EL DOCENTE COMO ENSEÑANTE

 INTRODUCCION

El presente trabajo pertenece al espacio curricular  Practica Profesional IV y Residencia Docente, correspondiente al 4to año del Profesorado de Educación Inicial, realizada por Soria, Alejandra Marisol, a cargo de la profesora Campero, Pamela Lastra. En el cual narrare mi experiencia de residencia docente  que inicie el primero de septiembre del 2020 en la escuela n°378 “Manuel Vaquera”, ubicada en la ciudad de Monteros- Tucumán,  donde fui asignada la sala de 5 años, turno mañana, a cargo de la docente Andrea Pérez.

Mi residencia tuvo una duración de 3 meses y fue desarrollada mediante la virtualidad debido a la pandemia por la que estamos atravesando. Nos comunicábamos con la docente a cargo de la sala a través de la plataforma   WhatsApp,  por un grupo. En cuanto al  grupo de alumnos eran en general 19 chicos, atentos a las actividades y predispuestos a responder a las mismas.

A continuación detallare los aspectos incluidos en mi trabajo:

• Trayectoria en la formación como docente.
• Reflexión sobre como enseñamos.
• Relatos de mi experiencia en las Prácticas docente.
• La enseñanza mediante la virtualidad en el nivel inicial.
• Conclusión ( reflexión sobre el rol docente, problemáticas surgidas durante el proceso y los aprendizajes adquiridos en el mismo, los desafíos para seguir aprendiendo).

Capitulo l: TRAYECTORIA DE LA FORMACION

En este capítulo voy a reflexionar sobre el recorrido realizado en la carrera.

Inicie mi cursado en el año 2016, luego de haber intentado con una carrera muy diferente al profesorado de nivel inicial. Me incline por estudiar la misma porque  mi hermana cursaba el 3 año y observaba como preparaba las actividades, como repensaba para que sea gratificante para los chicos y esto me motivo despertándome la curiosidad por descubrir esa experiencia.

Entonces me imaginaba que podría estar en una sala, me ponía la chaqueta y hablaba con ese “tono” especial de las seños de jardín. Pues creía que ser maestra jardinera era cantar, bailar, reír, jugar no pensé en ese momento que sería una tarea mucho más compleja, más enriquecedora, en la que se necesitaría más que poseer simpatía.

Durante mi primer año del cursado solo pensaba en estudiar y aprobar las materias dejando de lado la idea que pronto seria yo la que estaría frente a un grupo de pequeños alumnos, que en algún momento debía planificar, pensar actividades que resulten atrapantes a los niños, con tan solo pensarlo me sentía temerosa, de no poder lograrlo.

En  segundo año al tener contacto directo con los chicos y con la docente a cargo de ellos pude observar su labor, su método de enseñanza, el trato con los pequeños, esto resulto muy enriquecedor para mi proceso de formación como educadora. Allí fue la primera vez que me llamaron seño. Recuerdo que  todo lo mencionado fue en el mes de la familia, entonces esto hacia necesario que la docente tuviera diálogos constantes con los tutores de cada alumno y allí me percate del modo en que lo hacía y  los medios que para este fin empleaba.

Con la práctica se aprende, se necesita de la experiencia para lograr tus objetivos, porque es ahí en donde aprendes tú y aprenden ellos de ti. Como nos dice en el texto de la conferencia a Ruth harf que el saber se adquiere única y exclusivamente en la práctica. Una vez que lo aprendes, ya cada vez lo haces mejor.

Ya en mi tercer año de la carrera, ingrese a las salas para realizar mis prácticas, el primer día  sentía muchos nervios y ansias de saber cómo me iban a recibir los niños y como seria todo en esta nueva experiencia, para ellos principalmente. La primera etapa (de observación) me sirvió para conocerlos a cada uno y al grupo en general y además para que ellos me conocieran, así lograr un vínculo de confianza y cariño.  También debía tener en cuenta la forma de trabajo de la docente, la organización de tiempo, espacios y agrupamientos.

Acá  mi rol como docente fue, desde un primer momento, colaborar con los niños en los procesos de aprendizajes siempre de manera afectiva, brindándoles seguridad y confianza a través del juego,  y fomentar en ellos diferentes habilidades, tanto en las actividades realizadas en forma grupal e individual, valorando siempre sus esfuerzos.

Hoy que finalice mis residencias de IV año de una manera no habitual, debido a la pandemia que estamos atravesando, sostengo que la tarea de un docente es: nunca terminar de aprender. Me toco repensar las propuestas de actividades de acuerdo al grupo de alumnos y al contexto, para que sea favorable y accesible a los recursos que tengan en casa.

Mi apreciación de todo esto es que fue un gran desafío en esta última etapa debido a los problemas de conectividad pero pude adaptarme a ello y lograr dicho objetivo, no me di por vencida a pesar que me sentía un poco más “estresada”,  pero motivada y feliz porque nuevos aprendizajes se sumaban.

Hoy mi visión  del rol de  maestra jardinera es mucho más amplia, que tenemos un papel importante, donde somos la primer nexo de un grupo de niños hacia la formación escolar. Tenemos la dicha de poder transmitir valores, dedicación, amor, saberes, cultura mediante actividades lúdicas.

Capitulo II: EL DOCENTE COMO ENSEÑANTE

Entendemos por estrategias a todos los modos que emplea el docente para transmitir contenidos, comprende la disposición de ambiente, el movimiento del cuerpo en el espacio, el lenguaje que se emplea, el modo en que se dirige al alumno.

Las estrategias tienen un abanico de posibilidades donde la creatividad del docente consiste en hacer un buen análisis del grupo, de los contenidos, del contexto y seleccionar aquellas estrategias que para ese momento y ese grupo sean más adecuados.

Hoy  nos tocó repensar las estrategias de manera que sean acorde a lo que tengamos acceso en casa, debido a que las actividades  propuestas eran llevadas a cabo en los hogares, con la familias.

Algunas estrategias utilizadas en mi residencia fueron:

• Juegos matemáticos.
• Promover participación activa.
• Preguntas problematizadoras.
• Confian

En cuanto a la selección de las estrategias utilizadas, se tuvo en cuenta tanto el grupo de alumnos como el contexto que se encontraban y los conocimientos previos del alumno, ya que como nos indica en el texto de la entrevista a Ruth Harf “que es necesario tener más respeto por los conocimientos previos de los alumnos, que no deben ser reemplazados por saberes científicos y tenerlos en cuenta para trabajar con ellos y a partir de ellos”

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