DESAFIOS DE LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO

“Los Desafíos de La Sociedad del Conocimiento”

Desarrollo Social a través de los Sistemas de Innovación

Oscar Alejandro Llamas Bañuelos

Ensayo Crítico.

22 de Mayo del 2013

Aprender es reconocer , pues no es sino a través de encontrarle significado dentro de nosotros mismos que un nuevo conocimiento toma sentido. Está en nuestra naturaleza aprender y si bien en algún momento el aprendizaje por sí mismo es satisfactorio, está también en nuestra naturaleza el hacer uso de dicho conocimiento como una herramienta de cambio o de aplicación específica.

Así pues, aun cuando las prácticas epistémicas de antaño en su forma pura no obedecían a un esquema de valores de mercado, el conocimiento siempre ha tenido de forma intrínseca la tendencia a representar un bien del cual apropiarse o del cual hacer uso y beneficiarse.

Como bien señala Olivé Morett en su trabajo “Los desafíos de la sociedad del conocimiento”(19-23

), debemos identificar como prácticas generadoras de conocimiento además de las científicas a las técnicas, tecnológicas y tecno científicas para tener una perspectiva más clara de cómo se genera e incorpora dicho conocimiento en y a la vida diaria.

Podríamos resumir a grandes rasgos las prácticas científicas como aquellas cuyo resultado es meramente conocimiento llano que se juzga desde una perspectiva básicamente de normas y valores epistémicos, aunque también puede ser valorado en un sentido estético e incluso ético; diferenciándose las practicas tecnológicas principalmente por su sentido de transformación de objetos y aunque no buscan de manera implícita un valor en mercado si tienden a generar productos que se valoran en estos. De la mano van las practicas técnicas, que si no necesariamente hacen uso del conocimiento científico si implican la transformación de objetos, llegando al final a las prácticas tecno científicas las cuales son la muestra máxima del valor que en los mercados de diversas índoles puede alcanzar el conocimiento, llegando a convertirse en uno de los principales activos de una organización o incluso de un país, siendo en gran medida una forma de poder.

Con este panorama en mente vale la pena analizar y preguntarse como los países latinoamericanos (México en especial), podrían convertirse en entes innovadores, generadores de conocimiento y con un uso altamente practico y funcional del mismo que les permita hacer de este una herramienta de desarrollo social y que mejore en verdad la calidad de vida de todos y cada uno de sus habitantes.

Es claro que las políticas gubernamentales en todos los niveles de gobierno deben cambiar, vinculando de una manera sinérgica los aspectos educativos, científicos y tecnológicos de nuestro país, pero además incluir como parte de un todo, los aspectos económicos, de desarrollo social y culturales bien diferenciados de cada uno de los segmentos de nuestra sociedad.

Recordando a Campoamor valdría la pena recalcar sus palabras:

Nada es verdad ni mentira;

Todo es según el color

Del cristal con que se mira

Esta parte del poema de dicho autor (también conocida en la Administración Pública Española como “La Ley de Campoamor”) la traigo a colación con la finalidad de tener bien presente como la percepción del universo es algo meramente individual y por lo tanto subjetiva y debemos entonces tener siempre claro, como la gran diversidad cultural presente en nuestro país, representa por sí misma un desafío y un factor determinante a la hora de formular y aplicar las políticas que como nación se requieran.

Es claro que el conocimiento y sus distintas practicas generadoras, incluidas las

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