LECTURA: "El Primado Del Cuerpo".

EL PRIMADO DEL CUERPO” DE ARTURO RICO BOVIO. PREÁMBULO DE MAURICE MERLEAU-PONTY.

SÁNCHEZ MONTOYA PAULA ESPERANZA

LECTURA: “El primado del cuerpo”.

Arturo Rico Bovio.

El vocablo objeto de nuestro interés adopta un carácter polémico al referirse al hombre. Se cuestiona si el cuerpo abarca la totalidad o solo una parte de nuestro ser. El debate no habría alcanzado proporciones tan amplias si con el reconocimiento de nuestra existencia corpórea no se mezclasen las cuestiones relativas a la muerte en otra forma de vida.

Se designa cuerpo a todo lo que ocupa un espacio y que por lo mismo posee dimensiones, es perceptible y mensurable. Solo los humanos tenemos conciencia anticipada de nuestra finitud física y a ella aunamos el sabernos sujetos pensantes y sintientes, encontrando en estas vivencias fenómenos que se resisten a ser percibidos y explicados sensorialmente.

Los objetos construidos por el hombre son pruebas aún más directas de la influencia determinante de las características del cuerpo humano sobre la realidad. Nuestro cuerpo es en última instancia la base de todas las referencias cognitivas. Sabemos sus límites y hemos aprendido a reconocer su carácter agente en la construcción de nuestra representación del mundo y en la apreciación de sus fragmentos.

La motricidad colabora a formar nuestra idea de las cosas, el hombre se conoce a sí mismo a medida que se deja a prueba. Los bienes culturales son extensiones corporales, por ser inseparables de las facultades sensoriales, motrices o conectivas de nuestro organismo, las cuales son potencializadas o disminuidas.

Nuestro cuerpo es una constante, el auténtico a priori del conocimiento y de la acción. Las diferencias individuales, cuya importancia es poca cuando se trata de explicar determinadas variaciones que se dan de una cultura a otra, parten de ciertos rasgos comunes básicos que anatómica, fisiológica y psíquicamente sirven para caracterizar al Homo sapiens.

Es la conciencia reflexiva o autoconciencia, disposición psico-social de nuestra mente, la responsable de las múltiples, y contradictorias interpretaciones del cuerpo y del entorno. Ya que cada ser vivo en lo individual, tiene una cierta biografía. No obstante tal similitud, únicamente el hombre tiene historia. Mientras que la historia animal es puramente biológica y genética, la humana se da igualmente a través de la transmisión cultural. La conciencia del cuerpo es un fenómeno social con sus consiguientes variaciones históricas.

Desde tiempo inmemorial los hombres venimos observándonos y formulando grupalmente explicaciones alternativas sobre la estructura y el funcionamiento de nuestro organismo. La imagen así obtenida y las ideas con que se ve acompañada sirven de mediaciones para dirigir nuestras conductas frente a los demás respecto a la realidad y ante nosotros mismos.

Entre el cuerpo natural y el cuerpo estimado suele haber una discrepancia abismal. Todo hace suponer que la causa del surgimiento de la concepción de un mundo material fue la conjugación de los sentidos de la vista; la del tacto y los movimientos musculares. El oído y el olfato, cuyas percepciones de lo real son etéreas e irreductibles a los otros contenidos sensoriales; por el contrario debieron contribuir a que dentro del realismo ingenuo de los primeros grupos humanos, se pensara en la existencia de una dimensión aparte, prototipo de lo que sería llamado espíritu. El darnos cuenta en el nivel de la existencia humana supone el concurso una serie de factores de muy diversa índole, entre ellos lenguaje cuya complejidad nos lleva a captar con mayor profundidad la realidad o a fallar en el intento.

La consciencia del cuerpo es por tanto un fenómeno social con sus consiguientes variaciones históricas. Lo visible y lo invisible constituyeron así las fronteras de ambos territorios, asimilados como uno sólo o escindidos de forma tajante, para originar la noción de dos substancias distintas.

El concepto del cuerpo, Arturo Rico define el término cuerpo como todo lo que ocupa un lugar en el espacio y que posee por lo mismo tres dimensiones:

• el cuerpo vívido.

• el cuerpo percibido

• y el cuerpo interpretado

Rico Brovio ofrece un enfoque más filosófico donde se apoya en tres filósofos de los que elaboró las siguientes conclusiones:

1. GABRIEL MARCEL “el cuerpo misterio”: dice que la encarnación es de un ser ligado esencialmente y no accidentalmente el dualismo alma-cuerpo tiende a que el último se incline hacia la consideración de que el cuerpo es propio, pero lo considera un objeto.

2. JEAN-PAUL SARTRE “el cuerpo alineado”: el cuerpo es la

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