DEFINICIÓN Y NOMBRE DE CADA VIRTUD
Enviado por joselucho1983 • 23 de Mayo de 2017 • Informe • 2.223 Palabras (9 Páginas) • 265 Visitas
1.- DEFINICIÓN Y NOMBRE DE CADA VIRTUD
Cuando existen actos repetitivos se crean los hábitos, y cuando éstos están encaminados hacia el bien, reciben el nombre de virtudes, mientras que cuando lo hacen contrariamente, son denominados como vicios.
La virtud consiste en un término medio que se encuentra igualmente distante de dos extremos, uno por exceso y otro por defecto. Y en ese término medio se encuentra la medida del recto obrar.
La razón de virtud es ordenar al hombre al bien. Y lo propio de la virtud moral es perfeccionar la parte apetitiva del alma en una determinada materia. Ahora bien, la medida y la regla del movimiento del apetito hacia el objeto apetecible es la misma razón. el bien de la virtud moral consiste en la adecuación a la medida de la razón. Ahora bien, es evidente que el medio entre el exceso y el defecto es la igualdad o conformidad. Por lo tanto, resulta manifiesto que la virtud moral consiste en el medio»
- VIRTUDES INTELECTUALES: Es una virtud humana que se encuentra en todo lo que es racional, perfeccionando la potencia intelectiva y disponiendo al hombre de forma adecuada, perfeccionando así a la inteligencia en su función teórica y práctica. Las virtudes de la inteligencia especulativa son para conocer y decir la verdad y perfeccionan al hombre.
Las virtudes de la inteligencia especulativa son:
- El intelecto, que es el hábito de los primeros principios teóricos.
- La sindéresis, que es el hábito de los primeros principios morales.
- La sabiduría, que es la virtud que ayuda a considerar las cosas desde sus causas últimas.
- La ciencia, que es la virtud que permite deducir correctamente las conclusiones a partir de las causas, logrando así nuevos conocimientos.
Las virtudes de la inteligencia práctica, es decir, en orden a la acción, son:
- La virtud de la prudencia, que dicta cómo obrar bien en cada caso concreto.
- El arte o técnica. que es el conocimiento de lo que se ha de hacer para producir determinados objetos.
- VIRTUDES MORALES O CARDINALES: perfeccionan las potencias apetitivas —voluntad y apetito sensible— haciendo que se muevan a su bien específico en cuanto hombre, de tal manera que las pasiones pueden ser ordenadas por las virtudes con un gobierno no despótico sino político, es decir, las regulan, pero no las imponen. Estas virtudes hacen bueno al hombre en un sentido absoluto en la medida en que no solo entiende qué es bueno, sino que lo pone por obra. A estas virtudes se les da el nombre de cardinales, porque funcionan como una bisagra que abre la puerta a otras muchas virtudes. Atendiendo a su origen o causa, las virtudes pueden ser adquiridas o sobrenaturales.
Las sobrenaturales son recibidas por una gracia sobrenatural y son, por eso, inalcanzables al empeño humano.
Las adquiridas son el resultado del esfuerzo del hombre en tanto que elige y realiza actos buenos de forma repetida. Una vez adquirida la virtud moral, su efecto inmediato es la realización de la obra buena con prontitud, facilidad y alegría.
Las virtudes morales son:
- La prudencia. Es la VIRTUD RECTORA: Entre las virtudes se descubre una conexión y estrecha relación hasta el punto de que las morales requieren de, al menos, una virtud intelectual, que es la prudencia. Ya que la virtud moral es un acto electivo, no puede darse sin la prudencia. Es una sabiduría práctica que dirige a las demás virtudes estableciendo el camino recto, y término medio de todo acto.
- La justicia. Perfecciona las relaciones entre las personas, se orienta hacia los demás, consiste en obrar con rectitud en relación a los otros y sus derechos materiales, de reconocimiento, de ayuda, de espiritualidad,etc. La justicia se orienta al bien de la sociedad, que es el bien común, lo cual le concede una cierta prioridad sobre el resto, debido a que el bien común posee cierta preeminencia sobre el individual en el orden temporal y dentro de la sociedad política.
Justicia Distributiva: tiene por objeto las relaciones justas de la sociedad con los individuos, es decir, sus deberes respecto a ellos. Se refiere a la distribución de los bienes según lo que le es debido a cada persona, lo cual no puede ser idéntico para todos sino ajustado a lo que cada uno merece o debe recibir. Estos bienes pueden ser materiales o espirituales.
Justicia Conmutativa: se refiere a las relaciones entre los individuos, tanto en transacciones monetarias voluntarias o involuntarias, trueques o palabras que tengan la intensión de dañar a otro. Así, pues, el respeto al otro, atendiendo a lo que es y a lo que tiene, que es lo mismo que dar lo debido a cada uno, de forma justa y adecuada, es el fundamento de esta justicia.
A la justicia también pertenecen las virtudes de religión, piedad, observancia, gratitud, reivindicación, agrade- cimiento, amistad o afabilidad y liberalidad o generosidad, y se distinguen entre sí en función de quien recibe y lo que se debe: la deuda.
- Estamos obligados a dar lo suyo a aquellas personas de quienes hemos recibido grandes dones y ante los que nos presentamos con cierta desigualdad: Dios, con oración y veneración, a los Padres con piedad cuando se encentren más necesitados, y por último, a las personas superiores en dignidad o que poseen algún cargo de autoridad sobre otros se les debe el honor propio de la observancia. Esta es una especie de recompensa o reconocimiento a su virtud o a su cargo. Pues quienes reciben una autoridad para gobernar necesitan, precisamente para poder desempeñarla bien, que se respeten sus órdenes y normas, lo cual requiere que se les deba obediencia, es decir, servicio a la autoridad y acatamiento a sus mandatos, siempre que estos estén dictados según el bien común.
- La Deuda, que puede ser de orden moral y no legal, cuando la exigencia de dar nace de la honestidad de la virtud o, lo que es lo mismo, de la propia conciencia de haber recibido un bien que es justo devolver. Según sea la deuda, habrá que practicar las virtudes de gratitud al bienhechor, veracidad o sinceridad y, en el caso de haber recibido un mal, la vindicación o venganza. Esta, sin embargo, solo es lícita cuando en el castigo debido se busca el bien del culpable y se lleva a cabo de manera proporcionada y según la recta razón, lo que implica no dejarse llevar por la rabia.
- Existen situaciones en que la deuda no es tan apremiante, pero sí es indispensable pagarla para conservar la buena convivencia. Respecto al trato entre las personas, este es correcto solo cuando es regulado en palabras y obras por la afabilidad o amistad. Esta virtud es, en cierto modo, necesaria para una vida social sana.
La fortaleza y la templanza, a estas virtudes les corresponde impedir y frenar los obstáculos, procedentes de nuestros apetitos y pasiones, que se interpongan a la consecución de tal bien.
- La Fortaleza, es una virtud que permite resistir y actuar con firmeza de ánimo. Lo primero, para moderar la resistencia a los obstáculos, y lo segundo, para impulsar la realización de la obra buena, de esta manera regula el apetito sensible irascible poniendo freno a los miedos que inhiben la realización del bien. A la Fortaleza se le adhieren virtudes potenciales como:
Magnanimidad, que implica una tendencia del ánimo hacia cosas grandes, a grandes ideales, entre los cuales entra el fin último en toda su exigencia y belleza, y se le opone el vicio de presunción al buscar algo por encima de las propias fuerzas, y por defecto, se opone al vicio de la pusilanimidad, por el que uno infravalora sus capacidades.
...