LA DIMENSIÓN PERSONAL EN LA PRÁCTICA DOCENTE

LA DIMENSIÓN PERSONAL EN LA PRÁCTICA DOCENTE

Mi nombre es_____________, vivo en la comunidad de ________________, Veracruz, soy maestra de preescolar, tengo 26 años y esta es mi historia.

Siempre fui una niña muy hiperactiva, curiosa, deportista y con ganas de aprender cosas nuevas, considerada como la hija “modelo” de la familia, toda mi infancia soñé con ser una excelente doctora graduada de la prestigiosa Universidad Nacional Autónoma de México, sin embargo en la preparatoria como varios jóvenes no sabía qué hacer con mi vida así que cuando tuve que escoger una área opte por irme al área de “exactas” o físico matemático, así que bueno ese fue mi primer error en busca de mi sueño, como era de suponerse a la hora de hacer el examen de admisión un reactivo incorrecto me dejo fuera de la posibilidad de cursar la carrera, así que termine estudiando una ingeniera, y como era de esperarse sin ser lo que deseaba hoy por hoy soy ingeniero en Sistemas Computacionales con un poco de dedicación y mucho esfuerzo pude titularme, sabiendo esto proseguiré.

Si me preguntan ¿Cómo llegue al magisterio? La respuesta es simple, no es la más ortodoxa ni la forma correcta de ser maestra sin embargo las circunstancias me favorecieron, mi madre se jubiló y afortunadamente para ella, pudo proponerme para cubrir el prejubilatorio, cabe mencionar que yo me encontraba trabajando para HP como ingeniero de campo, así que tuve que renunciar a mi empleo, siendo honesta no era el mejor ni laboralmente ni económicamente para mí, pero “medio” profesaba mi ingeniería, y es así como busque a quien ahora es mi secretaria general, ella me otorgó una propuesta y me fui a la ciudad de Xalapa en compañía de mi madre, estando allá, hice los trámites correspondientes y espere mi propuesta sindical para después trasladarme a la sev, donde me programaron tres exámenes, conocimiento general, psicométrico y náhuatl, acreditándolos y obteniendo de esta forma la oportunidad de cubrir tres meses del prejubilatiorio, en un principio me fue difícil pues mi contrato significaba algo nuevo para mí, tenía que ser maestra de educación preescolar y yo jamás había trabajado con niños, anteriormente había dado clases en primaria, secundaria, bachillerato y una escuela de informática, pero tenía cero experiencia con pequeñines, sin embargo eso provoco una sensación de reto en mi persona así que con toda la actitud me aventure, preguntaba y de los consejos realizaba mis actividades, pasaron los tres meses y me lleve una grata sorpresa me daban la posibilidad de recontratarme así que no desaproveche la oportunidad y aquí me tienen con mi segundo contrato en curso, he aprendido a querer poco a poco esta profesión, ahora mismo estudio la LEPEPMI y espero seguir aprendiendo para ser mejor profesora.

Mi primer experiencia frente a grupo como maestra de educación preescolar fue aterradora, ver cómo me observaban los padres de familia, me intimidaba, no pasaba de ser “ la hija de la maestra María” por todo me compraban, recibía muchas críticas de las madres, obtenía cosas como “ la maestra María lo hacía así” era realmente insoportable sin embargo con el tiempo con mi trabajo me gane su respeto y el cariño de los niños, ahora mismo es increíble el apoyo, respeto y cariño de parte de los padres y los niños.

Se que muchos desde pequeños sueñan con ser maestros, y que a varios profesores de la educación básica los marcaron para desear ser lo que por hoy somos profesores, mi caso es diferente, la persona que dejo huella en mi fue la Ing. Brissa Burgos una docente del ITCA profesora que en un principio odie porque me mando a repetición ( única materia en toda mi vida escolar que reprobé) y fue

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