DAR DE TODO CORAZON
Enviado por ralffac • 27 de Diciembre de 2013 • 3.724 Palabras (15 Páginas) • 256 Visitas
Dar de todo corazón
La esencia de la Comunicación No Violenta
Lo que busco en la vida es compasión,
una corriente que fluya entre yo y los demás,
basada en un mutuo dar de todo corazón.
MBR
INTRODUCCIÓN
Debido a que estoy plenamente convencido de que forma parte intrínseca de nuestra naturaleza sentirnos satisfechos cuando damos y recibimos algo de forma solidaria, hay dos preguntas que me han producido siempre una íntima desazón. ¿Qué ocurre cuando nos apartamos de esa actitud solidaria, cuando nos conducimos de forma violenta y abusamos de nuestro prójimo? Y a la inversa, por qué algunas personas son consecuentes con esta actitud solidaria incluso en las circunstancias más adversas?
La inquietud que despiertan en mí estas dos preguntas se remonta a mi infancia, alrededor del verano de 1943, cuando mi familia se mudó a Detroit (Michigan). Dos semanas después de que nos hubiéramos instalado en la ciudad, un incidente en un parque público desencadenó un enfrentamiento de carácter racial. Durante los días que siguieron al hecho fueron asesinadas más de cuarenta personas. El barrio donde vivíamos estaba situado en el centro mismo del estallido del brote de violencia, lo cual nos obligó a permanecer tres días encerrados con llave en nuestra casa.
Cuando se extinguió la alarma y se inició el periodo escolar, descubrí que un apellido puede ser tan peligroso como el color de la piel. En clase, el primer día que el maestro pronunció mi nombre, dos chicos me miraron fijamente y soltaron un silbido. "Así que eres un kike", dijeron. No sabía a qué se referían ni tampoco que algunas personas usaban aquella palabra de manera despectiva para referirse a los judíos. A la salida de clase, los dos chicos me estaban esperando y, de un empujón, me derribaron al suelo y me propinaron una tanda de puntapiés y una soberana paliza.
Desde aquel verano del año 1943, he estado analizando las dos preguntas que he formulado al principio. ¿Qué nos incita, por ejemplo, a mantenernos vinculados a nuestra naturaleza solidaria aun en las peores circunstancias? Pienso en personas como Elly Hillesum, que supo mantenerse solidaria con el prójimo pese a verse sometida a las aberrantes condiciones de un campo de concentración alemán. En el diario que escribía hizo constar lo siguiente:
No me asusto fácilmente. No porque sea valiente, sino porque sé que trato con seres humanos y debo esforzarme en comprender sus actos. Lo que realmente importa en lo que me ha ocurrido esta mañana no es que un funcionario de la Gestapo, exasperado, me haya increpado a gritos, sino que yo no me haya enfadado y que, por el contrario, haya procurado comprenderlo a él y hasta me hayan entrado ganas de preguntarle: ¿Fuiste infeliz cuando eras niño? ¿Te ha dejado la novia?". Sí, el chico tenía un aire atormentado, un aire de víctima, estaba triste, parecía sentirse indefenso. ¿Por qué no me habré ocupado de él en aquel mismo momento? Sé que cuando los jóvenes se sienten desgraciados se convierten en un peligro para los demás.
ELLY HILLLSUM,
A Memoir
Cuando me dispuse a estudiar los factores que afectan a nuestra capacidad de ser compasivos, me sorprendió comprobar la función primordial que desempeñan tanto el lenguaje en sí como el uso que hacemos de las palabras. Fue entonces cuando descubrí ese enfoque específico de la comunicación -hablar y escuchar- que nos Ileva a darnos a los demás de todo corazón, a conectar con nosotros mismos y con otras personas de manera que aflore nuestra compasión natural. He dado a este enfoque el nombre de "Comunicación No Violenta"; uso la expresión "no violenta" en el mismo sentido en que la utilizaba Gandhi al referirse a la compasión que el ser humano expresa de un modo natural cuando su corazón renuncia a la violencia. Pese a que quizá no consideremos "violenta" nuestra actitud al hablar, a menudo nuestras palabras ofenden o hieren no sólo a los demás, sino también a nosotros mismos. En algunas comunidades, el proceso que describo se denomina Comunicación Compasiva. A lo largo de este libro, utilizo la sigla "CNV" para referirme a la Comunicación No Violenta o Comunicación Compasiva.
UNA MANERA DE CENTRAR LA ATENCIÓN
La CNV se funda en las habilidades relativas al lenguaje y la comunicación, que refuerzan nuestra capacidad de seguir siendo humanos incluso en las condiciones más extremas. No se trata de nada nuevo: hace siglos que se conocen todos los elementos de la CNV El objetivo es que recordemos algo que ya sabemos -de qué modo se supone que los seres humanos debemos relacionarnos- y que vivamos de una manera que manifieste abiertamente este conocimiento.
La CNV nos brinda orientaciones que nos permitirán reestructurar nuestra forma de expresarnos y de escuchar a los demás. En lugar de obedecer a reacciones habituales y automáticas, nuestras palabras se convertirán en respuestas conscientes con una base firme en lo que percibimos, sentimos y deseamos. Nos sentiremos impulsados a expresarnos con sinceridad y claridad y a prestar una atención respetuosa y empática a los demás. En nuestro trato con otras personas, tendremos en cuenta tanto nuestras necesidades más profundas como las ajenas. La CNV nos enseña a observar cuidadosamente y detectar conductas y situaciones que nos afectan. Con ella aprendemos a identificar y expresar con claridad lo que esperamos en concreto de una situación dada. El método es simple, pero su poder de transformación es extraordinario.
Dado que la CNV apunta a sustituir nuestras antiguas pautas de defensa, evitación o ataque desencadenadas ante los juicios y las críticas de otras personas, nuestra actitud hará que nos veamos a nosotros y veamos a los demás bajo una nueva luz, y que percibamos desde otro ángulo nuestras intenciones y relaciones. Las reacciones de resistencia, defensa y violencia quedarán reducidas al mínimo, ya que cuando nos centramos en clarificar lo que observamos, sentimos y necesitamos, en lugar de dedicarnos a diagnosticar y juzgar, descubrimos cuán profunda es nuestra compasión. Dado que la CNV se centra principalmente en escuchar con atención -no sólo a los demás, sino también a nosotros mismos-, propicia el respeto y la empatía y engendra un deseo mutuo de darnos de todo corazón.
Aun cuando me refiero a la CNV como un "proceso de comunicación" o un "lenguaje de la compasión", en realidad es bastante más que eso. A un nivel más profundo, es un recordatorio constante que mantiene nuestra atención centrada en un punto donde es probable que hallemos lo que buscamos.
Es conocida la anécdota
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