ENSAYO ENCUESTA PRESUPUESTOS FAMILIARES: "GASTO".
Enviado por hoogueeto • 15 de Diciembre de 2013 • 723 Palabras (3 Páginas) • 668 Visitas
“El costo de la vida sube otra vez”. Así empieza uno de los temas más conocidos de Juan Luis Guerra en el que buscaba hablar sobre las condiciones de vida en su natal República Dominicana y que también aquejaban a América Latina. Aunque esta canción es de hace un par de décadas, el mensaje sigue vigente como una realidad del día a día: cualquier movimiento de precios al alza hace que nuestro dinero pierda parte de su valor y el poder adquisitivo disminuye. Esto modifica los hábitos de consumo a corto o largo plazo y provoca una búsqueda por satisfacer nuestros gustos y necesidades de la mejor forma posible.
La sociedad en general ha intentado conseguir un mejor estilo de vida en función del dinero que se posee para lograrlo. Pero ese mejor estilo de vida, ¿Significa una mejor calidad de vida? No necesariamente. Sobre todo si debe ser mantenido contrayendo una deuda que, en muchos casos, no se está en condiciones de solventar. Y es lo que muchos no dimensionan hasta que es muy tarde.
Hace 20 años el monto en bruto para el ingreso mínimo mensual chileno estaba fijado entre $38.600 y $46.000 . En el presente año, se fijó el salario mínimo en $210.000. A pesar de ser aprobadas, ambas cifras fueron consideradas insuficientes en sus respectivas épocas, ya que el “costo de la vida” aumentaba y la gente no podía perder el poder de comprar lo necesario.
Si tomamos en cuenta que el gasto promedio mensual de un hogar en la actualidad es de $807.409 (el doble en comparación a los ’90), entenderemos que la canasta familiar promedio ha ido variando a lo largo del tiempo. Aparecen nuevas necesidades, se van suprimiendo otras y los precios se van ajustando, ya sea por las materias primas, por su fabricación, por su transporte, etc. Por señalar un ejemplo: en la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) elaborada por el INE, se señala que en el período 1996 – 1997 un hogar gastaba en promedio $10.642 en bencina al mes. La última medición correspondiente al período 2011 – 2012, muestra que en la Región Metropolitana el consumo promedio mensual es de $26.296, mientras que en regiones ese gasto promedio se eleva a los $28.646. Si esa bencina sirve para un furgón que lleva harina a una panadería, el costo de transporte se eleva y cada costal de harina puede sufra un aumento para paliar ese gasto, al igual que la venta de ese pan.
Podemos dimensionar cómo han ido evolucionando las características del gasto en los hogares de nuestro país, pero ¿Podemos poner un límite a nuestro gasto? En teoría, sí. Pero en la práctica, es complicado.
Sabemos que es difícil que alguien compre auto o casa sin un crédito, a menos que tenga un ahorro para dar un pie o posea una pequeña fortuna. Pero si nos dejamos llevar por gastar dinero que no tenemos, será difícil mantener estable nuestra economía
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