EL SISTEMA POLITICO MEXICANO

EL SISTEMA POLÍTICO MEXICANO

Situación Actual

Introducción

Desde la perspectiva teórica, el Sistema Político Mexicano debería funcionar como una gobierno de tipo republicano, en el cual debiera darse el equilibrio de poderes, más sin embargo se caracteriza por mantener a grupos hegemónicos en los tres ámbitos del poder (ejecutivo, legislativo y judicial) en una estructura construida en una supuesta legalidad de orden social, pero arreglada a modo, para poder actuar discrecionalmente y obtener beneficios y perpetuarse en el poder.

El presidencialismo en México vigente durante más de 70 años y dominante en su momento de los tres poderes, se vio debilitado con la ascensión del Partido de Acción a la presidencia de la república.

Los partidos de oposición en especial el revolucionario institucional, se dedicaron a bloquear las iniciativas enviadas a las Cámaras por ejecutivo federal, propiciando un estancamiento en el desarrollo, fundamentalmente económico, ya que lo social está prácticamente relegado y totalmente desvinculado de su esencia.

El partido en el gobierno ha incorporado y mantenido (actualmente en una situación tambaleante) a grandes organizaciones sindicales, populares y campesinas como estrategia para controlar a las masas y garantizar un aporte importante de votos en los procesos electorales a favor del partido en el poder.

La falta de interés de los ciudadanos por los problemas de su entorno político y social combinado con la percepción del gobierno de que esto sería permanente, propició que el gobierno pensara que esto sería permanente, desestimando que en algún momento esto pudiera genera o ser r aprovechado por organizaciones que condujeran un movimiento social desbordado, más reactivo que racional que pudiera poner en riesgo la estabilidad del sistema político.

Desarrollo del tema

En las últimas administraciones de los gobiernos, especialmente en los priistas, y con el fin de perpetuar el sistema político en claro proceso de deterioro, se implementaron espectaculares programas sociales (SOLIDARIDAD, PROGRESA, OPORTUNIDADES, PROCAMPO, etc.), a los que se canalizaron muy importantes cantidades de recursos federales, cuyo propósito era mejorar las condiciones económicas y sociales de los grupos más vulnerables, que si bien no lograron su objetivo social, si debía haber permitido ampliar y manipular la base de afiliados y potenciales electores proclives al partido en el poder.

La aparición en el escenario político nacional de diversos partidos (PSUM, PCM, PT, PRD) que con las presiones que ejercieron, combinadas con la desconfianza de la población sustentada en la ilegitimidad de las elecciones y la necesidad de parte del gobierno de transparentar los procesos electorales, dieron origen al Instituto Federal Electoral, lo cual permitió despresurizar las inconformidades de los partidos de oposición y de la sociedad en general.

Esto vino a ser un parte aguas en la vida política del país favoreciendo que la legislación en materia electoral vaya avanzando, cerrando el paso cada vez más a las acciones ilegales y ventajosas de los partidos y sus candidatos.

Recientemente se creó el Instituto Nacional Electora, que sustituyó al IFE, este organismo autónomo, asumió más atribuciones con la finalidad de transparentar los recursos que manejan los partidos y aplicar las leyes electorales, buscando darle un soporte al tambaleante sistema político vigente.

Los poderes de la unión (supuestamente independientes) han estado históricamente supeditados al presidente de la república, quien acostumbraba (veladamente) a designar a su sucesor a la presidencia, sin mayor cuestionamiento o resistencia de estos poderes y de la sociedad en su conjunto.

No obstante la supuesta independencia de los poderes legislativo y judicial, existen claras evidencias de la influencia que ejerció durante todos estos años el presidente de la república en las decisiones que estos poder que pudieran tomar, condición que indiscutiblemente limitó su visión, su capacidad de gestión, reacción, identificación y resolución de los problemas nacionales, agravados por la violencia, inseguridad, corrupción, impunidad que actualmente imperan en la vida nacional.

Los desafortunados acontecimientos que han estado sucediéndose en México en los últimos dos meses, son una muestra del deterioro del sistema político nacional en su conjunto y una muestra de que los fenómenos económicos políticos y sociales han rebasado la capacidad

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