ESQUEMA PODER LEGISLATIVO
Enviado por E191286 • 15 de Enero de 2013 • 1.658 Palabras (7 Páginas) • 726 Visitas
EL HOMBRE QUE CALCULABA
Ensayo
Este libro cuenta de un que señor regresaba de una excursión con su camello, y d se encontró con un hombre llamado Beremis Samir y resulto ser un gran calculista, él le conto que, por su esfuerzo en el trabajo, le dio unos cuantos meses para que descansara. Él Bagdalí, estaba sorprendido ya que el hombre que calculaba le contó las ramas y hojas de un frondoso árbol, Bagdalí, asombrado le dijo que así podría ganar mucho dinero y que se fuera con él hacia Bagdad, así lo hicieron, montaron en el único camello que tenían y se fueron; en el camino de Bagdad, Beremis resolvió un problema de tres hermanos que discutían la herencia de su padre; tenían 35 camellos, al mayor le tocaba la mitad, al segundo un tercio de los camellos y al menor un noveno, como las divisiones no eran exactas, sucedía la pelea, el hombre que calculaba soluciono el problema, el utilizo el camello de su amigo y como serían ya 36 camellos sean más fácil, al mayor le tocaba 17 y medio, entonces recibió 18 camellos, al segundo un tercio, o sea 11 camellos y pico, y como eran 36 camellos recibiría 12 camellos, y al tercero le tocaba un noveno, o sea 3 camellos, pero ahora recibiría 4 camellos, nadie podía quejarse, pero como 17 + 11 + 4 es 34 sobraba un camello, que tomaría el por derecho de haber solucionado el problema y también tomaría el camello que le prestó su amigo Bagdalí, pasa que la suma de 1/2 + 1/3 +1/9 = 17/18, o sea que sobraba 1/18 que vendría ser un camello más, más el que le prestó su amigo completaban los 36. Los hermanos asombrados admitieron la solución y el Bagdalí también estaba asombrado, pudiendo continuar el viaje cada uno en su camello más cómodamente.
Días después del viaje, estos dos compañeros se encontraron con una persona tirada y casi moribunda, que resultó ser un negociante rico de Bagdad, se llamaba Salem, los persas habían saqueado su caravana, él era el único sobreviviente, él pregunto si de casualidad tenían algo de comer, Beremís tenía 5 panes, y Bagdalí 3, Salem propuso compartir los ocho panes y que llegados a Bagdad le daría ocho monedas de oro, cuando Salem le iba a pagar 5 monedas al calculista y 3 al Bagdalí, El calculista aclaro que para él debían ser siete monedas y para el Bagdalí sólo una, procediendo a la explicación, Salem estaba impresionado le hizo la propuesta de ser el secretario del Visir el calculista tomó ocho monedas y le dio cuatro al Bagdalí porque ese cálculo era matemáticamente exacto pero no para los ojos de Dios.
Después Beremis y Bagdaly llegaron a una posada, se toparon con otro problema, un comerciante de joyas, acordó con el dueño de la posada que si vendía sus joyas a 100 dracmas, pagaría de hospedaje 20 dracmas, si las vendía a 200, pagaría 35 dracmas, el comerciante había vendido 140 dracmas, entonces el calculista intervino, calculando dijo que se debía pagar 26 dracmas, argumentando que de 200 dracmas a 100 dracmas, hay 100 dracmas de diferencia, de 35 dracmas a 20 dracmas hay 15 dracmas, a 40 dracmas es 6 dracmas, así que por 140 dracmas debe pagar 26 dracmas, el comerciante admirado le regaló un anillo por su brillante resolución del problema.
Luego de entrar el calculista y el Bagdalí en la impresionante morada del visir, se encontraron con el visir y su compañero, un poeta llamado Lezid, quienes le pusieron una prueba de que contase camellos que eran una gran cantidad, que eran el regalo del visir para el padre de su novia, el calculista contó 257 camellos, y el resultado era correcto, y como ella tenía 16 años, tal vez lo mejor sería regalarle 256 camellos solamente, porque 256 era el cuadrado de 16, al visir le gustó la idea y se felicitó así mismo por haberlo contratado para ser su secretario. Paseando nuestro calculista y el Bagdalí caminando por entre los comerciantes y al calculista le gustó un turbante azul que costaba 4 dracmas, pero al ver el letrero de “LOS CUATRO CUATROS” luego el comerciante le planteó un problema que si lo resolvía, le regalaba el turbante, como era de esperarse el calculista lo resolvió y se quedo con el turbante.
Lezid fue a ver al calculista para pedirle que le enseñase matemática a su hija, ya que si no lo hacía, su hija al cumplir 18 (ya tenía 17) le pasaría todo tipo de cosas malas a menos que aprendiese matemática comenzó la primera Lección de Beremís
Entraba Beremís, el Bagdalí y Iezip a la habitación de la hija de Iezip, Telassim, quien estaba a través de un velo en el cual no se veía si la silueta, Beremís, empezó a enseñarle y comenzó hablándole de Platón y de la vida de ilustres personas matemáticas, le explico la ligación de las Matemáticas con cualquier otra ciencia, que la Matemática estaba ligada hasta con la
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