Derecho origenes

El derecho nace de la propia necesidad del ser humano en donde toma como fuentes principales la ley, la costumbre y la jurisprudencia, quien en consentimiento de la divinidad otorga la capacidad al ser humano para dar lugar al marco jurídico necesario para su adecuada convivencia.

En este contexto, la denominación de “Nuevo Mundo” no se ha considerado en el Derecho Romano, aunque existen leves esbozos que abarcan una descripción de mismo en base principalmente a la necesidad de conformar un imperio universal expresado en  base de orbis, terra, Manrique entre las principales. La constitución de Teodosio y Valentiniano expresan las primeras intenciones en nombrar al mundo dentro de sus acepciones. Por otra parte la palabra Nuevo se orienta a identificar la nueva alianza, en donde se incluye el descubrimiento de América, denominado como Indias por parte de Colón en 1942.

Sin duda, el descubrimiento de América dio inicio a profundos cambios y revoluciones que dieron lugar aún fomento de la investigación, el desarrollo de las ciencias, el comercio, pero también aspectos negativos como la explotación, la destrucción y la denigración del ser humano en lo que se conoce como la conquista.

El Nuevo Mundo da lugar a una concepción amplia del ser humano y por ende una evolución en el derecho que dio lugar al Sistema Jurídico Latinoamericano, en donde se guarda relación amplia aspectos históricos y jurídicos para conformar una estructura normativa viable y aplicable. En este caso, para el Derecho Romano, el hombre y persona eran símiles siendo expresiones que identifican al ser humano en su total expresión.

Atendiendo una necesidad básica e inherente en el ser humano manifestada desde los primeros habitantes en la Tierra, empieza a establecerse acciones relacionadas a la agrupación, las cuales dieron pasó a la organización de comunas, pueblos y sociedades. En estas, la afiliación, estableció las bases sobre las cuales el hombre empezó a buscar consolidar grupos en los cuales encontró mayor seguridad, organización, afecto, entre otras.

La organización de la sociedad, desde las bases de la familia, marcó un proceso evolutivo en el cual la persona entendió la importancia de contar con normas que regulen la conducta y permitan que la moral pueda manifestarse en cada uno de sus actos. En Roma por ejemplo, se inicia la conformación de códigos, en los cuales se manifiesta las normas elementales de convivencia, destacándose la figura de jurisconsultos, quienes mediante el análisis y deducción permitieron dar paso a las principales interpretaciones del entorno desde la perspectiva jurídica.

Luis Cea al respecto señala “los sistemas jurídicos se enfocaron en atender los principales problemas en la conformación de la sociedad, buscando desarrollar un orden en el cual se faculte la sana convivencia” (Cea, 2010, pág. 120).

Acorde a lo expuesto, se puede inferir que la importancia del derecho se basa en la búsqueda de una mejor convivencia, en donde la seguridad jurídica y el bien común se conviertan en los fines requeridos para consolidar adecuadas relaciones entre las personas. De esta manera, se evidencia la existencia de principios sobre los cuales se orientan las normas para consolidar una sociedad más justa y efectiva. La igualdad, equidad, legalidad, propocionalidad se convierten en bases que dan lugar a la conformación de normas que permitan respetar los derechos de las personas.

Oscar Ochoa enfatiza que las principales doctrinas de derecho entienden que su participación nace por la existencia de elementos naturales, descritos por los iusnaturalistas que conciben a la normativa como una expresión que permite explicar la realidad. “Los derechos son inherentes al ser humano, por lo que su declaración es una responsabilidad del hombre en ejercicio de su deber” (Ochoa, 2012, pág. 12).

Analizando lo expuesto, se puede evidenciar que existen derechos propios de la vida y que la normativa debe recogerlos a fin de permitir un mejor entorno de cumplimiento. En este caso, la naturaleza da paso al origen del derecho como una manifestación del ser humano derivada de la comprensión del entorno.

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