Dominio Escenico
Enviado por aldal006 • 6 de Marzo de 2015 • 1.084 Palabras (5 Páginas) • 1.867 Visitas
El dominio escénico es saber controlar el miedo escénico. Todos alguna vez hemos oído decir que el miedo escénico es algo natural, e incluso que resulta positivo para un orador y que hasta los más grandes oradores sufren de ansiedad o nerviosismo antes de comenzar un discurso, pero que gracias a la adrenalina que nos produce el estrés de la situación, los sentidos se agudizan. Para poder dominar el escenario debemos movernos de un modo seguro y sin darle la espalda al público, podemos movernos aproximadamente medio metro hacia los lados, hacia adelante o hacia atrás. No es recomendable acercarse mucho al público a menos que el discurso lo amerite. Si nos dirigimos a alguien en específico podemos y debemos acercarnos más a esta persona, teniendo mucho cuidado de no dar la espalda a la hora de retroceder a nuestro punto de partida.
Las típicas reacciones ocasionadas por el miedo escénico son: Sudoración excesiva, temblor en la voz, olvido repentino de la información, bloqueos mentales, temblor en parte o todo el cuerpo, ojos lagrimosos, ansiedad, urgencias urinarias innecesarias, muletillas de palabras, inseguridad por los resultados, sensación de humillación, desmotivación constante, torpeza al caminar, manejar instrumentos y falta de concentración. Para evitar esa sensación de bloqueo y las ganas de huir cuando tenemos que enfrentarnos a un micrófono y a un auditorio, si hasta ahora el miedo ha sido lo primero que te invade a la hora de hablar en público, debes saber que eso se puede mejorar. Para comenzar, que considero si es posible enfrentarme a un público si ni siquiera podemos controlar nuestros propios nervios y emociones. Hay personas que hasta el simple presentarse ante compañeros de trabajo o de grupo les produce pánico
Por otro lado el manejo eficiente del tiempo mientras brinda una conferencia, es importante saber que tenemos que hacer más productivas nuestras funciones, para lo cual es necesario sacarle el máximo de rendimiento a los recursos. Hoy, uno de los recursos más escasos es el tiempo, el darle un tiempo límite a cada función en nuestra presentación oral nos da más dominio del escenario y de la situación en general. Los grandes empresarios son comúnmente excelentes administradores del tiempo. Los mejores líderes de este siglo entienden que la administración del tiempo no se refiere a exprimirle hasta el último minuto al día. Tampoco es triplicarse a uno mismo para poder hacer más cosas. De hecho, no tiene nada que ver con hacer más cosas; se trata de concretar lo que es más importante.
Define claramente los objetivos y selecciona lo más importante. Ser más efectivo con tu tiempo es totalmente irrelevante si no sabes en que invertirlo. En ocasiones, las personas gastamos mucha energía intentando ser más eficientes, sin saber a ciencia cierta qué es lo que queremos conseguir. Una manera sencilla de realizar esto es determinar cuánto cuesta tu tiempo por hora, es decir, la cantidad que deseas ganar al mes divido entre las horas que trabajas. Una vez determinado este valor sólo sigue la siguiente regla: no hagas nada que potencialmente te pague menos que tu valor por hora multiplicado por el tiempo que invertirás en la tarea. Analiza como gastas tu tiempo. Sin embargo, para conocer con
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