Desarrollo de una buena relación Profesor - estudiante

Desarrollo de una buena relación Profesor - estudiante

La relación que debe existir entre el alumno y el profesor debe estimular a la buena comunicación. Tomando en cuenta que los profesores no pueden limitarse a ser meramente receptivos, deben aprender a conversar con el alumno, reducirse a su estatura, para ayudarle a resolver los problemas que él no puede resolver por sí solo, debe haber entre profesor y estudiante un respeto recíproco y una interrelación constante. No se admite que ningún profesor decida de manera arbitraria lo que está bien o lo que está mal, sin que exista una intercomunicación real con el alumno.

ORATORIA

Contacto entre el instructor y estudiante

La función de los instructores no es dar discursos ni hablar a los estudiantes, ellos están capacitados para la comunicación de ideas y el establecimiento de contacto personal con la clase.

Control del miedo escénico

Los buenos instructores constantemente desenvuelven sus propias técnicas particulares para situar el miedo escénico a su favor más bien que en contra. Algunas de estas técnicas son:

a) Estar perfectamente preparado. Para que el instructor venza el nerviosismo debe tener completo dominio de la materia y el plan para enseñarla teniendo en cuenta que los estudiantes están ahí para aprender y que están más interesados en la materia que en el instructor.

b) Asumir la actitud mental apropiada. El arma más segura que tiene el instructor para vencer los nervios es mantener la actitud mental apropiada hacia él mismo, sus alumnos y todo lo relacionado con la instrucción.

c) Tenga muy en cuenta lo primero que va a decir. Los primeros momentos son los más difíciles; páselos y las cosas irán bien. Es aconsejable saberse tan de memoria la lección que no se necesiten notas.

d) Repase la instrucción anterior. El instructor debe hacer que los alumnos enfoquen su atención en algo con que están familiarizados. Es decir que El instructor se pone a nivel con los alumnos.

Evitar los gestos distractores

Evitar los gestos y movimientos del rostro y manos con los que nos expresamos. Por ejemplo: saludar, reírse, llevarse la mano a la cara, jugar con las manos, ver al piso o techo, postura corporal tensa o encogida. etc.; Y todos esos gestos que hacen que perdamos la concentración

Uso de la voz

Hablar lo suficientemente alto para que todos oigan sin dificultad dependiendo del entorno. De manera que al instructor hablar con los alumnos, estos se sientan cómodos al oírla.

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