¿ES POSIBLE EDUCAR EN VALORES?
Enviado por mamasaju • 24 de Mayo de 2014 • 1.509 Palabras (7 Páginas) • 367 Visitas
¿ES POSIBLE EDUCAR EN VALORES?
El tema de la formación en valores, como problema pedagógico, ha estado un poco relegado en la praxis educativa, no obstante que toda educación responde a un plexo valórico implícito o explícito. Hoy en día es uno de los temas dominantes en la agenda del debate educativo internacional, desde luego que se reconoce que el principal propósito de la educación es, precisamente, la formación ética de los ciudadanos, su formación en valores.
La primera pregunta que cabe formularse es si es posible educar en valores. Si la respuesta es positiva, ¿cuál es la metodología más apropiada para enseñar los valores? ¿Cabe la formación en valores en todos los niveles del sistema educativo, incluyendo el superior?
Frente a quienes mantienen cierto escepticismo sobre el rol de la educación en el proceso de formación de valores, la mayoría de los pedagogos contemporáneos sostienen que si la educación es el medio ideal para la formación de la personalidad, ella es también el medio privilegiado para inculcar un plexo valorativo que dé sustento a una conciencia ética. Incluso, hay educadores que sostienen que no se puede hablar de educación integral sin referirse, necesariamente, a los valores, desde luego que educar no es simplemente instruir, informar, sino formar. Otros nos dicen que toda escuela, todo maestro y todo curriculum, forma valoralmente, de manera que “no hay tarea educativa auténtica que pueda prescindir de la dimensión axiológica”. Si la escuela no forma valoralmente deja de cumplir una de sus más importantes funciones: la función socializadora. Gordon W. Allport va más allá cuando afirma: “Si la escuela no enseña los valores, tendrá el efecto de negarlos” 12.
La educación en valores adquiere mayor relevancia ante la competencia que los sistemas educativos tiene que enfrentar con los antivalores que frecuentemente difunden los medios masivos de comunicación. Cuando se dice que vivimos una “crisis de valores”, en realidad nos referimos al choque de valores, que no sólo procede de los medios sino que puede también tener su origen en la misma familia o en la comunidad.
En definitiva, si se trata de promover una educación integral, que comprenda los aspectos cognoscitivos, afectivos y psicomotores, la formación en valores no puede estar ausente, si el objetivo final es la formación de una personalidad ética.
Si los derechos humanos, la democracia y la paz son los principios o valores fundamentales que sirven de base a una ética universal, cabe preguntarse cómo podemos educar para la paz, los derechos humanos y la democracia. Para abordar este punto nada mejor que referirnos a la Declaración de la Cuadragésima Cuarta reunión de la Conferencia Internacional de Educación, celebrada en Ginebra, en octubre de 1994, y ratificada por la Vigésima Octava reunión de la Conferencia General de la UNESCO, celebrada en París, en noviembre de 1995.
Este documento, que es a la vez una Declaración y un Plan de Acción Integrado, representa la última palabra, a nivel internacional sobre la educación en estos valores, de dimensión planetaria: paz, democracia y derechos humanos.
La Declaración, suscrita por más de un centenar de Ministros de Educación del mundo, comienza por expresar su preocupación por los antivalores que más están afectando a la humanidad en este final de siglo: (Estamos) “Profundamente preocupados por las manifestaciones de violencia, racismo, xenofobia y nacionalismo agresivo, y las violaciones de los derechos humanos, por la intolerancia religiosa, por el recrudecimiento del terrorismo en todas sus formas y manifestaciones y por la profundización de la brecha existente entre los países ricos y los países pobres, factores que ponen en peligro la consolidación de la paz y la democracia, tanto en el plano nacional como en el internacional, y constituyen otros tantos obstáculos para el desarrollo”.
Enseguida, y como para que no queden dudas sobre el compromiso de la educación con los valores, la Declaración agrega: (Estamos) “Convencidos de que la educación debe formar conocimientos, valores, actitudes y aptitudes favorables al respeto de los derechos humanos y al compromiso activo con respecto a la defensa de tales derechos y a la construcción de una cultura de paz y democracia; convencidos igualmente de la gran responsabilidad que incumbe no sólo a los padres, sino a la sociedad en su conjunto, de colaborar con todos los actores del sistema educativo y con las organizaciones no gubernamentales a fin de realizar plenamente los objetivos de una educación para la paz, los derechos humanos y la democracia, y contribuir así al desarrollo sostenible y a una cultura de paz.”
Los Ministros expresaron
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