DE LOS DELITOS Y LAS PENAS
Enviado por corrupcion • 31 de Marzo de 2014 • 2.184 Palabras (9 Páginas) • 264 Visitas
DE LOS DELITOS Y DE LAS PENAS
Penas privativas de la libertad proporcionan seguridad jurídica = la ignorancia de ley no sirve de excusa
Las penas aplicadas correspondientes a los delitos cometidos.
La gravedad del delito
La prisión aumentara preferiblemente inicialmente a los pobres
La victima
En lo que respecta a la existencia del ilícito
Cesar beccaria
1. Racionalidad de las leyes.
2. Legalidad del Derecho Penal.
3. La justicia penal debe ser pública, y en proceso acusatorio, público y meramente informativo; las pruebas serán claras y racionales. La tortura judicial debe ser eliminada, junto con el proceso inquisitivo.
4. Igualdad de nobles, burgueses y plebeyos ante la ley penal; las penas deben ser las mismas para todos.
5. El criterio para medir la gravedad de los delitos debe ser el daño social producido por cada uno de ellos; no puede seguir siendo considerados válidos los criterios de la malicia moral (pecado) del acto, ni el de la calidad o rango social de la persona ofendida.
6. No por ser más crueles son más eficaces las penas; hay que moderarlas; importa más y es más útil una pena moderada y de segura aplicación que otra cruel, pero incierta. Hay que imponer la pena más suave entre las eficaces; sólo ésa es una pena justa, además de útil. Hay pues, que combinar la utilización y la justicia.
7. La pena no debe perseguir tanto el castigo del delincuente como la represión de otros posibles futuros delincuentes, a los que ella debe disuadir de su potencial inclinación a delinquir.
8. Hay que lograr una rigurosa proporcionalidad entre delitos y penas. Lo contrario además de injusto, es socialmente perjudicial, porque ante delitos de igual pena y de diferente gravedad, el delincuente se inclinará casi siempre por el más grave, que probablemente le reportará mayor beneficio o satisfacción.
9. La pena de muerte es injusta, innecesaria y menos eficaz que otras menos crueles, más benignas. Hay que suprimirla casi por entero.
10. Finalmente, hay que considerar siempre que es preferible y más justo prevenir que penar, evitar el delito por medios disuasivos no punitivos que castigar al delincuente.
Se dedicaban a leer obras de filósofos, economistas, políticos, moralistas y hombres de gobierno
Beccaria a los 25 años de edad escribió una pequeña obra titulada “De los delitos y las penas “ sentó principios éticos y de política legislativa innovadores, que orientaron la construcción de un nuevo sistema penal mucho más justo, racional y respetuoso del ser humano.
Un acusado un culpable
Una pena concreta aplicable al delito
los delitos castigados con pena de muerte tomaba imposible la proporcionalidad entre delitos y penas
Esta obra demuestra no sólo lo desmedido del castigo, sino también lo irracional del mismo.
Dentro del marco del sistema penal actual, y de las deficiencias que en la realidad éste presenta, que ponen de manifiesto, que aún hoy en los albores del siglo XXI todavía no se han puesto en práctica en su máxima extensión los principios propugnados por quien fuera considerado uno de los próceres de la ciencia penal.
1. Racionalidad de las leyes: en el sentido de lo que dicta la razón prescindiendo de la tradición doctrinal.
La legislación penal del tiempo de Beccaría se caracterizaba por un exceso de leyes compuestas por restos de ordenamientos de los antiguos romanos, mezclados con ritos lombardos, reunidos en volúmenes por intérpretes que daban sus pareceres y sugerencias, las cuales eran aplicadas.
Comparando esta situación con el estado actual de la legislación en nuestro país podemos advertir que esa abundancia de leyes, se repite.
2. Sólo las leyes pueden fijar las penas que le correspondan a los delitos
la ausencia de ley
Similar incertidumbre se da en nuestro actual sistema frente a interpretaciones judiciales que a veces, se desprenden totalmente del texto legal, desvirtuando así el espíritu de la norma. Favorecido por la redacción de sentencias que en lugar de realizar una sencilla adecuación de los hechos a la ley aplicable, se prolongan en numerosas citas de doctrina nacional y extranjera utilizando una dialéctica en exceso oscura que hace incomprensible el fallo para el justiciable.
3. Los procedimientos criminales de aquel siglo
Los procedimientos criminales Respecto de las pruebas que se requieren para condenar a un hombre
por lo que basta con una sola prueba perfecta para imponer una condena, en cambio si solo se tienen pruebas imperfectas, hay que reunir todas las que sean necesarias para formar una perfecta, es decir que por la unión de todas ellas en el mismo sujeto, es imposible que no sea culpable.
Beccaria sostiene que un hombre no puede ser llamado culpable antes de la sentencia del juez
El inocente y el culpable
4. No desconoce que los nobles tengan más ventajas, pero dice que no deben temer menos que los otros, el violar aquellos pactos por lo que han sido elevados por encima de los demás.
de los Tratados de Derechos Humanos con jerarquía superior a las leyes, en los cuales abundan las cláusulas sobre la igualdad, citando, por nombrar uno de ellos el Pacto de San José de Costa Rica que en su art. 24 además de consagrar este principio establece como una consecuencia del mismo que todas las personas tienen derecho sin discriminación a igual protección de la ley.
Pero para que la igualdad asegure a los hombres los mismos derechos se requiere:
- que el Estado remueva los obstáculos de tipo social, cultural, económicos que de hecho limitan la liberta y la igualdad de los seres humanos.
- que exista un orden social y económico justo y se allanen las posibilidades de todos los hombres para su desarrollo.
Sin embargo, a pesar de su reconocimiento expreso en la Ley Suprema de la Nación, es éste en la práctica uno de los principios más difíciles de cumplir, y me atrevo a decir que es el más violado de todos; por lo que podríamos hablar de una “igualdad jurídica” pero “desigualdad real”.
Llevando este principio de igualdad ante la ley, a la realidad de los juzgados penales, vemos que en la mayoría de los casos los imputados son personas de escasos recursos, que no cuentan con los medios necesarios para contratar un abogado que asuma su defensa, pero como el sistema reconoce esta desigualdad fáctica
5. libertad para poder vivir en común
Su libro, habla de los objetivos de las condenas y sanciones. Su propósito no es deshacer un delito. El fin de las penas es impedir que el culpable cause nuevos
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