Doctrinas eticas occidentales
Enviado por andygt1997 • 18 de Marzo de 2017 • Ensayo • 1.343 Palabras (6 Páginas) • 279 Visitas
Doctrinas Éticas
A continuación sintetizaremos las principales doctrinas éticas occidentales.
1.- Hedonismo. Es una doctrina que floreció principalmente en el siglo IV A.C. y que sostuvo la moral del placer (gr. hedoné). El bien moral aquí está representado por el placer sensible, este pasa a constituirse en el supremo bien, la regla moral es: “es bueno lo que da placer y malo lo que produce dolor”. Por lo tanto, los placeres más intensos son los más deseables.
2.- Intelectualismo moral: Según esta doctrina ética, conocer el bien es hacerlo; sólo actúa inmoralmente el que desconoce en qué consiste el bien. El filósofo griego Sócrates (470-399 a. C.) fue el primero en mantener esta postura ética. Para Sócrates, el bien es algo que tiene existencia objetiva y validez universal, y además, al ser humano le es posible acceder a él. Así pues, Sócrates concibe la moral como un saber. Por lo tanto, para este filósofo no hay seres humanos malos, sino ignorantes, al que se equivoca más que castigarlo hay que educarlo. Estas convicciones y fundamentalmente la identificación entre virtud y ciencia llevaron a este gran filósofo a la consideración de que así como puede enseñarse la ciencia, puede enseñarse la virtud.
3.- Eudemonismo. Esta doctrina ética establece que la conducta que nos hace felices es moralmente buena. La felicidad sería el estado de placer duradero. Mientras el hedonismo tiene preferencia por el placer individual y el placer corporal, inmediato y momentáneo, el eudemonismo, en cambio, tiene preferencia por un estado de placer lo más duradero posible. (Representante Aristóteles 384-322 a. C.)
4.- Epicureísmo. Es una variación del hedonismo. Aparece a fines del siglo III A. C. y su fundador fue Epicuro (341 a.C.-270 a. C. aprox.). Coloca esta doctrina como fundamento del comportamiento humano también el placer, pero rechaza los placeres inmediatos o sensibles. Sostiene que los placeres del alma son más elevados que los del cuerpo. El ser humano debe buscar la paz interior, el equilibrio y la tranquilidad. Esta tranquilidad (ataraxia) junto con la indiferencia son el mejor camino para obtener la felicidad.
5.- Estoicismo: Corriente filosófica grecorromana iniciada por Zenón de Citio (334 a. C- 260 a. C.). En un sentido amplio, pueden considerarse estoicas todas las doctrinas éticas que defiendan la indiferencia hacia los placeres y dolores externos, y la austeridad en los propios deseos. La ética estoica se basa en una particular concepción del mundo; éste se encuentra gobernado por una ley o razón universal, que determina el destino de todo lo que en él acontece, lo mismo para la naturaleza que para el ser humano. Por lo tanto, el ser humano se encuentra limitado por un destino inexorable que no puede controlar y ante el que sólo puede resignarse. Por esto la conducta correcta sólo será posible en el seno de una vida tranquila, conseguida gracias a la imperturbabilidad del alma, es decir, mediante la insensibilidad hacia el placer y hacia el dolor.
6.- Iusnaturalismo ético (cristianismo): Se puede calificar de iusnaturalista toda teoría ética que defienda la existencia de una ley moral, natural y universal, que determina lo que está bien y lo que está mal. Esta ley natural es objetiva, pues, aunque el ser humano pueda conocerla e interiorizarla, no es creación suya, sino que la recibe de una instancia externa.
Santo Tomás de Aquino (1224-1274) es, seguramente, el filósofo que ha mantenido de forma más convincente el iusnaturalismo ético. Según este filósofo, Dios ha creado al ser humano a su imagen y semejanza y, por ello, en su misma naturaleza le es posible hallar el fundamento del comportamiento moral. Las personas encuentran en su interior una ley natural que determina lo que esta bien y lo que esta mal, gracias a que ésta participa de la ley eterna o divina.
Sin embargo esta ley no obliga como las leyes físicas, pues el ser humano es intrínsecamente libre para acatarla o violarla (libre albedrío). Ahora bien, gracias a esta ley natural, inmutable y universal, que Dios regala al ser humano, valores como el derecho a la vida se nos presenta de forma completamente natural y evidente, impidiendo la duda acerca de su validez y verdad.
7.- Emotivismo: Por emotivismo se entiende cualquier doctrina ética que considere que los juicios morales (ej. “él es bueno”, “esto es correcto”) surgen de emociones. Según esta corriente, la moral no pertenece al ámbito racional, no puede ser objeto de discusión y argumentación y, por tanto, no existe lo que se ha llamado conocimiento ético. Para los emotivistas, los juicios morales, además de expresar nuestra aprobación o rechazo, tienen como función suscitar esos mismos sentimientos en el interlocutor y, así, promover acciones conforme a estos. Cuando alguien dice “robar es inmoral” lo que en realidad esta diciendo es: “yo rechazo el robo, hazlo tú también”. Por tanto, la función que poseen los juicios, y normas morales, según esta teoría, es influenciar en los sentimientos y en la conducta del interlocutor. Representante: David Hume (1711-1776), afirma que el juicio moral debe basarse en los sentimientos de aprobación o rechazo que las acciones nos provocan.
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