Demanda mercantil

C. JUEZ DE EN TURNO DE LO MERCANTIL DEL DÉCIMOCUARTO DISTRITO DEL PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN CON SEDE EN ESTA CIUDAD

PRESENTE

OMAR A. FARAH C., mayor de edad legal y con completa capacidad para obligarse. Con domicilio convencional para oír y recibir toda clase de notificaciones en el predio número Dos Cientos Treinta y Dos de la Colonia Campestre de esta Ciudad de Mérida, Yucatán; con código postal 97120; autorizando en los términos del art.XXXX del Código Civil del Estado de Yucatán, para imponerse de autos y recibir toda clase de notificaciones al licenciado en derecho José Encarnación Flores Cámara, con cédula profesional expedida por la secretaría de educación pública número 2525258 y con número de registro de litigante 8585852, expedido por el consejo de la judicatura del poder Judicial del Estado.Con el debido respeto comparezco y expongo:

Que, como acredito con el poder que consta en la escritura pública número 987456 otorgado ante la fe del notario público Lic. Federico García Rejón, titular de la notaría Cincuenta de esta ciudad, vengo en mi carácter de apoderado de la persona moral denominada “Consorcio Hotelero S. A. de C. V.,  a través del presente ocurso a entablar Juicio Ordinario Mercantil en ejercicio de la acción de pago de pesos mexicanos en contra de la persona jurídica denominada “Las Mejores Lavadoras S.A. de C. V.”, que puede ser notificada en el predio ubicado en XXXXXXX.

Como resultado de este proceso jurisdiccional, pretendo obtener que se me otorguen las siguientes:

PRESTACIONES

PRIMERO: El pago de la cantidad de Ochenta Mil Pesos en concepto de Suerte Principal. Este pago se ha de hacer en compensación de los daños hechos a los bienes de mi poderdante.

SEGUNDO: El pago de la cantidad de Cuatrocientos Mil Pesos, en cuestión de suerte accesoria, por concepto de perjuicios producidos a mi poderdante.

TERCERO: Que se le condene al demandado a los gastos y las costas que de este proceso sufra mi poderdante.

Los anteriores conceptos, los motivo en los siguientes:

HECHOS

UNO: Mi poderdante suscribió un contrato de prestación de servicios de lavandería de blancos con la hoy demandada; pasado ante la fe del notario público Lic. Federico Granja Ricalde, titular de la notaría Cincuenta de esta ciudad, y que consta en la escritura pública número 6549797, de fecha Dos de octubre del año Dos Mil Trece.

DOS: La relación comercial transcurrió sin problema alguno durante bastantes meses, siendo que los días lunes, miércoles y jueves recogían la ropa sucia; los martes, jueves y viernes entregaban la ropa limpia.

TRES: El pasado día viernes Cuatro de Septiembre, al recibir la ropa limpia, el empleado encargado de la bodega de blancos del hotel, el C. Manuel Tun Tun, se percató de que un gran número de piezas se encontraban dañadas. Relaciono el número exacto, así como los tipos de prenda dañados en una tabla que establezco en el Anexo Uno a esta demanda.

CUATRO: Ante este tipo de circunstancias, el empleado en cuestión está obligado a informarle a su superior. Por lo que procedió a avisarle a la Señora Marietta Castro Ruz, ama de llaves del establecimiento del cual mi poderdante es dueño.

CINCO: La Señora Marietta antes mencionada le informó al señor Eduardo Martínez, gerente del hotel, del daño que presentaban los blancos al; por lo que éste procedió a localizar a la administración de la empresa hoy demandada para informarles de la situación, así como de las posibles maneras de resolverlas. Es necesario mencionar, que en la cláusula Veinticinco del contrato suscrito entre mi poderdante y la empresa hoy demandada; en lo tocante a los daños ocasionados por “La lavandería” a los bienes “Del Hotel” durante el lavado de los blancos, los gastos correrían a cargo de “La lavandería”.

Lo anteriormente dicho, lo probaré con el contrato a que me referí, que ofrezco como prueba documental.

SEIS: La respuesta de la señora Catalina Creel, quien habló por la empresa denominada “Las Mejores Lavadoras S.A. de C. V.” se mostró renuente a alcanzar cualquier tipo de solución y me comentó que no le importara lo que dijera el contrato que habíamos firmado, que no se haría cargo de los daños que me ocasionó.

SIETE: Al obtener ese resultado, mi poderdante se vio en la necesidad de adquirir piezas de blancos nuevas, para sustituir las dañadas. Prendas por las que erogó la cantidad de Ochenta Mil Pesos Mexicanos.

OCHO: Como resultado de las piezas de blancos que me dañó la hoy demandada, mi poderdante se vio obligada a cancelar el uso de veinte habitaciones del hotel, en un momento de plena ocupación, durante los diez días que tardaron en llegar las nuevas prendas. El precio promedio de la habitación por noche en esos momentos era de Dos Mil Pesos Mexicanos; por lo que el perjuicio ocasionado a mi poderdante asciende a la cantidad de Cuatrocientos Mil Pesos.

NUEVE: La cantidad y características de las prendas dañadas, se relacionaron y sumaron un gran total de Ciento Cinco Prendas. El costo total de la reposición de las mismas, lo acreditaré con la factura que adjunto a la presente demanda.

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