Dimensión Personal

INTRODUCCIÓN

¿Cómo se refleja la persona del maestro en la docencia? Analizando la dimensión personal, como docentes sabemos qué hacemos uso de nuestras opiniones, sentimientos y experiencias para mejorar nuestra práctica docente, por tanto, la práctica docente es una práctica humana.

Somos seres humanos con nuestras propias cualidades, características, ideales, tenemos metas, proyectos y circunstancias de vida personales, y todo esto se hace presente reflejándose en nuestra profesión. Por ello, principalmente tenemos que ser conscientes que nuestro deber es la formación de personas por lo que hemos de reflexionar primero en nuestro pasado: el motivo por el cual elegimos la docencia, si es que es lo que pensábamos que sería, cuáles eran las metas que nos propusimos alcanzar; en nuestro presente: las experiencias que han sido más significativas como maestros, qué importancia le damos a nuestro trabajo en nuestra vida, que tan satisfechos estamos, como realizamos nuestra práctica educativa; y en nuestro futuro: nuevas metas, objetivos de cómo queremos transformar nuestra práctica docente.

Las circunstancias por los que se elige la docencia son muchas, herencia de la plaza, gusto por la docencia, padres que son maestros, sueldo estable, fuente de empleo etc. Es así como como todos iniciamos, y cuando empezamos nuestra práctica tomamos como referente a quienes nos enseñaron, a un maestro(a) que haya dejado huella en nosotros, quizá por sus métodos y estrategias o por cómo era.

Un docente se va formando durante su camino de vida, según sus experiencias y motivaciones, logran adentrarse al mundo de la educación y si posee todas las características necesarias para ejercer la docencia, es cuando se podría decir que esa es su verdadera vocación. Tiene que ser un guía desde su propia persona, porque él es una pieza fundamental en el proceso educativo para conducir las mentes de los niños y jóvenes a horizontes más amplios, por eso debe profesionalizarse su labor y ser eficiente, tener esa vocación para realizar un mejor trabajo.

Podemos darnos cuenta de quién es el docente fuera del salón de clases, qué representa para él su trabajo en su vida personal y de qué manera ésta se hace presente en el aula ya que influye de manera muy importante, en el maestro están presentes sus sentimientos y el reto de la realización personal al llevar a cabo su labor. El maestro al llegar al salón de clases no separa solamente la parte de sí mismo que corresponde al saber y a las habilidades propias del docente. A diferencia de otras profesiones, la docencia está enmarcada en las relaciones personales, por lo que la interacción humana es constante, en relación al papel que juega la afectividad en el espacio educativo, es imposible separar la afectividad en el proceso pedagógico. En primer lugar, lo transmitido no puede separarse, como si fuera un objeto,

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