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De Cuerpo A Corporeidad


Enviado por   •  28 de Octubre de 2013  •  2.143 Palabras (9 Páginas)  •  415 Visitas

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“Como problematizar la Educación Física desde la transición del concepto del cuerpo al de corporeidad”, publicado en “efdeportes.com” revista digital, 2002.

Portela Guarín, Henry

Leer a Bernard (1985) es comprender las ambivalencias del cuerpo, su apología en la cultura, su transformación en las costumbres, su alienación en el trabajo en el deporte y su desmitificación hacia nuevas imágenes de cuerpos. Apreciación que tiene mucha relación con las distintas maneras como se concibe la Educación Física.

Dichas ambivalencias como las posibilidades infinitas del cuerpo: su deterioro físico funcional, su deseo de goce, su fragilidad y temporalidad. De tal forma que toda reflexión sobre el cuerpo debe ser ética y metafísica quiérase o no. Todo enfoque del cuerpo implica una elección filosófica hasta teológica y viceversa; semejante perspectiva de análisis, oscila entre la condenación considerando el cuerpo cortina, obstáculo, limitación, prisión, tumba por un lado, y por el otro goce, exaltación, creación, fuente de belleza, espejos de relaciones sociales.

Lo anterior hace relación a la perspectiva del propio fuera que reconoce en el hombre una dualidad fundamental de pulsaciones opuestas la pulsión de la vida y la pulsión de la muerte, lo que destaca Freud como la potencia e intensidad de la energía libididinal y al mismo tiempo reconocimiento del cuerpo como fuente primaria del sufrimiento.

Maldonado (1997) lo plantea de la siguiente manera:

Existimos entre dos limites incognoscibles e enexperimentables: El nacimiento y la muerte - incognoscibles e enexperimentables en el sentido de que nadie experimenta su propio nacimiento ni tampoco su propia muerte. Experimentamos el nacimiento y la muerte, siempre como el nacimiento y la muerte de los otros.1

Para Husserl, referenciado por Escobar (1997) el filosofar cartesiano adormeció cómodamente el pensamiento de la modernidad, desde el objetivismo fisicalista y el dualismo psicofisico porque toda la cosmovisión del hombre se dejó determinar por las ciencias positivas, lo que se convirtió en un alejamiento indiferente de los problemas que son decisivos para un auténtico humanismo.

Pinzón y Suarez (1997) precisan el dualismo Naturaleza - Cultura, La Naturaleza como lo heredado, lo orgánico de naturaleza física y bioquímica, y La Cultura como lo aprendido, opuesto a lo biológico, considerada entidad de la conciencia, representación lenguaje - escritura; es decir importa lo viso - auditivo, el sentir es intrascendente ni se articula.

Por lo planteado, no se puede mirar el cuerpo desde su determinación somática, propia de la física, la biología o la química, por el contrario desde toda una dimensión simbólica. Por eso para el desarrollo de una educación física que redimensione el ser humano, se requiere de una relación educativa que asuma la vida ontológicamente, entendiéndose como la capacidad de soñar, tener emociones, ser históricos, proyectados hacia el futuro desde múltiples posibilidades e incertidumbres.

Para ello, hay que partir por reconocer, que existen hoy en día muchas miradas sobre el papel del cuerpo en la vida del hombre, desde el punto de vista médico, sicológico, sociológico, etnológico, lingüístico, psicomotriz, sin dejar a parte el lugar central que le está señalando el arte, la pintura, la escultura, el teatro, la danza, la literatura y actualmente la sofrología.

Por eso se comprende que la transformación de las culturas en esta época se han dado iniciadas con un gran movimiento como fue el hipismo, movimiento que buscaba rehabilitar los valores corporales por medio del nudismo como medio de subvertir el orden institucional depravado por el dinero y la sed de riqueza, pero la sociedad capitalista supo desbaratar hábilmente esta maniobra transformándola en un nuevo objeto de consumo, de manera que la actual sociedad capitalista entonó el himno de alabanza al cuerpo para pervertir mejor los efectos corporales y también para metamorfosear el erotismo en pornografía.

La vigorexia, cuyo nombre científico es dismorfia muscular, es una distorsión de la imagen corporal caracterizada por que las personas que la padecen se consideran siempre demasiado pequeñas o enclenques por lo que intentan aumentar continuamente el volumen de sus cuerpos y, más en concreto, de su masa muscular. La vigorexia suele acompañarse de la práctica compulsiva de ejercicio, dietas hiperprotéicas y el uso de determinados fármacos que faciliten el aumento de la masa muscular (esteroides anabolizantes, testosterona, hormona del crecimiento, etc.) (Pope et al., 1997)

A decir de Bernard, la alienación del cuerpo en el trabajo en la medida en que el cuerpo ya no es sólo esfera del placer, sino que es un instrumento o herramienta de producción en busca de un mayor rendimiento, el cuerpo se condujo a transformarlo en una fuerza de rendimiento o más exactamente en máquina cibernética; esto logra que el cuerpo quede al servicio del rendimiento industrial o en última instancia al servicio de la sociedad capitalista.

Por eso el deporte, entendido como competencia extrema, tampoco es ajeno a lo anterior, asistimos a la explotación a través del entrenamiento del cuerpo con miras a obtener un máximo rendimiento deportivo. La masificación de deporte juega el mismo papel ya que desde la ilusión de esparcimiento, se pretende un cuerpo "bello", armonioso, libre, sano: objeto que se manipula, se explota y en el que convergen múltiples intereses sociales, políticos y económicos de la actual civilización técnica.

Se pregunta Schnaidler (2001) ¿Cual es el verdadero propósito que persigue el proceso de deportivización al interior de una institución fundamental en los procesos de reproducción ideológica de la sociedad capitalista?. Reitera como los espacios determinados para la práctica de la actividad física, los tiempos asignados y su periodicidad semanal, tomados originalmente de las secuencias pautadas por los principios del entrenamiento deportivo, se conjugan con los materiales seleccionados para estimular la práctica (pelotas, aros, sogas, colchonetas…). Si a esta descripción sumamos las valoraciones de las nociones de aptitud y actitud en relación con los parámetros del desarrollo motor, encontramos presencia clara de la actividad deportiva en la formación escolar.

Pero el cuerpo está también directamente inmerso en un campo político; las relaciones de poder operan sobre él una fuerza inmediata, lo cercan, lo marcan, lo someten al suplicio, lo fuerzan a unos trabajos, lo obligan a unas ceremonias, exigen de él unos signos. Este cerco político del cuerpo va unido de acuerdo con unas relaciones complejas y recíprocas, a la utilización económica del cuerpo, en una buena parte

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