ESTRUCTURA DE UNA MONOGRAFIA
Enviado por KREATOR40 • 25 de Noviembre de 2012 • 1.065 Palabras (5 Páginas) • 1.261 Visitas
ESTRUCTURA DE LA MONOGRAFÍA
La entrega de una monografía requiere un desarrollo estructurado, que incluye portada,
sumario, intruducción, conclusiones, índices y bibliografía, entre otros apartados.
El esquema formal del que se compone un trabajo monográfico consta de ciertos
elementos que no pueden omitirse si se desea que el resultado final alcance un nivel
académico adecuado, tanto en la escritura para la universidad como para la escuela en
general.
Portada
En primer lugar una monografía debe constar de una portada conteniendo:
El nombre de la universidad, la facultad y el departamento (o la institución escolar
que corresponda).
El título (y subtítulo, si lo hay).
El nombre del/la autor/a.
El lugar y la fecha en que se ha finalizado el trabajo.
Si se trata de un trabajo extenso, conviene agregar después de la portada un sumario
donde se anuncien los grandes apartados del trabajo, sin indicar los sub apartados (los
cuales se señalan, en cambio, en el índice).
Es la presentación del contenido del trabajo. En ella se exponen la motivación y objeto del
tema elegido y la metodología utilizada.
Se trata del desarrollo del contenido, organizado en partes y capítulos, que pueden
subdividirse en apartados y sub apartados.
Conclusiones
Incluyen los resultados del estudio, así como los aspectos que puedan quedar pendientes.
Dedicatoria, prólogo o presentación, agradecimientos, lista de abreviaciones utilizadas.
Materiales de referencia
Índice general e índices específicos de temas, ilustraciones, cronológicos y demás.
Bibliografía.
Referencias.
El índice general recoge los apartados en que se organiza el trabajo, seguidos del número
de página correspondiente. A diferencia del sumario, no sólo contiene títulos de los
capítulos, sino todos los apartados de los que consta el trabajo.
Los índices alfabéticos recogen temas, términos especializados o nombres propios que
aparecen en el trabajo, ordenados alfabéticamente y señalando las páginas en donde
aparecen. Su finalidad es la de facilitar la búsqueda de información en el texto.
La bibliografía final es una parte fundamental en todo trabajo académico. Consiste en una
lista que recoge las referencias bibliográficas de los textos que se citan en el trabajo o que
se han consultado para su elaboración. Permiten remitir al lector a una fuente externa o a
otro apartado del propio trabajo.
Existen diferentes estilos o convenciones sobre el modo en que deben presentarse las
referencias; todos ellos son igualmente aceptables; lo fundamental es tener presente que
cuando se opta por un estilo de cita o referencia bibliográfica, debe adoptarse el mismo
criterio en todo el trabajo.
Referencias
Las referencias internas a otros puntos del propio trabajo (por ejemplo a una figura, una
fórmula, una nota) se realizan poniendo entre paréntesis véase o su abreviatura v., con la
información correspondiente. Pueden seguir diferentes modelos:
Cita dentro del texto, cuando se trata de un pasaje cuya lectura es fundamental
para seguir el hilo de la disertación.
Cita en nota (al pie o al final del trabajo), cuando se trata de una información
accesoria de la que el lector podría prescindir sin que ello afectara a la
comprensión del trabajo.
Las citas textuales muy breves pueden insertarse dentro del texto del trabajo, pero si se
trata de una cita extensa (a partir de unas 3 ó 4 líneas) debe ocupar un párrafo aparte
y, por lo general, con un cuerpo de letra más pequeño, sangría e interlineado sencillo.
También pueden indicarse en una nota a pie de página, si no es indispensable para la
comprensión del trabajo.
La localización de las referencias admite varios modos:
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