Educando Al Ciudadano Planetario Para Transitar A Una Sociedad Sustentable
Enviado por aletsita02 • 31 de Mayo de 2015 • 3.765 Palabras (16 Páginas) • 157 Visitas
ÍNDICE
TÍTULO: EDUCANDO AL CIUDADANO PLANETARIO PARA TRANSITAR HACIA UNA SOCIEDAD SOSTENIBLE.
INTRODUCCIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .2
La trama relacional de la vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Una cucharadita de amor y espiritualidad para la humanidad. . . . . . . . . . . . . . . . . 3
Sociedad sostenible mas allá de las palabras. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .4
La familia primer espacio de aprendizaje. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
En cada rincón de la Gaia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
Estrategias pedagógicas para promover la sociedad sostenible. . . . . . . . . . . . . . .7
CONCLUSIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
INTRODUCCIÓN.
TÍTULO: EDUCANDO AL CIUDADANO PLANETARIO PARA TRANSITAR HACIA UNA SOCIEDAD SOSTENIBLE.
En el presente ensayo encontraran en el primer tema la importancia de la relación simbiótica que mantenemos con la Gaia, y bajo esta óptica aprenderemos cómo respetarla, cuidarla tomando en cuenta que en ella están inmersos otros seres vivos con los cuales interactuamos. El ser humano al vivir en el lenguaje, tendrá la oportunidad de buscar y aprender nuevas formas de coexistir con la Madre Tierra.
Los seres humanos debemos entender que para poder solucionar la crisis social, económica y ecológica debemos empezar a relacionarnos bajo un lenguajear amoroso y en la convivencia aprender una ética ecológica que nos hará vivir dentro del marco del respeto.
Además una a la sociedad sostenible como un intento por recuperar esa manera de convivir, invitándonos a la reflexión de nuestro actuar y aplicar los valores éticos en nuestra práctica cotidiana en bien de toda la humanidad.
En la última parte de este trabajo, encontrarán algunas sugerencias de espacios y estrategias que nos harán educarnos en el diálogo, el respeto, la conmiseración y los valores éticos, que hoy son necesarios para reorientar nuestras prácticas en una sociedad de consumo y pasar a una sociedad que es equilibrada y preocupada por la supervivencia de la civilización.
La trama relacional de la vida.
El Universo, la Tierra y la humanidad como entidades vivas son autopoiéticas es decir, se autoproducen y se autoorganizan constantemente realizando interacciones recíprocas, “en estas interacciones la estructura del medio sólo gatilla los cambios estructurales de las unidades autopoiéticas (no los determina, ni instruye) y viceversa para el medio” (Maturana, Valera, 2003:50). Por ejemplo, el ser humano desde que nace, intercambia con la Gaia componentes físicos, químicos y biológicos que gatillan en ambos y hacen que se vayan transformado.
Gaia “es un sistema fisiológico porque parece tener el objetivo inconsciente de regular el clima y la química de forma que resulten adecuados para la vida” (Lovelock, 2007:37). Está regulación se realizó de un modo equilibrado durante muchos siglos, sin embargo ha llegado el momento en que este sistema de autorregulación ha dejado de funcionar eficientemente, ya que ha gatillado en ella una serie de componentes tóxicos que han amenazado su acoplamiento estructural.
Por muchos siglos la humanidad mantuvo una relación de armonía hacia la Gaia, y con el paso del tiempo esto cambió, viviendo hasta nuestros días bajo una cultura patriarcal donde la negación, el autoritarismo, la desigualdad de género, la inequidad económica que se manifiestan hasta nuestros días en la manera de relacionarnos. Además surge durante la Revolución Industrial en el siglo XVII el paradigma mecanicista que fragmenta la realidad donde los seres humanos separamos nuestra mente, cuerpo y espíritu, relacionándonos con nuestro entorno de manera aislada “La ética de la sociedad hoy dominante es utilitaria y antropocéntrica. El ser humano estima que todo se ordena a él. Se considera señor y patrón de la naturaleza, que está ahí para satisfacer sus necesidades y realizar sus deseos” (Boff,2000:39)
El paradigma fragmentario nos ha hecho pensar que la Tierra está a disposición de los seres humanos, y bajo este pensamiento se ha explotado a la Madre Tierra de manera irracional es decir, se ha abusado en la extracción de diversos recursos naturales sin pensar que se debe de dar tiempo para su regeneración. “El problema ecológico que asola a nuestro mundo se debe al pensamiento, porque creemos que el mundo está aquí para explotarlo, creemos que es inagotable y podemos hacer todo lo que queramos porque la contaminación terminará diluyéndose” (Bohm, 2001:34)
Algunos ejemplos del uso irracional de los recursos naturales se debe a la utilización excesiva del suelo, es decir grandes extensiones son empleadas para el monocultivo, construcción de carreteras, viviendas, edificios, calles; por otro lado, se ha utilizado la caza de animales no sólo para comercializarlos en grandes industrias sino para utilizarla como un pasatiempo del ser humano, se ha creado la ingeniería genética para intercambiar genes de distintas plantas con la intención de volverlas más resistentes a sequías y plagas en detrimento de su aporte nutrimental; se han creado armas nucleares y químicas para utilizarlas en las guerras que han ocasionado catástrofes ecológicas, éstos son algunos ejemplos que nos demuestran que la humanidad hemos vivido en el apartheid de nuestros pensamientos y acciones generando enfermedades, pobreza, contaminación ambiental, violencia etc.
Como aprendiente de he conocido que el paradigma mecanicista no siempre ha sido practicado en las sociedades, se sabe que se convivió bajo una cultura llamada matrística donde se convivió con respeto, solidaridad, responsabilidad y el cuidado con los que cohabitaban la Madre Tierra. Como civilización necesitamos voltear la mirada a una trama relacional simbiótica, tomando en cuenta la biología del amor y la biología del conocer, es decir, será necesario reorientar nuestro
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