Deportivo

c) En respuesta a la solicitud formulada por los padres de C. G. S. y D. para que se autorizase la ablación de uno de sus riñones para ser injertado en su hermano J. I., la Sala A de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil confirmó la sentencia de 1ª instancia que manifestó no hacer lugar al pedido de los progenitores de C. G. S. y D.

d) En este caso se pone en tela de juicio la capacidad de hecho de C. G. S. y D. Según nuestra legislación al ser menor de edad no puede distinguir las consecuencias que podría provocar la ablación de un órgano. Sin embargo los jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación indican razonablemente que en sólo dos meses (que es la cantidad de tiempo que le falta a C. G. S. Y D. para adquirir su plena capacidad)la madurez psicológica, el grado de discernimiento y la responsabilidad para realizar la ablación de su riñón y ser trasplantado, no podría variar exageradamente. Además la ley 21.541 no prohíbe a los padres completar el asentimiento de la menor dadora. Conforme a las excepcionales particularidades de esta causa, tantas veces reiteradas "supra" y a las normas jurídicas citadas, ha de ser tenido especialmente en cuenta en la solución de este caso, el consentimiento de los padres y la intervención de la autoridad jurisdiccional.

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