Desarrollo Humano
Enviado por galletadelimon • 20 de Septiembre de 2013 • 1.831 Palabras (8 Páginas) • 273 Visitas
DESARROLLO HUMANO
UNIDAD 1 LA LIBERTAD: FACULTAD INHERENTE DE TODO SER HUMANO
Imagina que los seres vivos se clasificaran según sus capacidades cognitivas. En el nivel inferior, estarían sin duda las plantas, desprovistas de todo razonamiento. Enseguida se encontrarían los animales, que actúan guiados por sus instintos, como el pájaro que levanta inmediatamente el vuelo al ver un gato, reaccionando según su instinto natural que no incluye la posibilidad de actuar de otra manera ante la advertencia de peligro.
El ser humano se hallaría en la cúspide de la clasificación, puesto que posee la facultad de reflexionar y actuar en función de sus gustos o necesidades. A esto se le llama libre albedrío o facultad de elección.
PROPOSITO DE LA UNIDAD.
En esta unidad reflexionarás acerca de la libertad e identificarás algunos de los elementos que influyen en tu voluntad como sujeto racional, con el objeto de que valores el alcance de tus decisiones y su impacto en tu contexto inmediato. Para ello, examinarás algunas situaciones de la vida cotidiana que seguramente te serán familiares.
COMPETENCIAS ESPECÍFICAS
Identifica la libertad como una facultad inherente al ser humano, para estimar la relevancia de las decisiones individuales y el impacto de éstas en el mundo que le rodea, a través del examen de situaciones en las cuales hay un margen de acción.
Analiza los elementos que intervienen en la justificación de todo acto, así como sus posibles valoraciones, por medio del estudio de distintos contextos y sus consideraciones particulares.
LA LIBERTAD: FACULTAD INHERENTE A TODO SER HUMANO.
Muchas veces, durante la niñez, el ser humano acepta en forma pasiva las normas y reglas que recibe de los mayores (padres, maestros, ministros de la iglesia, autoridades gubernamentales, etc.), ya sea por imposición o por convicción, pero al crecer, poco a poco la razón busca los fundamentos de dichas reglas.
Quizá durante tu adolescencia pusiste en duda algunos de los principios que aprendiste en el seno de tu familia, motivado por tus propias reflexiones y en un afán de formar tu propia identidad. Pues bien, al ser adulto, te encuentras en el mejor momento para seguir cuestionando lo que sucede a tu alrededor e incluso ir más allá, transformando tu realidad para mejorarla o adaptarla a tus necesidades.
Todo ello es posible gracias a la razón, que es aquella característica fundamental que nos hace ser humanos, y que nos permite, entre otras cosas:
• reflexionar antes de actuar
• postergar
• planificar
Contrario a lo que pueda suponerse, la razón no es una facultad que nos brinde la solución a nuestros problemas automáticamente, como si se tratara de una computadora. La razón, ante todo, es flexible, y tiene la capacidad de adaptarse a las múltiples situaciones que se nos presentan cotidianamente.
Cabe señalar que, para que la razón sea plena, es necesaria la presencia de la libertad: para poder actuar de acuerdo a lo que cree conveniente, el ser humano tiene que ser libre. Sin embargo la libertad también requiere de la razón, ya que sólo por medio de ella hombres y mujeres podemos decidir qué hacer ante un mar de posibilidades.
Gracias a la razón el ser humano decide qué hacer; gracias a la libertad, se mueve a sí mismo para alcanzar sus propósitos.
Actuar al margen de la razón o ignorar que los actos tienen consecuencias y que de uno mismo dependen los resultados, puede ser desfavorable; sin embargo, algunos lo hacen de vez en cuando, por ejemplo: el alumno que debe estudiar para un examen al día siguiente y decide ir a una fiesta; el diabético que elige comer una rebanada de pastel a pesar de saber el daño que le produce ingerir alimentos con azúcar; el joven que empieza a fumar a pesar de comprender que la nicotina es altamente dañina.
Todos ellos tienen algo en común: ignoran el sentido común y dan prioridad a la satisfacción de sus impulsos inmediatos, mismos que le ocasionan sólo un bien momentáneo.
Actuar a partir de impulsos inmediatos, sin razonar, trae consecuencias no deseables. En este sentido, la libertad, orientada por la razón, permite lograr los mejores resultados en todo aquello que se emprende. Aunque a veces hay excepciones. En ocasiones se actúa con base en aquello que se considera acertado y aún así se obtienen malos resultados.
Por ejemplo, una madre de familia golpea a su hijo en afán de inculcar en él la disciplina y el orden. ¿Puede eso llamarse auténticamente "razonable"?
Tal vez esta persona así lo cree. Sin embargo pasa por alto que la violencia dejará heridas en lapsique de su hijo, que posiblemente serán difíciles de sanar.
En este caso se trata de un bien aparente, que se basa sólo en la apreciación subjetiva, en aquello que se piensa o se siente que puede ser correcto, pero no lo es si reflexionamos a profundidad sobre ello.
LOS ALCANCES DE LA LIBERTAD: INTENCION, CONSEJO Y ELECCIONES.
Hasta este punto se puede concluir que para ser realmente libres, los seres humanos debemos emplear objetivamente la razón. Sin embargo, la fórmula no es tan sencilla, ya que lo que consideramos razonable depende de muchos factores. Por otro lado, es necesario señalar que la libertad se ve restringida por las situaciones que nos determinan, es decir, que nos limitan al decidir entre una acción u otra.
Una de las preguntas que ha acompañado al hombre a lo largo de la historia es si realmente existe la libertad. ¿Cuántas veces tenemos que hacer cosas que no deseamos, o dejar de hacer aquello que queremos? ¿Podemos decir, en tal caso, que somos libres? Sin duda, hombres y mujeres estamos determinados por las condiciones en las que vivimos, así como por nuestras propias necesidades orgánicas; esto no quiere decir que no exista la libertad.
Ser libre no significa hacer todo lo que se quiera: una persona es plenamente
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