ENFERMEDADES ESPIRITUALES

Ensayo Enfermedades Espirituales

LA LUJURIA

La Biblia tiene mucho que decir acerca de la lujuria. “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” 1 Juan 2:15-17

La Lujuria pone el placer de la sexualidad como algo netamente carnal y lo restringe a sus aspectos mas externos dejando de lado lo psíquico y espiritual pero sobre todo provoca una ruptura con Dios, Consigo mismo y con el prójimo.

La ruptura mas grande se da con Dios porque el deseo exclusivo del placer sexual, la aleja de su autentica finalidad, al encuentro con el a través de su hermano, en la actualidad se da con frecuencia ya que tanto hombres como mujeres, al alejarse del verdadero significado del Don que Dios nos regalo en la sexualidad, se apartan de él, pues piensan que esto es una limitación para disfrutar de los placeres de la vida y que esta te brinda, por lo tanto consideran a Dios como una pared de Bloqueo a lo que ellos creen ser su felicidad y libertad de vivir la vida y su sexualidad.

La siguiente ruptura se da consigo mismo, “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”(1 Corintios 6:19 – 20). Con esto Dios nos hace recordar que nuestro cuerpo es Templo de su espíritu y al utilizarlo con un mero instrumento de placer, lo que hacemos es prostituirlo y degradarlo al nivel mas ínfimo al no cuidarlo y valorarlo como Dios manda, por lo tanto sentimos en lo mas profundo de nuestro interior que algo se quiebra pues no seguimos el mandato de Dios que esta presente en lo mas intimo de nuestros corazones.

La siguiente ruptura se da con el prójimo al ver en ellos, objetos de placer y satisfacción, independientemente de sus deseos y afectos, de su voluntad y su libertad, por lo que se busca utilizarlos para calmar ese deseo y una vez logrado el objetivo, como si fuera un objeto se deshecha a la persona y va en búsqueda de nuevos “Juguetes” con las cuales saciar esa inquietud, dejando en el alma un regusto amargo, porque la inquietud continua incluso después de haber satisfecho el deseo, es por eso que en estos días las personas se consideran mutuamente como cualquier cosa con miras a deleitar sus deseos exclusivamente carnales.

Por todas estas razones la lujuria se considera una enfermedad espiritual al remplazar a Dios con los placeres sexuales del cuerpo, pero su contra parte es la: castidad, en ella podemos encontrar la forma de poder replegarla, esta enfermedad

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