Descenso general del nivel de vida

CAPITULO I

EL PROBLEMA

1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

        El rápido aumento de la población en el mundo  trae como consecuencias un descenso general del nivel de vida, la escasez de alimentos, vestidos y viviendas, para la mayoría de las familias es indispensable poseer una vivienda propia sobre todo para las que comienzan a formarse y para aquellas que ya están establecidas, los recursos económicos de los países menos desarrollados, como es el caso de la mayoría de los países latinoamericanos son muy escasos, esto debido a sus índices de pobreza y desempleo lo cual representa el principal problema para la adquisición de bienes inmuebles específicamente de viviendas.

        Todo esto en comparación con los países avanzados, ya que su adquisición de viviendas es mucho mayor, debido a que tienen una economía estable, lo que permite a una mayor parte de la población económicamente activa pueda accesar a los planes planes créditos que le permitan adquirir bienes inmueble; para los países menos desarrollados este problema radica en que el costo de las viviendas es muy alto.

        En el caso de Venezuela el aumento de la demanda de vivienda ha venido con el incremento de la población sin que esta necesidad se haya podido solventar en las gestiones de estado, esto debido a la situación socioeconómica a lo que se han visto sometidos los habitantes de Venezuela, como son el desempleo, la inflación y las tasa de interés, lo que  le disminuye  la posibilidad de adquirir un inmueble propio que le sirva de morada. La sobre población que hay en las grandes ciudades porque las fuentes de trabajo solamente se consiguen esta parte como es el caso de Caracas donde muchas personas trabajan aquí pero tienen su vivienda el las zonas de Guarenas, Guatire o Los Valles del Tuy.

   
        Como paso fundamental para la dignificación de la vida de todos los venezolanos  y  tomando en cuenta la creciente demanda de viviendas el gobierno venezolano está en una continua búsqueda de herramientas y técnicas para propiciar la construcción masiva de viviendas dignas, económicas e  higiénicas y así satisfacer las necesidades de todas aquellas personas, excluidas del financiamiento del sistema bancario, que en su mayoría no contaban con una vivienda propia.

        Para satisfacer estas necesidades el estado Venezolano ha decidido dar inicio a programas de formulación y aplicación de políticas para otorgamiento de créditos con modalidades que permitieran a la población de los estratos más bajos poder optar por una vivienda apropiada. Una de estas medidas es el programa para el otorgamiento de créditos a través de las distintas entidades financieras, tales como lo establece la ley de subsistema de vivienda y política habitacional.

        La nueva Ley del Subsistema de Vivienda y Política Habitacional, fue aprobada en Consejo de Ministro el 07 de octubre de 1999 y entra en vigencia una vez sea publicada en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela, quedando derogadas las disposiciones de la Ley de Política Habitacional publicada en la Gaceta Oficial Nº 4.659, Extraordinaria, de fecha 15 de diciembre de 1993, las disposiciones del Decreto con rango y fuerza de la Ley Nº 2.992, que regula el Subsistema de Vivienda y Política Habitacional publicada en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela Nº 36.575 de fecha 05 de noviembre de 1998, las disposiciones del Decreto Nº 3.241 de fecha 20 de enero de 1999, mediante el cual se dicta el Reglamento del Fondo de Aportes del Sector Público previsto para el Subsistema de Vivienda y todas las demás disposiciones legales y reglamentarias que coliden con esta Ley. El 22 de octubre de 1999 en la Gaceta Oficial Nº 5.392 Extraordinaria se aprueba la Ley de Reforma que regula el Subsistema de Vivienda y Política Habitacional.

        No se trata, simplemente, de una nueva política de vivienda para rectificar el tradicional papel del Estado, atendiendo ahora a la nueva demanda de un hábitat adecuado para los ciudadanos de menores ingresos. Se trata, sobre todo, de una política para saldar la deuda social con las personas de bajos ingresos que, sin mayor asistencia por parte del Estado, construyeron una parte sustantiva de las ciudades venezolanas y padecen las deficientes condiciones de urbanización de los barrios donde residen.

          Para mejorar la situación de crisis de vivienda que existe actualmente en el país, era importante llevar a cabo el proceso de otorgamiento de crédito a través de la Ley de Política Habitacional y era primordial que las Instituciones Financieras implementarán su propia plataforma de apoyo. El cambio de la plataforma para realizar los aportes de ahorro habitacional fue un incentivo por parte del ejecutivo nacional dado a que todos estos fondos eran manejados por los operadores financieros que manejaban este rubro, la finalidad del asunto era pasar los fondos de los ahorristas jurídicos y naturales a un nuevo ente, creado en el año 2008 llamado Fondo de Ahorro Obligatorio para la Vivienda (FAOV) en línea.

        El desarrollo de esta nueva plataforma tecnológica tiene como fin integrar la participación de los operadores financieros, patronos y trabajadores, en los procesos asociados a la captación de aportes del FAOV.

         Esta herramienta permitirá autoliquidar los aportes al FAOV, obtener el Estado de Cuenta de la empresa en formato digital de forma automática, segura y en menor tiempo, también busca beneficiar a los trabajadores venezolanos ya que vía web, podrán verificar si sus patronos están solventes con esta obligación, a su vez, podrán solicitar su crédito habitacional.

Por otra parte, este sistema presenta las siguientes mejoras con respecto al antiguo método:

        El antiguo método era manual y por lo tanto presentaba fallas, ya que las empresas y las personas naturales eran quienes se encargaban de calcular el porcentaje de los aportes, en caso de errores por parte de ellos el proceso se hacía  lento y engorroso.

        El nuevo método beneficia a los patronos, debido a que tendrán la posibilidad de cancelar los aportes y tramitar la solvencia del FAOV, a través de un sistema automatizado, sencillo y rápido en donde el propio sistema calcula el aporte según el sueldo integral de los ahorristas.

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