Direccion Estrategico

Séptima llave, Aglutinante común

Juan Planas Rivarola

La Real Academia define la palabra aglutinante como el medio capaz a través del cual logramos mantener en contacto, adherir, reunir propósitos o partes cuya adherencia se quiere lograr. Piero Morosini nos habla de la necesidad de tener un “potente aglutinante común” dentro de la organización que permita crear un entorno de confianza y actuar como equipo unido para lograr convertir los sueños organizacionales en realidad. Junto con el desarrollo de un lenguaje común y de redes transfonterizas se encuentran los rituales de comunicación, acciones simbólicas transparentes que permitirán renovar de manera continua el compromiso emocional de la organización con el cumplimiento de su sueño-misión (Morosini, 2012, pag. 235).

Las personas aceptan e interiorizan como suyo los rituales. Los adoptan como propios y por lo tanto se expresan y comunican según los dictámenes de ellos. Se afianzan las conductas y llegan a convertirse en hábitos (Berger, P., y Luckmann, T. (1997), La construcción social de la Realidad). Por ello, la nueva dimensión que Piero Morosini le otorga a los rituales de comunicación involucran la construcción de un mensaje que debe estar unido a resultados que agreguen valor y coloquen en visibilidad los compromisos de la organización y no ser solamente meros transmisores de información entre dos personas. Esto se convierte entonces en un catalizador para lograr los compromisos establecidos y a través de ellos se va construyendo la identidad organizacional alineada a los sueños-misión de futuro. Sin embargo, tenemos que reconocer que a la organización la define también la dinámica cultural en la que está inserta y por ello esta identidad puede ser fragmentada por los rituales de comunicación de los otros actores que pudiendo ser grupos marginales o subculturas dentro de la organización adquieren una importante presencia en la vida de la organización (la comunicación ritual como mecanismo de socialización (Alejandra Elizabeth Urbiola Solís, México 2008).

Tres rituales importantes tenemos en en el área de Calidad, en Gloria. El primero consiste en que todas las personas que ingresan en nuestro departamento se inician desde las actividades menores, aprendiendo a dar importancia y a valorar el porqué de las cosas, desde la limpieza de los ambientes y utensilios hasta las propias actividades que luego desarrollarán. El segundo de ellos, es que la Gerencia y Jefatura toma sus refrigerios de manera indistinta con todo el personal de la Planta. De esta manera, aprendemos de como nuestros colaboradores perciben la calidad de nuestros procesos y productos y tercero, celebramos todos los meses, los cumpleaños de todos los colaboradores en el área de Calidad y aprovechamos para destacar a aquellos que han tenido acciones que merecen ser reconocidos. De esta manera generamos sentido de pertenencia e identificación.

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