Currículum ¿proyecto O Dogma?
Enviado por Fenix3192 • 18 de Octubre de 2012 • 1.053 Palabras (5 Páginas) • 441 Visitas
Currículum: ¿proyecto o dogma?
Sobre las dinámicas de desarrollo curricular
El desarrollo curricular no se inicia en los centros de nuevo a partir de la reforma educativa. La historia de los centros, su cultura pedagógica, las convicciones del profesorado, la red de relaciones y de influencias sociales... están presentes y condicionan decisivamente la introducción de innovaciones. El hecho de considerar dicha realidad conlleva a desvirtuar dinámicas de trabajo en centros de tradición innovadora o a generar rupturas y frustraciones en centros donde el cambio curricular es considerado una imposición.
La concepción y la divulgación que se hace del currículum des de la administración tienden a dogmatizarlo y a unidimensionarlo al presentar sus cimientos de manera unívoca y cerrada, por ejemplo en las concepciones sobre el tipo de contenidos o de capacidades, sobre el modelo de secuenciación, sobre la interpretación del constructivismo, etc. También se presenta el currículum como un conjunto de contenidos ‘objetivos’ y de métodos técnicos que ocultan su carácter político y cultural.
Los centros educativos desarrollan el currículum en un contexto social determinando que influye y presiona sobre las decisiones del profesorado. Esta realidad esta también poco considerar en la difusión oficial del currículum mientras que, en la práctica, los centros se mueven en un marco de influencias y exigencias contradictorias no siempre suficientemente comprometidas ni suficientemente explícitas. A destacar las exigencias que recibe la escuela por responder en términos selectivos y clasificatorios a los retos que la sociedad competitiva y jerarquizada plantea a las personas. Este hecho reclama del profesorado un posicionamiento ideológico y político para fundamentar su proyecto educativo.
La autonomía curricular de los centros y del profesorado es la clave para responder de manera creativa y crítica a las necesidades y las presiones del contexto social y político. En este aspecto de nuevo se detecta una gran contradicción entre la retórica oficial sobre la autonomía y la realidad donde domina la prescripción y el control. También es cierto que la inercia y la reproducción burocrática de los contenidos curriculares con frecuencia están presentes en la práctica de diversos centros o sectores del profesorado. La autonomía curricular implica también el seguimiento, la evaluación y el soporte externo.
Los procesos de cambio o de innovación normalmente están impulsados y dinamizados por un núcleo de profesorado que comparte un marco básico del proyecto. Las dinámicas innovadoras no se improvisan ni emergen espontáneamente, necesitan núcleos que articulen las propuestas, los debates, los acuerdos y que, a la vez, gestionen el conflicto, el pluralismo y el desacuerdo como características del proyecto educativo común. La unanimidad y la homogeneidad no son posibles ni deseables como condiciones para acordar proyectos educativos coherentes.
Pero la participación y la implicación de la mayoría del profesorado, si son requisitos indispensables para desarrollar el currículum. Son necesarias estructuras organizativas y dinámicas de funcionamiento que permitan la participación, el debate, la toma de decisiones, la acción y la revisión-reflexión sobre la práctica.
El desarrollo del currículum presenta siempre una dimensión organizativa que es imprescindible para definir la orientación, sus posibilidades y sus límites. Nuestro sistema presenta una gran rigidez y unas enormes inercias y resistencias al cambio, tanto en la Administración como en la tradición en los centros docentes. Se requiere una autonomía
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