Diseño Ecológico: Una Realidad Impostergable.

INTRODUCCIÓN

Con el devenir del tiempo, el proceso de la evolución humana se ha convertido en un agente perjudicial para el ecosistema del planeta. Las ansias de progreso tecnológico – cultural y los fines comerciales en la sobreexplotación de los recursos, nos colocan hoy ante la dura realidad de haber comprimido en unos pocos siglos cambios que, en su ausencia, hubiesen exigido miles o millones de años.

La influencia más directa del hombre sobre los ecosistemas ha sido la de su destrucción o transformación. La tala a matarrasa (el corte de todos los árboles de una extensión de bosque), la explotación selectiva de madera, la desecación de humedales (para ganar tierras de cultivo o eliminar la fuente de enfermedades), destruye, como es lógico, el ecosistema forestal y por ende la vida en la tierra.

Nuestras actividades están contribuyendo al calentamiento global del planeta, sobre todo por la acumulación en la atmósfera de gases de efecto invernadero, fenómeno cuyos efectos se podían asimilar, porque los ecosistemas “emigraban” desplazándose en latitud o altitud a medida que cambiaba el clima, pero como ahora el ser humano se ha apropiado de gran parte del suelo, en muchos casos los ecosistemas naturales o seminaturales no tienen ningún sitio al que emigrar. Y si a esto sumamos la contaminación por herbicidas, plaguicidas, fertilizantes, vertidos industriales y residuos de la actividad humana, podemos percatarnos de que la situación no es nada favorable y de que es necesario, imprescindible, un cambio para bien.

Ante esta situación, afortunadamente, el hombre ha comenzado a preocuparse por su entorno y a buscar alternativas para su preservación. El diseño ecológico es uno de los aspectos que lo comprueba. Es por eso que el presente trabajo pretende ser un análisis sobre esta nueva forma de aprovechar y gestionar de forma sostenible los recursos naturales del planeta, de modo que podamos tener un desarrollo económico y social que permite hacer frente a las necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades.

DESARROLLO

“El mundo es un lugar peligroso. No por causa de los que hacen el mal, sino por aquellos que no hacen nada por evitarlo“.

Albert Einsten

Como exponentes de una cultura de la sostenibilidad, el movimiento de ecoaldeas

Red Global de Ecoaldeas (GEN: Global Ecovillage Network), asigna una alta prioridad a la Agenda 21 de Naciones Unidas, establecida en la Cumbre de la Tierra que se celebró en Río de Janeiro en 1992. Esta declaración resalta las siguientes necesidades: Producción local de alimentos de cultivo biológico Sistemas de energía renovable Diseño permacultural Materiales de construcción y de consumo ecológicos Capacidad para regenerar los recursos hidrológicos locales.

Dentro de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (MDG), programa acordado por todos los países del mundo y por todas las instituciones mundiales más importantes en temas de desarrollo, se encuentra la necesidad de garantizar la sostenibilidad del medioambiente y fomentar una asociación global para el desarrollo.

Estas alternativas nos demuestran que en esta época en que nos está tocando vivir es bueno aprender a reciclar lo que ya tenemos, darle nuevos usos a lo que ya clasificamos como desechos u objetos inservibles para poder alargar la vida del planeta, he ahí un momento importante donde el ecodiseño juega un gran papel.

Los elementos de diseño del hombre están íntimamente conectados al mundo natural y dependen totalmente de él. Redefinir nuestras estructuras, tanto de nuestras tecnologías como de nuestras estructuras físicas y sociales consiste en dar forma a los flujos de energía y materiales para los propósitos humanos, pero

estos propósitos deben estar conectados con los patrones y los flujos más amplios del mundo natural.

Los principios de ecodiseño reflejan los principios de organización que la naturaleza ha desarrollado evolutivamente para sustentar la vida, es la forma en la que pasamos de la fase donde solamente se extrae “cosas” de la naturaleza para la etapa que se aprende con la sabiduría de la naturaleza, fuente infinitamente superior a la ciencia y a la tecnología, ya que durante miles de años ha evolucionado para mantener la vida en la Tierra.

Las ideas básicas del diseño ecológico determinan que residuo de uno es igual a recurso del otro y que el desajuste entre ecología y economía ocurre porque la naturaleza es cíclica mientras los sistemas industriales son lineales, razón por la cual los ecodiseñadores postulan la transición desde la economía de bienes a una economía de servicios y flujos, pero sus proyectos son ejemplos de la evidencia irrefutable de que la transición hacia un futuro sostenible no es ya un problema solamente técnico o conceptual, sino una cuestión de valores y voluntad política.

El Diseño de las “Cuatro R” Las cuatro “R” es un concepto muy utilizado hoy en día para conducir la sociedad rumbo a soluciones de diseño más ecológicas, su nombre surge de su fin: reducir, reutilizar, reciclar y regular, refiriéndose a residuos, consumos, productos, es decir, todo lo que está relacionado con los procesos industriales y de consumo. Una de las tareas del diseño ecológico es reducir la cantidad de residuos tóxicos generados o emitidos por las industrias, o bien la cantidad de materias primas utilizadas, el tamaño del producto, pero también debemos reducir el consumo, reduciendo así los residuos generados por nuestros desechos. Reutilizar nuestros residuos, sea a través de empresas especializadas, o por diseños más saludables y que puedan volver a ser aprovechados por alguna otra especie de la naturaleza, también es un reto ya que nuestros vertederos no son eternos y son agentes muy contaminantes. Pero, ¿por qué la necesidad de hablar de un diseño sostenible? La sustentabilidad o sostenibilidad es un método que abarca todos los ámbitos de creación y producción de elementos físicos de una manera responsable, buscando

manejar sistemas que no perjudiquen el medio ambiente y que, a su vez sean, socialmente equitativos y económicamente viables.

De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU), “la sostenibilidad es la capacidad de utilizar los recursos naturales de la Tierra sin comprometer el futuro de las próximas generaciones”. Capacidad que se centra en un camino riguroso donde el ingenio y el sentido común son fundamentales. Y es ahí cuando se presenta el desafío para los diseñadores y productores que se suman a la búsqueda de la sustentabilidad, ya que el diseño debe ofrecer beneficios obvios y cuantificables mientras cubre las necesidades de todas las personas implicadas en la producción, uso,

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