EL APÓSTOL PABLO DIFUSOR DEL CRISTIANISMO
Enviado por a1e2i3 • 15 de Agosto de 2014 • 8.136 Palabras (33 Páginas) • 361 Visitas
Judío y romano
Nació entre los años 5 y 10 en Tarso Turquía, de padres judíos exiliados de Jerusalén, y murió en el año 67 en Roma. Saulo fue el nombre judío y Pablo el nombre romano.
Turquía había pasado de ser colonia griega a ser colonia romana.
Utilizaba la Septuaginta o traducción griega del Antiguo Testamento.
No conoció a Jesús, ni perteneció al círculo de sus apóstoles.
Se sentía orgulloso de ser judío, de la escuela de Gamaliel y de la secta de los fariseos.
Habla de su condición judía en tres de sus cartas: Hebreo, hijo de hebreos, israelita, perteneciente a la tribu de Benjamín, descendiente de Abraham, circuncidado el octavo día.
Hablaba fluidamente el griego y el hebreo, lo cual le permitió predicar el evangelio con ejemplos y comparaciones comunes en estas dos culturas, y su mensaje fue bien recibido especialmente por los judíos y los griegos, con problemas en sus relaciones religiosas.
Fue un turco, culturalmente greco judío, con ciudadanía romana, influenciado por las culturas helenística, judía y romana.
Como hijo de padres hebreos y descendiente de la tribu de Benjamín, en su adolescencia fue enviado a Jerusalén, donde estudió con el famoso rabino Gamaliel y vivió como un riguroso fariseo. Por ello tuvo una educación mucho mejor, que los humildes pescadores apóstoles de Cristo.
Inicialmente, como fariseo, persiguió a los cristianos. Con la venia de Roma participó y asintió la lapidación de Esteban, declarado luego el primer mártir de la iglesia cristiana.
Aunque se sentía bien como romano, se sentía mal como judío, ante las continuas rebeliones contra los romanos en que siempre salían diezmados los judíos.
Pablo fue epiléptico y como consecuencia un exaltado religioso.
Tarso:
En el tiempo de Jesús y Pablo era una ciudad turca próspera, colonizada por el imperio griego, y luego anexada al imperio romano.
Desde el año 64 a.C. fue la capital de la provincia romana de la Cilicia. Estaba en el pie del monte Taurus y a orillas del río Cidno, en la ruta que unía a Siria y Anatolia. Además de su proyección comercial por su ubicación, Tarso era el centro de una escuela de filosofía estoica y tenía concedida la ciudadanía romana.
Improperios contra los fariseos
La secta de los fariseos se distinguía por un riguroso respeto tanto a la ley judía, escrita en la Torá, como a las tradiciones orales. Este escrupuloso formalismo y el orgullo que ostentaban les ocasionaban duras críticas, y eran tildados de hipócritas. En el evangelio de Mateo Jesús dice:
Hagan y cumplan todo lo que ellos dicen (los fariseos), pero no los imiten, porque ellos enseñan y no practican.
Preparan pesadas cargas, muy difíciles de llevar, y las echan sobre las espaldas de la gente, pero ellos ni siquiera levantan un dedo para moverlas.
Todo lo hacen para ser vistos por los hombres. Miren esas largas citas de la Ley que llevan en la frente y los largos flecos de su manto.
Les gusta ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos reservados en las sinagogas.
Les agrada que los saluden en las plazas y que la gente los llame Maestros.
Por lo tanto, ¡ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes cierran a la gente el Reino de los Cielos. No entran ustedes, ni dejan entrar a los que querrían hacerlo.
Ustedes recorren mar y tierra para ganar un pagano y, cuando se ha convertido, lo transforman en un hijo del demonio, mucho peor que ustedes.
¡Ay de ustedes, que son guías ciegos! Ustedes dicen: ¡Jurar por el Templo no obliga!, ¿pero jurar por el tesoro del Templo, sí?.
¡Torpes y ciegos! ¿Qué vale más, el oro mismo, o el Templo que hace del oro una cosa sagrada?
Expulsado del judaísmo
Después de haber sido sumo sacerdote de la comunidad judía de Tarso y de haber perseguido a los seguidores de Jesús por heréticos y apóstatas, fue expulsado del judaísmo y perseguido por los judíos, por los mismos motivos.
Hereje porque sostuvo dogmas y opiniones diferentes a la ortodoxia de la religión judía:
Su dios único judío pasó a ser el dios trino cristiano: dios padre, dios hijo y dios espíritu santo.
Los apóstoles y sacerdotes tendrían poderes divinos: perdonar los pecados, convertir el pan en cuerpo y el vino en sangre de Jesús y sus predicaciones y escritos revelados directamente por Dios.
Los pecados ya no serían perdonados únicamente por un dios único, sino también por los sacerdotes, mediante los sacramentos del bautismo, de la confesión y la extremaunción.
Podrían ser judíos, además de los descendientes de hebreos, los conversos de otras religiones y otros pueblos, sin necesidad de circuncidarse.
El reino de los cielos sería accesible a quien se le perdonaran sus pecados
Apóstata porque renegó de las creencias judías y se declaró cristiano converso. Después de la muerte de Jesús, Pablo de Tarso se convirtió en el líder del movimiento político, religioso, pacifista, de los seguidores de Jesús y le cambió el nombre por cristiano (en griego mesías), o sea, seguidores del mesías.
Fundador del cristianismo
Arrepentido de sus inícuas persecuciones, en su viaje de Jerusalén a Tarso cayó del caballo, por un fuerte ataque de epilepsia. Hecho que aprovechó para armar su mito de haber oído a Dios, y haber visto una fulguración luminosa, como las que perciben los epilépticos en sus ataques.
En términos modernos se ha dicho que Pablo de Tarso fue el organizador y vendedor del cristianismo. Un apóstol líder, emprendedor, trabajador, entusiasta, imaginativo, formador de equipos, algo lunático y misógino.
Los problemas en sus relaciones con las autoridades religiosas judías de Jerusalén, y el presentimiento de que podría fundar una nueva iglesia, con base en la disidencia iniciada por Jesús dentro del judaísmo, que se extendía rápidamente en Palestina, lo condujo en el año 36, camino a Damasco, a tomar la decisión de convertirse al cristianismo, e intentar ser su líder.
Comenzó su actividad de evangelización cristiana en Damasco y la continuó en Arabia.
En el año 40, perseguido por los judíos fundamentalistas de esas regiones huyó a Jerusalén, donde Bernabé lo presentó a Pedro y Santiago, quienes lo acompañaron a Cesarea, de donde partió a refugiarse en Tarso. Bernabé viajó a Tarso y acompañó a Pablo a Antioquía, donde pasaron un año evangelizando.
En Antioquía sugirió y promovió la denominación de cristianos para
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