EL PRIMADO DEL CUERPO

EL PRIMADO DEL CUERPO

Arturo Rico Bovio

Gracias a las palabras acertamos, erramos, nos auxilian y establecemos una serie de claves en nuestra comunicación. La filosofía es la ciencia encargada del habla.

La palabra cuerpo proviene de una antigua raíz latina, la cual a su vez procede del griego, y se designa típicamente a todo aquello que ocupa un espacio y que posee tres dimensiones, siendo perceptible y mensurable. Al referirse al hombre como tal, se cuestiona si el cuerpo abarca la totalidad o solo una parte de nuestro ser. Hablar de nuestro cuerpo conlleva una interpretación de honda resonancia para el hombre; no es lo mismo decir “el cuerpo que somos” a “el cuerpo que tenemos”. El entorno es el gran espejo donde nos medimos y reflejamos.

Históricamente, la noción de cuerpo o sus equivalentes, contribuyeron a establecer la distinción entre lo material y lo no material.

Nuestro cuerpo es la base de todas las referencias cognoscitivas, los órganos sensoriales nos ofrecen una primera imagen selectiva de existente. La motricidad también colabora a formar nuestra idea de las cosas, nos permite explorar los focos de interés mediante desplazamientos, giros y manipulaciones. Es importante para la mano y pone en relación los sistemas sensitivos, tales como la visión, el tacto y la kinestesia, además pone el funcionamiento pies, piernas, tronco, brazos y cabeza. El acomodamiento de objetos y ámbitos conforme a las perspectivas de izquierda-derecha, arriba-abajo, atrás-adelante son resultado de nuestros propios ejes físicos, el cuerpo con la estimulación del entorno.

Los ciclos biopsíquicos del hombre, la necesidad fisiológica del sueño, el apareamiento y los periodos menstruales, las pulsaciones, los ritmos digestivos y respiratorios, y los términos temporalidad y corporeidad están unidos por sólidos lazos. No hay nada en la cultura que no haya desfilado por el pasaje de la corporeidad humana, ni siquiera el lenguaje mismo.

“Nuestro cuerpo es la medida de todas las cosas”.

Nuestro cuerpo es una constante, las diferencias individuales parten de ciertos rasgos comunes básicos que anatómica, fisiológica y psíquicamente sirven para caracterizar al Homo Sapiens.

Las practicas humanas se consideran como acertadas o desacertadas y el uso y desuso de las facultades naturales dependen del grado de conocimiento o ignorancia acerca de nosotros mismos, siendo la consciencia reflexiva o autoconsciencia la responsable de las múltiples y a menudo contradictorias interpretaciones del cuerpo y del entorno. LA consciencia del cuerpo es un fenómeno social con variaciones históricas, cada época y cada contexto cultural van generando diversas pautas para comprender y usar las facultades corporales; las creencias populares, la religión, la ciencia e incluso la filosofía contribuyen a este aspecto.

Hay 4 hipótesis que manifiestan anomalías

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