El Aro Y La Trama

El aro y la trama

Alejandro Moreno plantea una apuesta que lo conduce a sumergirse plenamente en la vida de una comunidad, lo cual genera vivencias y problemas que lo obligan a replantearse teorías que antes eran y no cuestionadas.

Logra aplicar a la experiencia vivida una certera reflexión que lo mueve a llevar la vida a una pregunta y la pregunta la convierte en investigación.

Fue así como la necesidad de encontrar sentido a lo vivido lo llevó a plantearse una investigación al ámbito diario en el barrio.

Investigar hoy día, según plantea Moreno, se ha convertido en un reto, debido a la madurez que debe tener el investigador para decidir los propios pasos, es decir, hallarle una razón a la investigación, así como responder y responsabilizarse de su propio trabajo, sin arrojarle la carga a los clásicos.

Esto podría considerarse como una de las puertas que se cierran para dar apertura a otra, ya que se empieza a apreciar el desprendimiento de los investigadores y de la ciencia en si con los clásicos, es decir que se alcanza el conocimiento intelectual a través del despojo de lo preestablecido, tanto en lo teórico como en lo metodológico.

Esto representa un gran paso en el campo de la investigación ya que se da inicio a cuestionamientos de los propios fundamentos, fundamentos que llevan a resultados aparentemente sólidos que son considerados la base del sentido común científico.

La excentricidad de las ciencias sociales ha permitido el surgimiento de los cuestionamientos más radicales, como por ejemplo el de Marx, que plantea al científico como representante de la clase a la que pertenece.

La crítica marxista señala a la ciencia como un producto clasista, que es producida en un sistema social donde no existe relaciona natural, todo es relación de clases. Moreno señala que la corriente marxista incide directamente sobre los actores, e indirectamente sobre la ciencia, esto deja de pie la posibilidad de una ciencia no ideologizada, donde la objetividad científica sigue siendo posible.

Otro de los cuestionamientos que surgió fue el de Thomas Kunt, quien a través de su propuesta expresó que el paradigma es lo que rige a la ciencia en un periodo determinado, siendo este uno de los puntos centrales de la critica de Kunt a las ciencias así como también su afirmación en la cual se establece que la historia no da continuidad acumulativa a las ciencias

El planteamiento de Kunt expresa que el paradigma no gobierna a un tema de estudio, sino a sus practicantes; encontrando la verdad de la ciencia en la clase y en el paradigma que rige a esa clase.

Foucault toma el término episteme para trazar reglas generales que rigen el discurso de la cultura en un periodo histórico determinado, teniendo así que estas reglas cambian con el tiempo. No existe una lógica universal y permanente en el discurso.

Para Foucault ningún discurso se explica por sí mismo, su verdad no está en el sino en la episteme que la define, el discurso no genera la episteme ni la rige, es decir, es la episteme lo que rige el discurso. Siendo la episteme aislable y generadora del discurso.

Alejandro Moreno explica que según lo expuesto por estos autores se puede deducir que la ciencia ha dejado de tener fundamento en sí misma, y ha empezado a tener su dependencia en paradigma, o programa, o episteme,

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