Diseño y formulación de proyectos.

Universidad minuto de dios

Comunicación social y periodismo

Jornada Diurna

Diseño y formulación de proyectos

El estereotipo de belleza
Carlos Felipe Vidarte Gómez

Bogotá

Colombia

2006

El peso de la realidad

En este trabajo se pretende investigar sobre la belleza que reflejan los medios de comunicación de masas a través de estereotipos presentes en las imágenes que se priorizan y en el discurso que manejan. Se toma el concepto de estereotipo que maneja Hiuci y Moya (1994), quien argumenta que el estereotipo hace referencia a una estructura cognitiva que abarca el conocimiento, las creencias y las expectativas que se tienen con respecto a un grupo humano. De esta forma se logrará evidenciar el estereotipo de belleza que se maneja en la franja informativa del canal oficial con mayor número de televidentes en Colombia.

PALABRAS CLAVE: Estereotipo, belleza, medios de comunicación,

Introducción

Desde tiempos remotos de la existencia humana y desde diferentes  campos humanísticos y sociales, la belleza ha ocupado un papel primordial, y en algunos casos vital, en la vida social; además de encontrarse ligada a los orígenes culturales de tradiciones, costumbres y el estilo de vida. La filosofía, por ejemplo, se ha encargado de estudiar la belleza  a través de la estética; uno de los primeros acercamientos acerca de este tema, lo hace Jenofonte en el siglo V a.c. quien identifica la belleza en tres tipos: ideal, funcional y espiritual. Posteriormente, Platón es el primero en elaborar un tratado exclusivamente dedicado al concepto de belleza, concepción que tuvo un gran impacto en occidente. Sin embargo, actualmente una de las teorías más aceptadas respecto a este tema es la que se relaciona con el relativismo, que dice que las cosas son bellas o feas según el fin que persigan.

Teniendo en cuenta que la belleza es un concepto subjetivo y se construye a través de las vivencias y percepciones de las personas, se considera de gran importancia la influencia de los medios de comunicación, pues son una de las principales formas de interacción, educación y sociabilidad que tienen las personas. En este orden de ideas, los medios de comunicación pasan a formar parte del diario vivir del ser humano además de la construcción del mimos y de sus concepciones, entre ellas, la de belleza.

En términos de belleza y medios, no es un secreto que los medios reflejan un tipo de belleza que se ve en ciertos estándares estéticos que se muestran con más frecuencia. Una de las consecuencias más notorias y negativas de los estereotipos de la belleza que se muestran allí son los desórdenes alimenticios. Desde la antigüedad, en el siglo XIV se presentó el primer caso cercano de desorden alimenticio, se trata de una princesa llamada Wilgenfortis que se negaba a ingerir cualquier tipo de alimento con el propósito de conseguir una figura extremadamente delgada para que ningún hombre la desease y las demás mujeres la idolatraran. En los siglos XVII y XVIII empezaron a utilizarse entre las mujeres los corsés los cuales a pesar de parecer un mero instrumento para adelgazar el cuerpo tenían una clara función, moldear a la mujer para que se viera más elegante y femenina (Velázquez, 2010, pág.10).         

Dicho esto, en la actualidad los estereotipos de belleza, a pesar de la globalización, no son iguales ya que de acuerdo a cada región del mundo se pueden distinguir rasgos muy característicos. En Japón por ejemplo, aún se considera a la blancura de la piel como ideal de belleza. En algunas tribus africanas los senos caídos son considerados atractivos. En zonas de la polinesia, el uso de tatuajes es fundamental para lucir un cuerpo hermoso. (pág. 1, patrones de belleza: cultura, 15 de septiembre de 2010).

Por ello, consideremos este trabajo útil a los futuros lectores porque ahondara en los rasgos característicos de una sociedad superficial o altamente influenciada por diferentes externos que condicionan su forma de vida; además abordará la problemática de la influencia cada vez mayor que ejercen los medios masivos de comunicación en el tejido social a través de su concepción de lo bello.

Ahora bien, la psicología Ariana Mendoza plantea que: “los medios de comunicación cumplen dos roles aparentemente opuestos pero complementarios al momento de generar el problema y la solución sobre qué mensaje quiere transmitir, sobre la existencia que un cuerpo debe tener para ser considerado bello”.

Dicho esto, se puede afirmar; que los medios imponen figuras esbeltas de proporciones casi surreales como una especie de ideal de belleza, forzando a las personas que no fueron beneficiadas genéticamente con contextura delgada a someterse a todo tipo de métodos para obtener la belleza deseada, ya sea con dietas extremas, cirugías y el uso de cualquier tipo de productos químicos como bótox, colágeno y entre otros, con el único fin de poder ser o sentirse bellos (as).

 Teoría        

Michel Foucault (psicólogo, teórico social y filósofo francés),  fue el teórico más ameno de leer porque su lenguaje es claro y su mensaje está explícito. En su análisis sobre el cuerpo, la belleza física y el consumo, plantea lo siguiente: “La transformación del sistema de producción y acumulación capitalista, ha generado un tipo de discurso y de sociedad, en la que el consumo es uno de los principales mecanismos de integración social” (Foucault, 2015, pág. 1). De allí se interpreta estas relaciones de fuerzas como un máximo poder de ser estratégicas, difusas y determinadamente subjetivas. Ahora bien, como se expuso, para Foucault la subjetividad pasa por un proceso de normalización, haciendo que los cuerpos no solo sean materia prima sino que también se describen o acudan hacia un orden social y disciplinario.

Michel Foucault también argumenta que, “el sujeto se forma a partir de una serie de procesos y sistemas que no responden a una  naturaleza originaria de la subjetividad, si no que obedecen a condiciones históricas” (Foucault, 2015, pag.1) entonces, en la actualidad la sociedad de consumo esta netamente asociada a prácticas complejas que están muy ligadas a la estimulación de la belleza física para sentirse bien con sí mismos, esto desde contextos sociales, culturales y económicos que son impuestos por los sistemas de producción.

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