Desnutricion

UNA POBLACIÓN SANA DEPENDE DE SISTEMAS ALIMENTARIOS SALUDABLES:

Como se ha visto en temas y documento anteriores, un gran porcentaje de la población de Guatemala, no posee un adecuado sistema alimentario, debido a: el entorno, las personas, instituciones, y los procesos mediante  los cuales se producen, elaboran los alimentos. Además de ello se ven reflejados otros factores influyentes como: los ingresos de los hogares, los precios de los productos, y los conocimientos de los consumidores al elegir dietas saludables.

A causa de todos estos factores, y muchos más que afectan solo  a un minimo porcentaje de personas o que quizá no nos hemos dado cuenta. Son causantes de la mala alimentación que de igual manera derivan varios problemas, como la malnutrición, la desnutrición tanto crónica como aguda, la obesidad, y aun estas se  también implican en la carencia de vitaminas y minerales, retraso de crecimiento, cardiopatías coronarias, retraso de crecimiento, deficiencias físicas y cognoscitivas. Por ello  es importante   la erradicación y prevención de estas. Y para poder lograrlo se debe tener una dieta basada tanto en cantidad como en  calidad.

También es importante que se tomen en cuenta los sistemas alimentarios sostenibles, ya que proporcionan dietas nutritivas para toda la población, que además protegen las capacidades de las generaciones futuras de satisfacer sus necesidades alimentarias, ya que con esto se pretende utilizar los recursos de forma eficiente, para  satisfacer las necesidades básicas alimentarias.

Para que se puedan obtenerlos los alimentos sostenibles, se deben aprovechar cada recurso, cada gota de agua, cada grano de fertilizante, los productos residuales y cada minuto de trabajo. Por lo contrario también se encuentran factores que afectan esto como: las plagas y enfermedades que provocan daños a los cultivos y en los animales.

Como se ha descrito, las causas de la malnutrición son varias y entre ellas están: la insuficiente disponibilidad de alimentos inocuos, variados y nutritivos y el insuficiente acceso a ellos; la falta de acceso a agua, saneamiento y atención sanitaria; las formas inapropiadas de alimentación Infantil y de dietas de los adultos. Pero también abarcan el entorno económico, social, político, cultural y físico.

Para hacer frente a la malnutrición, por lo tanto, son precisas medidas integradas e intervenciones complementarias en la agricultura y el sistema alimentario, en la ordenación de los recursos naturales, en la sanidad pública y la educación, así como en ámbitos de políticas más amplios. Sin embargo, una dieta sana va más allá de los alimentos de primera necesidad. Debe ser variada e incluir una combinación equilibrada y adecuada de energía y nutrientes.

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