Democracia Y Representación

DEMOCRACIA Y REPRESENTACIÓN. DIMENSIONES SUBJETIVA Y OBJETIVA DEL DERECHO DE SUFRAGIO

Manuel Aragón Reyes

El derecho electoral es definido como el conjunto de normas reguladoras de la titularidad y como ejercicio del derecho de sufragio, activo y pasivo, de la organización de la elección, del sistema electoral, de las instituciones y organismos que tienen a su cargo el desarrollo del proceso electoral y del control de la regularidad de ese proceso y la veracidad de sus resultados.

Por tanto debemos enfocar el objeto del derecho electoral que es sobresaltarlo como elemento esencial, de tal forma que el derecho este encaminado a garantizar la efectividad del mismo.

Podemos identificar los principios generales del derecho electoral: la primacía del sistema representativo, la neutralidad de las organizaciones electorales, la libertad del sistema representativo, la neutralidad de las organizaciones electorales, la libertad de presentación de candidaturas, la igualdad de oportunidades de los candidatos, la universalidad, igualdad, libertad, secreto de sufragio, la judicialización del sistema de controles y de verificación de la regularidad de la elección.

Así entonces, el derecho electoral tiene por objeto hacer efectivo el principio de que la soberanía reside en el pueblo.

Cuando se habla de derecho de sufragio, este es identificado como el derecho de voto, ligado a la colegialidad, es decir, que se identifica con la actividad pública o más generalmente política, que va desde una junta de vecinos hasta el consejo de administración de una campaña mercantil.

El derecho del sufragio tiene su entendimiento correcto situado en la esfera de lo público y no de lo privado, donde se habla con propiedad del derecho del voto, pero no propiamente del derecho del sufragio, ya que tiene una connotación más política, pues hablar de derecho de sufragio cuando está atribuido a ciudadanos, es decir, a miembros de una comunidad política adoptando a través de él decisiones de naturaleza política que atañen al gobierno de esa comunidad.

El derecho de sufragio y democracia sólo pueden coincidir cuando el sufragio es universal, ya que si bien no hay democracia sin sufragio universal, seguramente existirá sufragio universal sin democracia.

No basta el carácter de universal del sufragio para considerarlo democrático; debe también ser libre, igual, directo y secreto. El voto de los ciudadanos debe valer igual, debe emitirse sin intermediarios, siendo la manifestación de una decisión libre, es decir, de una voluntad no coaccionada. El secreto del voto garantiza la libertad de emitirlo. El sufragio en libertad no significa sólo que el acto de votar deba sentirse sin coacción alguna y con plena capacidad de opción, sino que el propio de derecho de sufragio debe estar acompañado de otras libertades sin las cuales no podría hablarse en propiedad de un sufragio libre.

El derecho de sufragio no esta conectado con la democracia representativa pues también mediante el voto se ejerce la democracia directa, ya sea a través de las asambleas abiertas o de la institución del referéndum. Entonces el sufragio más que votaciones significa, elecciones.

Hablar de derecho de sufragio, además de ser un derecho subjetivo, en el doble sentido en el derecho de sufragio activo y pasivo, se entiende que es un principio, el más básico de la democracia o del Estado democrático. Esta solidez se da en la medida en que se reconoce que la soberanía reside en el pueblo, no habiendo otro modo más eficaz de comprobación de la voluntad popular que mediante el ejercicio del voto. Por lo tanto, el derecho de sufragio es mas comprensible cuando se comprende como un método para designar la representación popular, es decir como principio de la democracia representativa.

Por otro lado, sabemos que el reconocimiento de la función mediadora electoral de los partidos se encuentra en la legislación

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