DE LOS DELITOS Y LAS PENAS

DE LOS DELITOS Y LAS PENAS

FIN DE LAS PENAS CAPITULO XII

Para abordar el estudio del capítulo XII FIN DE LAS PENAS es necesario apoyarme en algunos conceptos de capítulos anteriores y posteriores. Con el objetivo de plasmar la idea de una forma amplia y a su vez concreta.

El Marqués de Beccaria manifiesta que el hombre desde sus inicios para garantizar una mejor convivencia y, cansado de un estado de guerra. Fue necesario crear las leyes y, por obvias razones implementar penas para quienes incumpliera estas normas. Leyes que fueron instituidas según el autor no para deshacer el delito ya cometido obviamente, toda vez que esto no sería posible. Sino con la intención de invitar al individuo a no infringir la ley. Es entonces la pena una sanción estipulada por la ley a quien haya cometido un delito o falla ha sido condenado a una sanción emitida por el órgano jurisdiccional competente. Beccaria afirma en el capítulo VI que debe existir una proporción entre el delito cometido y la pena estipulada, es obligatorio que la pena este establecida en la ley antes de la comisión del hecho delictivo y obliga a su ejecución una vez este en firme la sentencia. Es para el autor entonces: El fin de las penas es lograr que el individuo que cometió un delito, no vuelva a recaer en la conducta punible, y tratar que los ciudadanos no cometiesen delitos. Lo que es una readaptación con la sociedad Hay diferentes formas de penar al reo; y se buscará la menos dolorosa para el cuerpo del reo, y la que haga una impresión más eficaz y durable sobre los ánimos de los hombres. Las penas pueden ser privativas de libertad, que suponen el internamiento del reo en un centro penitenciario, y pueden tener diversa duración según lo que establezca la ley para cada delito. A menudo los sistemas dan a estas penas diferentes denominaciones, dada su distinta duración. Se habla así, por ejemplo, de reclusión, prisión y arresto. También es posible la privación de libertad en el propio domicilio del reo (arresto domiciliario).

Se explica que el fin de toda buena legislación no es castigar los delitos. Si no, evitarlos y que no hiciera falta castigarlos. Por cada motivo que lleva a los hombres a cometer un verdadero delito, hay mil que nos llevan a cometer acciones indiferentes que son definidas como delitos por las malas legislaciones. Es clara la intención del autor de HUMANIZAR LAS PENAS Y CASTIGOS y deja ver su claro interés más por el delincuente y su entorno social, que por el delito como tal. Pero más que eso; (Lo deja claro cuando trata el delito del contrabando al afirmar que muchos incurren en esta conducta por los elevados impuestos asignados por las leyes de los gobernantes). EL plantea la necesidad de prevenirlos y para ello sugiere tres métodos El perdón, la recompensa y la educación.

Educación: beccaria dice que este es el método más seguro para reducir el delito pero también nos enfrenta

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