ENSAYO LA UNIVERSIDAD SEGUN NEWMAN Y ORTEGA

ENSAYO DE LOS FINES DE LA UNIVERIDAD SEGÚN NEWMAN Y ORTEGA Y GASSET

Hablar de los fines de la universidad implica analizar un vasto campo de conocimiento y consultar diversos autores, sin embargo me centrare en la propuesta que hace John Henry Newman y José Ortega y Gasset, los cuales gestaron sus ideas a en la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX, considerando las condiciones que imperaban en ese entonces con una gran influencia católica, la educación era un punto neurálgico para el desarrollo de las sociedades y por ende de las naciones; bajo esta consigna estos autores determinados a describir y entender el verdadero sentido de las universidades, desarrollaron los siguientes planteamientos.

Comenzare por analizar el pensamiento de J. H. Newman el cual mencionaba que “la Universidad es un lugar que enseña saber universal”. (John Henry Newman, Discursos sobre el fin y la naturaleza de la educación universitaria, 1996, Pamplona, traducción, introducción y notas de José Morales, eunsa, p. 27.) Newman enfatiza las palabras saber y enseñar, de modo que, en su comprensión, la misión primera (no exclusiva) de la universidad es intelectual, no moral, ni religiosa, pero tampoco utilitaria profesional, al tiempo que su labor primera es difundir y extender el saber, no hacerlo progresar mediante la investigación, pues esa labor pertenece a las Academias, Sociedades o Asociaciones de investigación de un saber determinado.

Así mismo en sus primeros discursos Newman contrapone la formación universitaria de inspiración católica a la formación liberal de orientación laica y agnóstica. Centrándose en el análisis del conocimiento como objeto propio de la enseñanza universitaria, así como la relación existente entre el conocimiento científico y la formación profesional y técnica, y viceversa.

También trata de demostrar que el conocimiento, así designado en abstracto y genéricamente conceptuado, es el objetivo fundamental y la razón de ser de la Universidad como institución social. Donde no se refiere a todo tipo de conocimiento y mucho menos al conocimiento vulgar u ordinario, sino solamente al conocimiento científico y filosófico.

Bajo esta condición se puede decir que el ideal humanista de la concepción tradicional europea de la Universidad se ha olvidado, por no decir que se ha perdido. Y la fundación y la supervivencia de una Universidad han pasado a ser también, por muy lamentable que sea reconocerlo, uno de tantos productos del mercado. Con lo cual aquella luminosa idea de ser la sede unitaria del saber, cuya misión esencial consistía en impartir conocimiento universal. Y con ello han desaparecido también ilusiones tan excelsas como la del imperial intellect o la de la formación integral humana.

Si bien es verdad que Newman no dejaba de inculcar que el conocimiento intelectual es una cosa y la formación moral es otra, también lo es que para él esta última debe ser una misión irrenunciable de la educación universitaria; además de que toda Universidad, que se precie de llevar dignamente ese nombre, debe tener todas o al menos la mayoría de la Facultades clásicas y tradicionales, a saber: Teología, Filosofía y Letras, Derecho y Economía, Medicina y Ciencias.

Finalmente otra característica esencial del modelo de Universidad de Newman era la primacía o la absoluta preeminencia de la función docente sobre la función investigadora. Entre otros motivos porque las instituciones que él menciona, las famosas Sociedades o Academias científicas, o los Institutos científicos, se han integrado plenamente en la Universidad de la que dependían o a la que estaban subordinados.

Por otra parte J. Ortega y Gasset menciono “...tanto de cultura hay en una sociedad cuánto hay de Universidad; y sólo donde hay algo de Universidad hay algo de cultura”. (La cita proviene de un artículo de su juventud (1909), “Una fiesta de paz”. Ortega y Gasset, O.C., Tomo I, 125.)

Línea en la que se inscribe la vigente teoría que formula sintéticamente sus postulados con la conjunción: universidad y sociedad. Pero esta no era la perspectiva de Ortega. Ciertamente, era contraria a ella. Para él, cuando una nación es grande, lo es también su educación, del mismo modo que lo es su economía, su política y todo lo que en ella se hace efectivo. Creía que la fortaleza de una sociedad

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