DOBLAJE

DOBLAJE

En aquella época vivía en un pequeño hotel cerca de cha-ring cross y pasaba los días pintando y leyendo libros de ocultismo, siempre he sido aficionado a las ciencias ocultas, quizá porque mi padre estuvo muchos años en la india y trajo de las orillas del Ganges, una colección completa de tratados de esoterismo. En uno de los libros lei una frase que era para mí una formula cerrada que no he podido olvidar: “Todos tenemos un doble que vive en las antípodas. Pero encontrarlo es muy difícil porque los dobles tienden a hacer movimientos contrarios”.

Siempre había vivido atormentado por la idea del doble. Un día al subir al ómnibus tuve la desgracia de sentarme al lado de un individuo extremadamente parecido a mí. Permanecimos mirándonos con curiosidad hasta que me sentí incomodo y tuve que bajarme varios paraderos antes de mi lugar de destino.

Pensaba, no sería raro que por un simple cálculo de probabilidades algunos rasgos tuvieran que repetirse, detalles complementarios no se puede hacer un numero infinito de combinaciones.

Estaba de moda que los artistas de cine contrataran a personas parecidas a ellas para hacerlos correr todos los riesgos.

Mi idea de los dobles es mas ambiciosa: yo pensaba que a la identidad de los rasgos debería corresponder identidad de temperamento, a la identidad de destino (aquí “identidad hace referencia a lo que es idéntico igual ;) ) Los pocos socias (ósea iguales ;)) que tuve la oportunidad de ver tenían una vaga semejanza física, una ausencia absoluta de correspondencia espiritual.

A veces pensaba que había un ser exactamente igual a mi y esta idea me entretenía y al tiempo me irritaba. Con el tiempo la idea del doble se me hizo obsesiva la solución fue: Viajar a las antípodas.

Al comienzo rechace la idea del viaje, recordé que tenía una tía lejana en Melbourne, a quien aprovecharía para visitar. A los tres días y sin decirle nada a mi hotelero para evitar sus preguntas indiscretas, tomé el avión con destino a Sídney.

En el trayecto había vuelto a la realidad, estuve tentado a tomar el mismo avión de regreso. Para colmo me entero que mi tía de Melbourne hacía años que había muerto.

Luego de ese viaje tan agitado decido quedarme 7 semanas.

Para empezar diré que la ciudad es bastante grande así que renuncie a ponerme en la persecución de mi supuesto doble. En una ocasión estuve siguiendo durante una hora a un sujeto de mi estatura y mi manera de caminar. Lo que me desesperaba era la obstinación con que se negaba a volver el semblante… al final no era mi doble.

Si permanecí en Sídney fue porque me enamore. Mi enamoramiento fue fulminante.

Winnie trabajaba en un restaurante.

Desde un comienzo acepto mis galanterías y a los pocos días salíamos juntos a pasear por la ciudad. Su carácter era un poco excéntrico. A veces me trataba con enorme

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