica, sin duda, por la conjunción de ambos. Los alumnos que viven en circunstancias más desfavorables
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