Derechos Humanos

comunidad internacional, desde su integración al sistema universal su idea es ofrecer las garantías con las que debe contar los individuos frente al Estado, basada en las nociones de dignidad del ser humano. La lucha constante por el reconocimiento de los derechos de los esclavos en la época de la Conquista Española.

Los derechos humanos que dieron lugar a la Revolución Francesa fueron denominados derechos de la primera generación, los derechos civiles y políticos (libertad de credo, libertad de expresión, derecho de voto, derecho a no sufrir malos tratos, etc.). Son derechos la reivindicación de un espacio de autonomía y libertad frente al Estado; lo que plantean estos derechos humanos es la no http://es.scribd.com/mobile/doc/110596934/device_features del Estado en la vida de los ciudadanos y ciudadanas. Sin embargo, con el paso del tiempo se fue viendo que los derechos civiles y políticos eran insuficientes y que necesitaban ser complementados. No será hasta fines del siglo XIX y principios del XX cuando, debido al auge del movimiento obrero y a la aparición de partidos de ideología socialista, se empiece a calificar a los derechos civiles y políticos como meras “libertades formales”, en sentido marxista, si no se garantizan, a su vez, otro tipo de derechos: los derechos económicos, sociales y culturales (derecho al trabajo, al alimento, a la educación, etc.). Se considera que la dignidad humana se une tanto en el reconocimiento de los derechos civiles y políticos como en el reconocimiento de los derechos económicos, sociales y culturales.

Esta segunda generación de derechos humanos recibirá un apoyo importante con el triunfo de las revoluciones rusa y mexicana, que tratan de integrarlos de una manera efectiva. Esta nueva generación de derechos humanos ya no se va a complacer con un papel meramente pasivo del Estado, sino que va a exigir una actividad positiva por parte de éste para ser puestos en práctica.

Ahora bien, a pesar de la existencia y aparición histórica de las dos generaciones o tipos de derechos humanos que acabamos de analizar, no se trata de dos compartimentos estancos, dos categorías completamente autónomas, sino que ambas categorías van a estar profundamente interrelacionadas. Es lo que se denomina la indivisibilidad e interdependencia de las dos generaciones de derechos humanos.

Resumen

Antecedentes de la protección internacional de los derechos humanos

Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial y creada la Organización de las Naciones Unidad fue que se internacionalizaron los derechos humanos en 1945. Es aquí donde en plena guerra surgió un amplio movimiento en favor al reconocimiento internacional de los derechos humanos.

Se dice que hubo un Derecho Internacional clásico es decir anterior al Derecho Internacional a 1945 donde sólo se regulaba exclusivamente las relaciones entre los Estados, mejor dicho sólo los estados eran sujetos de Derecho Internacional, estos eran aptos para realizar acciones titulares de derechos y obligaciones en el ambiente internacional.

Fue donde tras la primera Guerra Mundial y con la creación de la entonces Organización Internacional de carácter general, la Sociedad de Naciones, es cuando la definición de los sujetos de Derecho internacional comenzó a aparecer, sin embargo los individuos aún no gozaban de derechos, no eran sujetos, sino objetos del Derecho Internacional.

Este derecho negaba a los otros Estados el derecho a interceder o intervenir en favor de los individuos del Estado si es que eran maltratados, la única excepción permitida era la institución de la intervención humanitaria. Esta institución está basada en que los Estados tienen obligación internacional de garantizar a sus propios individuos ciertos derechos básicos y que el Estado no puede ignorarlas, sólo en caso de violación a estos derechos se permite el uso de la fuerza de uno o más Estados para poner fin a dichas violaciones, es así como surge los límites a la soberanía absoluta de los Estados inmersos en esta sociedad de naciones.

Fundamentación de los derechos humanos

Planteamiento inicial

Desde la perspectiva jurídica parece evidente que si se reconocen determinados Derechos, sin embargo deberían existir mecanismos más eficaces de protección para los mismos, porque si no se garantizan estos mecanismos aparecería un vacío en los derechos. Tras esta triste realidad se avecinan una serie de cuestiones relevantes que se recomienda desvelar y afrontar para dar más solidez y fundamentación a la dinámica, es decir desarrollar Ética.

Los derechos se mantendrán sólidos si se maneja bien el concepto de dignidad que debe emanar de cada individuo y hacer cumplir la protección de los mismos, porque buscamos la igualdad de oportunidades y circunstancias de elección.

La dignidad como fundamento y horizonte de la protección de los derechos humanos

Justificaremos la protección de los derechos humanos dependerá de la fundamentación de los mismos. Con el paso del tiempo observamos que se exige la protección de estos de forma continua debido al avance que emanamos de la dignidad humana.

La fundamentación filosófica de los derechos humanos es un tema complejo y discutido, el que nos hemos ocupado en otros lugares.

Dignidad es un apelativo que se aplica a las acciones. Ciertas acciones son consideradas dignas, son valiosas y estimadas por sí mismas (por ejemplo, prestar ayuda a quien la necesita), debido a la calidad moral que tienen, si quien las hace asume además el fin que les es propio (en el ejemplo, satisfacer una necesidad del otro, no realizar la ayuda como estrategia para conseguir fines propios).

Otras acciones, en cambio, son consideradas indignas, ya sea por su propia naturaleza (por ejemplo, cometer una violación), ya sea por la intención que la anima (por ejemplo, ofrecer cierta ayuda como estrategia de seducción).

Si tomado en este sentido el calificativo “dignidad” se aplica directamente a las acciones, indirectamente revierte en los sujetos que las realizan. Una persona es digna cuando realiza acciones dignas. En cambio, las acciones indignas hacen indigno al que las realiza. Aquí la dignidad que tiene una persona es algo que se merece, que se conquista, a través de la conducta moral correcta. La dignidad es también, como antes, un concepto que sirve para establecer diferencias, que divide a los humanos, sólo que la raya que les separa en dignos e indignos, ya no es infranqueable en ninguna de las direcciones.

En este enfoque, la dignidad está decididamente unida no a los derechos sino a los deberes. Es el enfoque dominante entre

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