Dimensión ético- político de la praxis docente.

Parcial domiciliario

Instituto Superior de Formación Docente n° 106

Profesorado de Educación Primaria

Dimensión ético- político de la praxis docente

Profesora: Serratore Grisel

Alumnas: Farias Rocío y    Hernández Mauro  Florencia.

Curso:   4°                                         división: 1°

Ciclo lectivo 2016

Fecha de entrega: 7/ 07/ 16

1. ¿Qué significa enseñar ética Cullen?
2. Explique una de las dicotomías  éticas expuestas por Mariandi y elabore un ejemplo vinculado  a la práctica docente.

Para poder comenzar a hablar  con propiedad acerca de este trabajo, debemos tener en claro  los  puntos a desarrollar, que este caso se basan en la ética y cómo ensenarla.

Entonces,  podemos decir que la ética, es una rama de la filosofía dedicada a las cuestiones morales. Pero la ética es diferente de  la moral,  porque La  Moral se basa en la obediencia a las normas, las costumbres  y preceptos o mandamientos  culturales, jerárquicos o religiosos, mientras que La Ética  busca fundamentar la manera de vivir por el pensamiento humano.

Para la filosofía,  La Ética no se limita a la moral, que generalmente se entiende como la costumbre o el hábito, sino que busca el fundamento teórico para encontrar la mejor forma de vivir, la búsqueda del mejor estilo de la vida.

También  la ética puede confundirse con la ley, pero no es raro que la ley se haya basado en principios éticos.

Sin embargo, a diferencia de la ley, ninguna persona puede ser obligada por el estado o por otras personas a cumplir las normas éticas, ni padecer ningún castigo, sanción o pendización  por desobedecer las mismas, pero al tiempo la ley puede no doblegarse a las cuestiones de la ética.

Ahora bien, una  vez dado el concepto ¿Qué significa enseñar ética según Cullen?

Para el autor, enseñar ética, no es simplemente inculcar valores e imponer una moral, sino que el docente lleve o conduzca al alumno a  la propia reflexión acerca de la acción realizada por él alumno.

Para esto el docente trae consigo un bagaje racional que le permite o autoriza a contribuir en la formación de la ciudadanía reflexiva de cada persona (ya sea en docente – como alumno).

Estas mismas, serían las competencias imprescindibles para saber  críticamente la diferencia entre los principios normativos universales y los valores relacionados con la diversidad cultural.

Como la ética atraviesa a la educación, podemos hablar de la dimensión moral de los problemas educativos: que se entienden como  todo aquello que en la acción de educar puede ser materia o sujeto de un razonamiento ético- práctico.  Ya que el educar puede  o debe exigir evaluar bienes o valores, como fines de esa acción, o cuando se somete a reglas y normas que obligan a hacerla y en qué grado.

Esto llevado a la práctica educativa; nos hace señalar cuatro tensiones, las cuales marcan la relación entre la ética y la educación.

Comenzamos con simetría – disimetría; se trata de una acción comunicativa, porque tanto el alumno como el docente son participantes de un dialogo argumentativo en torno a algo común que los afecta a ambos, con una  estrategia encubierta, con la cuál se busca alcanzar fines, con diferentes medios relacionados al poder de enseñar y al deseo de aprender. Pero ninguna de estas acciones puede violar la acción comunicativa.

En la singularidad, podemos hablar  de la acción de cada sujeto educativo, al tomar una posición frente a las situaciones cotidianas del aula. Como deseo de aprender que solo es posible al desafiar a lo ya sabido y el poder de enseñar se constituye a partir de la frontera que marca la distancia entre lo que se sabe, de lo que no se sabe.

Por otro lado, se considera a la educación como un derecho humano fundamental, el cual se debe respetar incondicionalmente.

Debemos reflexionar sobre esta normativa, porque sino no podríamos tener criterios éticos para poder evaluar diversas morales educativas que se constituye en la trama histórica.

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