Definición conceptual.

II.- Definición conceptual.

En este apartado la actividad consistirá en definir conceptualmente los elementos que constituyen el fenómeno onírico. Esta actividad será grupal y consistirá en dar cuenta de las siguientes problemáticas.

a) Mencione a que obedece el olvido del sueño.

El fenómeno onírico está determinado por diversas cuestiones que se juegan no solo durante el dormir, sino que preexisten a este. S.Freud plantea un proceso de formación del sueño, no como una serie de pasos mecánicos, mas, estos vienen a ser sobredeterminados, un conjunto de múltiples factores en la vida del soñante, bien es cierto aclarar que todos soñamos, mas no todos de igual manera.

En el esquema del funcionamiento psíquico Freud ilustra una estructura, un aparato y expone un panorama para entender la formación del sueño. En este encontramos que donde se germina el material para la formación del sueño es el inconsciente, en donde según proceso primario la energía fluye libremente a través de los mecanismos de desplazamiento y condensación, es en este donde como un sello quedó la impresión de la primera satisfacción, y posteriores huellas mnémicas, segundo a esto tenemos lo perteneciente al preconsciente-consciente, donde todo es regulado por el proceso secundario, existe e este un mayor dominio del pensamiento, la energía está ligada ya a representaciones accesibles o de fácil sucesión a la consciencia. Ya por ultimo encontraremos también una barrera por la cual dichas figuras localizadas en el inconsciente tendrán que pasar para entrar en domino del preconsciente, esta barrera está regida por el principio de realidad, y deforma estas figuras de tal manera que no sean insoportables para la consciencia.

¿Porque olvidamos lo que soñamos?

El sueño es pues una serie de, representaciones-cosa, una vez deformadas aparecen al sujeto como imágenes, en sucesión a las cuales este intentara dar algún sentido. La propuesta del olvido del sueño es precisamente a consecuencia de la deformación, y del fin de esta, al ser una situación desagradable, o elementos con mayor carga libidinal para el sujeto, el sueño, o fragmentos de este, pasan a ser olvidado (o reprimidos). Cabe aquí la pregunta de si en realidad todos los soñantes recuerdan su sueño tal cual fue. ¿La “infidelidad” de la memoria, incapaz de conservar el sueño, las partes más significativa de su contenido, mutila lo que recordamos?

Soñamos más de lo que recordamos y sólo recordamos, con inseguridad, fragmentos. El recuerdo refleja infielmente el sueño: ¿es tan coherente como lo contamos?, ¿o lo llenamos con material ad hoc, lo embellecemos y rectificamos.

El proceso secundario es quien se encarga de ordenar e intentar dar coherencia a estas imágenes, representaciones, que ahora el soñante recuerda, es por este proceso que Freud designa un contenido manifiesto,

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