Efesios

CARTA A LOS EFESIOS

Se dirige a los fieles procedentes de la gentilidad (2,11), que ya han recibido la predicación del Evangelio (4,20), para ayudarles a profundizar en el conocimiento unitario y coherente del designio salvífico de Dios realizado en Cristo y la Iglesia, y para que no cedan a la tentación de romper con todo lo Judío, porque ¨Cristo hizo de los dos pueblos uno solo y derribó el muro de separación, la enemistad¨ (2,14).

El discurso recuerda a sus lectores, en términos conocidos para éstos por tradiciones catequéticas y litúrgicas, la exaltación de Cristo y la Iglesia por encima de todos los poderes celestiales y terrenos y la reconciliación de judíos y gentiles en la iglesia bajo la jefatura de Cristo; y les anima a celebrar su unidad con una conducta adecuada.

La armonía entre los hombres, e incluso entre todo cuanto existe en el cosmos, deriva del dominio que Jesucristo posee y ejerce sobre toda la creación. En Él se cumple lo que dijo el salmista de que todo cuanto existe quedó sometido bajo sus pies (sal 8,7).

Contenidos teológicos:

• En Cristo Cabeza, todo el universo encuentra cohesión (1,10) y, además, Él es quien da paz y unidad al nuevo pueblo, haciendo que sea en Él un solo cuerpo, al que nutre y asiste, comunicándole las gracias necesarias ¨para su edificación en la caridad¨ (4,16). Jesucristo es llamado salvador y revela su función respecto de la Iglesia, en cuanto que por su influjo la vida de la gracia pasa de Cristo Cabeza a su cuerpo, que es la Iglesia.

• La supremacía universal de Cristo se muestra en toda su plenitud mediante su ser Cabeza de la Iglesia, a la que instruye, vivifica y ama.  Jesucristo reúne no sólo a los hombres dispersos de Israel, sino también a los que estaban fuera, a los gentiles.

• Toda la carta a los Efesios, es una llamada a promover la unidad en torno al solo Señor, Cristo. En la iglesia no hay berreras de separación entre los miembros del Cuerpo de Cristo. Cristo como Cabeza reparte entre los fieles sus dones y carismas (4,11-12). La iglesia es considerada como Templo de Dios, morada divina que está edificada sobre el cimiento de los Profetas y los Apóstoles, y cuya piedra angular es el mismo Cristo (2,21). Con esa imagen se presenta a los cristianos como piedras vivas, conjuntadas en armoniosa edificación ¨para ser morada de Dios por el Espíritu¨ (2,22). Quienes forman parte de este edificio ya no son extraños o forasteros, ¨sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios¨ (2,19).

• La vida cristiana se describe como un canto que sube del corazón (5,18-20) y que representa la acción entusiasta del Espíritu en oposición al desenfreno. Continúa con una sección referente al código de los deberes familiares (5,21 – 6,9), lo cual se abre con una invitación a ¨respetarse unos a otros por fidelidad a Cristo¨.

• La carta cierra con los esplendores de un combate (6,10ss) y con un lenguaje simbólico describe la ¨armadura de Dios para que podáis resistir las tentaciones del diablo¨ (6,11). Los bautizados, en cuanto elegidos y redimidos, tienen que seguir luchando duramente contra potencias de varias clases que buscan sustraerles del señorío de Cristo. La enumeración de las armas (verdad, justicia, paz, fe, salvación, Espíritu, palabra de Dios, oración) remiten al bautizado a resistir y seguir en pie (6,13).

Esquema:

1. Introducción : dirección y saludo (1,1-2)
2. Parte primera : el plan de Dios revelado y realizado (1,3 – 3,21)

1. Bendición (1,3-14)
2. Acción de gracias y oración de intercesión (1,15-23)
3. En otro tiempo muertos, ahora vivos con Cristo(2,1-10)
4. Unión de Judíos y gentiles(2,11-22)
5. Pablo como intérprete del misterio revelado(3,1-13)
6. Oración(3,14-19)
7. Doxología final(3,20-21)

1. Parte segunda: exhortaciones a una conducta digna (4,1 – 6,20)

1. Unidad y diversidad de la iglesia(4,1-16)
2. Conducta cristiana y no cristiana(4,17—5,20)
3. Código de conducta para la familia de Dios(5,21—6,9)
4. La vida cristiana como guerra con el mal(6,10-20)

1. Conclusión: noticias personales y bendición (6,21-24)

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