Cultura NAza
Enviado por AnyiAponte • 4 de Marzo de 2014 • 3.672 Palabras (15 Páginas) • 255 Visitas
LA ECONOMÍA
La economía se basa en la agricultura y en la posesión de rebaños de ovejas, siendo las mujeres las encargadas de su cuidado. Con la lana producida, elaboran ruanas y jigraso “mochilas“. El cultivo de laurel ocupa un lugar importante en la medicina tradicional. La ganadería se practica con frecuencia; en algunos resguardos, se industrializa la leche para la elaboración de queso. Además, los caballos se utilizan en la molienda de caña y en el transporte de carga. En ocasiones, los hombres trabajan al jornal en fincas vecinas.
La tierra
Los Páez son un pueblo agrícola. Su economía, basada en una rudimentaria tecnología, es básicamente de autoconsumo y se caracteriza por el policultivo en pequeña escala.
Dentro de la mentalidad indígena, el ser Páez implica ser un buen trabajador de la tierra.
Para estos indígenas, la tierra es mucho más que un simple medio de producción; para ellos es la esencia de su vida y la fuente de su seguridad. La lucha por ella y por su territorio está presente a lo largo de toda su historia étnica. Cada resguardo, cada familia, cada indígena, ha luchado y sigue luchando apasionadamente por defender su parcela, su resguardo y su territorio. Los cabildos saben que su función primordial es la defensa de las tierras de su comunidad.
Sin embargo, a pesar del celo con que los Páez por siglos han defendido su territorio, la lucha ha sido desigual. Colonos pobres, agricultores y ganaderos han ido tomando posesión de sus antiguas propiedades, muchas veces auspiciados por el mismo Estado o por la iglesia. Los Páez han perdido las tierras más fértiles y fáciles de cultivar, quedando reducidos muchas veces a la condición de simples “terrajeros” y viéndose en la obligación de pagar con un determinado número de días de trabajo el derecho a vivir y cultivar las tierras que antes eran de la comunidad.
La “rocería”
El problema de la tierra para los Páez cobra una mayor dimensión si nos detenemos y observamos no sólo la precaria calidad de sus suelos, sino los procedimientos y la tecnología a través de la cual ellos la laboran. La “tumba y quema” o “rocería” es el más extendido y arraigado sistema agrícola por ellos utilizado. A través de él se limpian los terrenos, se combaten las plagas y se fertilizan, en algunos pocos casos, sus pobres y desgastadas tierras. Normalmente las “rozas” se hacen en rastrojos viejos, tierras que llevan en descanso cinco o seis años.
Los indígenas se cuidan, hasta donde les permite su limitado territorio, por defender los bosques y no acabar con la montaña virgen. Se le da el nombre de “roza” al pedazo de tierra desmontada, quemada y cercada siendo su extensión normal de 1 a 2 hectáreas. La prosperidad de una familia se mide por el numero de “rozas” que tenga.
Una vez realizada la quema, se procede a “tejer” los cercados alrededor de la “roza”, para los cuales se utilizan las chamizas, varas y palos talados en la fase de la rocería y previamente recogidos con este fin. Cuando está rozado el terreno, quemada la maleza y cercado el terreno, ya se encuentra la tierra lista para sembrar. Dada la naturaleza y desgaste del suelo, para poder volver a cultivar un mismo terreno se requiere dejarlo descansar o “enrastrojar” períodos de tiempo cada vez mayores
El maíz, eje de la economía
El maíz, es indudablemente el eje central alrededor del cual se organiza la economía agrícola de los Páez. Su gran importancia dentro de la vida económica y social, permite hablar de una verdadera “cultura del maíz”. Este cultivo puede hacerse casi en todos los pisos térmicos, a excepción del páramo. Su ciclo vegetativo es anual (11 meses) y está determinado por las lluvias. En épocas pasadas, cuando los indígenas disponían de mayor cantidad de tierras, el maíz se cultivaba en los diferentes pisos térmicos, asegurando así su disponibilidad durante todo el año. Hoy en día, con la recuperación de tierras y la ampliación de su territorio, esta práctica se está volviendo a utilizar.
Los Páez nunca siembran el maíz sólo; lo acostumbrado es hacerlo bajo la modalidad del asocio simple, generalmente con fríjol y a veces con arracacha, o en asocio múltiple, con fríjol, arracacha, haba, arveja y yuca. Se suele sembrar en los meses de lluvias de marzo, abril y mayo. Las técnicas de su cultivo son similares para todo Tierradentro y para los resguardos Páez de la vertiente occidental de la cordillera. Una vez listas las rozas se procede a la siembra. Sólo en los resguardos más altos, se acostumbra a hacer surcos o eras, en las demás zonas los granos se esparcen al “voleo”. Las semillas son escogidas de las mejores mazorcas, de las que a su vez se seleccionan los granos más gordos y sanos, “los granos femeninos”.
Al igual que para la rocería, la siembra tradicionalmente ha sido una actividad masculina y para su realización se suelen organizar “mingas”.
La herramienta utilizada en esta etapa del trabajo es la “coa”, o bastón de madera y el barretón, herramientas utilizadas por las familias más prósperas; con estas herramientas se van abriendo los huecos en los que se depositan los granos de maíz. El fríjol se siembra junto a los palos que han sido dejados durante la roceria. Se suele realizar un deshierbe de los maizales dejando la maleza en el terreno para que pudra y abone las tierras. Posteriormente se efectúa el “descalce” que consiste en arrancar las hojas secas de las cañas de maíz. Unos meses después, al aparecer las primeras mazorcas, aparecen también sus múltiples enemigos: las bandas de loros, las ardillas, comadrejas y ratones, pero sobre todo son las mujeres y los niños de quienes depende en esta etapa el “cuido” de los sembrados. A los 10 u 11 meses se inicia el proceso de recolección, que tradicionalmente se hace de manera circular, comenzando la cosecha por la periferia del sembrado. Se coge primero la mazorca tierna, el “choclo” y se termina en la parte central, recogiendo ya el maíz seco.
Además del maíz que es la base de la economía, los Páez cultivan otros productos como la papa que se siembra en los pisos térmicos más fríos, sola o en asocio con el ulluco, las habas, la alverja y el fríjol.
El café, y la caña de azúcar son productos nuevos dentro de la vida de los Páez y se encuentran asociados a los procesos de expansión de la población blanca. Los cafetales, aunque son una fuente segura de ingresos dentro de las precarias economías familiares, poco cuidado les merecen a los indígenas. Generalmente se dejan los cafetos a libre crecimiento y su mantenimiento es muy deficiente. La caña de azúcar, no tiene una importancia comercial como el café, ya que su cultivo no se hace con destino al mercado,
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