Diseño Curricular
Enviado por rous0910 • 12 de Junio de 2014 • 2.060 Palabras (9 Páginas) • 247 Visitas
El diseño curricular se ha convertido en un instrumento de planificación por
excelencia en esta transición de siglo. El concepto de curriculum amplía las
concepciones tradicionales de planes de estudio o de programaciones y permite un
acercamiento holístico a las cuestiones centrales, circunstanciales y tangentes de la
actividad formativa. El sentido teleológico de la formación se constituye de hecho en un
rasgo diferenciador e identificador de todas las modalidades imaginables de educación y
matiza esencialmente el confuso límite entre la educación – incluso la informal – y las
simples influencias externas o internas que producen, cómo no, efectos desarrolladores
y/o formativos de la persona. Por ello, planteamos una reflexión inicial sobre la
necesidad y el valor de la planificación de la acción para adentrarnos en las dificultades
que supone la diversidad constituida en norma, el beneficio de la indagación y la
reflexión en la acción para finalizar planteando la necesaria apertura de miras hacia el
futuro y la consolidación del espacio curricular más ligado a las diferencias humanas en
el seno del aula.
Cuando el/la docente entra en el aula, presupone que va a desarrollar una tarea.
Decimos entonces que la educación es un acto organizado, orientado y por ello
planificado. Sin embargo, no todo lo que sucede en el aula está previsto. De algún modo
es pronosticable que una porción de nuestros planes no se cumpla. Por ello, decimos
que la educación no es tan sólo un problema técnico, es también un arte. El arte es, a
diferencia de la técnica, poco previsible. Es cierto no obstante gracias a una buena
técnica (recursos adecuados, habilidades apropiadas, conocimientos actualizados, estrategias organizadas, actitudes motivadoras) podemos salir más airosos/as de esa
incertidumbre que nos rodea al cruzar el umbral del aula y centro.
La diversidad debe considerarse en todos y cada uno de los niveles de diseño y
desarrollo del Sistema Educativo, que se planifica y organiza a través del currículum y
se desarrolla en diversas fases y niveles de concreción curricular en el diseño, el desarrollo y la evaluación del currículum, lo que conlleva un
planteamiento de capacitación, actualización, desarrollo y concepción de nuestra
profesión y de la propia Comunidad que se constituye en agente educador en todas sus
dimensiones: planificación, desarrollo y evaluació
Abordar la tarea de la enseñanza desde un planteamiento curricular supone ampliar
la perspectiva de análisis de la práctica docente para no centrarla de manera exclusiva en
aspectos normativos y tecnológicos del proceso educativo sino extenderla a los aspectos
culturales, sociales e ideológicos que desde la teoría del currículum se priorizan como objeto
de estudio1
. Es decir, adoptar una perspectiva omnicomprensiva (Sáenz, 1993) que permita
integrar el estudio de los problemas prácticos de enseñanza, en el marco más amplio del
análisis social y antropológico de la educación escolar que facilita la reflexión sobre los
procesos implicados en la selección cultural que la escuela realiza y se concreta en el
contenido y la forma de cada una de las distintas experiencias de aprendizaje que el
alumnado realiza en el centro educativo. Esto permite trasladarnos de la visión normativa
predominantes en los estudios didácticos a la perspectiva de la intervención profesional (con
más clara ubicación en los estudios curriculares).
De esta manera se pretende que el enfoque curricular de la enseñanza realice una
doble función: (a) permitir la adopción de pautas orientativas de la práctica docente, y (b)
facilitar la declaración de las intenciones educativas. Por ello, cuando el sistema educativo
se configura de tal manera que se cede formalmente al profesorado un espacio amplio de
toma de decisiones cuya ocupación exige implicarse en tareas de indagación, reflexión y
selección cultural, se hace necesario adoptar el enfoque curricular.
A la formalización de esta perspectiva holística e integradora de análisis sobre la
enseñanza, en propuestas de diseño, pautas para la realización, evaluación y mejora de la
práctica educativa, y su concreción en acciones formativas que completan la experiencia
escolar del alumnado, le llamamos curriculum.
Para Imbernón (1993) currículum es una herramienta de profesionalización, de
desarrollo profesional del profesorado y de la institución, e incluso de mejora social, pero
desde la perspectiva de servicio a la sociedad y, por tanto, de apoyo a las ideas de progreso
(pág.32).
Pero más que conceptualizaciones comprensivas, las distintas definiciones del
término, representan auténticas aproximaciones a la investigación sobre la práctica escolar,
más reducidas o más amplias, más nítidas o más difusas, que priorizan algún o algunos
aspectos de esa práctica. Un análisis de las definiciones de currículum permitió, en su omento, a Ferrández (1990), extraer tres elementos que aparecen implícitos en ellas y que
justifican la adopción de un planteamiento curricular en la enseñanza:
(a) El propósito educativo que orienta toda acción escolar.
(b) La apertura a la crítica y, por ello, el cambio que promueve.
(c) La relación con la práctica –normativa u orientadora-.
En general, existen dos concepciones complementarias latentes en las definiciones
de currículum: (a) currículum como experiencia a desarrollar en la escuela o como conjunto
de experiencias de aprendizaje –currículum como acción-; y (b) currículum como plataforma
para la descripción y mejora de la realidad de las clases y para la reconstrucción del
conocimiento configurador de la práctica –currículum como representación de la acción-.
El desarrollo curricular requiere la realización de juicios acerca de los fines y el
sentido de la educación que son resultado de la deliberación consciente realizada en el
seno de la escuela por grupos de profesores y recogen su intención de actuar de una
manera determinada para lograr los resultados deseados. Las decisiones tomadas podrán
articularse en los programas
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