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El Burlador De Sevilla


Enviado por   •  10 de Febrero de 2014  •  557 Palabras (3 Páginas)  •  312 Visitas

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El Burlador de Sevilla y convidado de piedra, Tema 2

La obra comienza cuando vemos a Don Juan Tenorio teniendo relaciones con una muchacha: Isabel, la cual cree que es otra persona la que está con ella y no Don Juan. Al darse cuenta del engaño se arma un relajo que termina con el destierro de Don Juan. Siguiente de esto, Don Juan llega a otro país y es acogido por una pescadera, con la cual logra tener relaciones por medio de engaños, como lo son la proposición de matrimonio, entre otras cosas. Total, que Don Juan regresa a su país y le explican todo el problema que hubo con Isabel, en esa parte comienzan a nombrar toda una lista de chicas las cuales se habían acostado con Don Juan. Pero a Don Juan le valen los problemas, rechazándolos con la frase: “Qué largo me lo fiáis”. Y no suficiente con esto, Don Juan se atreve a engañar a otra chica: Ana, a la cual le hace creer con una mentira que es el Marques de la Mota, que al enterarse de la farsa mandan a matar a Don Juan. En la última parte vemos como a Don Juan en términos prácticos se lo lleva el demonio y es castigado en el infierno. Mientras que en la Tierra todos quedan felices cada cual con su respectiva pareja.

La obra al parecer es una de tantas manifestaciones del poderío de la iglesia católica en la Edad Media, la cual solo sirvió para asustar a la gente acerca del Dios bueno y castigador que al fin y al cabo no sirvieron después, como es el caso de nuestros tiempos. Los cuales son de mayor libertinaje que antes, lo peor, para desgracia de la iglesia, es que ahora la gente es más abierta que antes y no se deja llevar por lo que diga la iglesia.

En la obra de Tirso, apreciamos que el tema principal es la justicia, que se manifiesta de dos maneras: la imperfecta justicia humana que tolera los abusos de don Juan, y la perfecta justicia divina que sabe cómo castigar y recompensar. Ambas justicias confluyen, por ejemplo, en la figura del alma del comendador don Gonzalo de Ulloa. En primer lugar representa a la justicia humana, ya que, al no poder limpiar el honor de su familia en vida, vuelve su alma para vengarse de don Juan por la ofensa de intentar burlar a doña Ana. En segundo lugar representa a la justicia divina puesto que, en representación de Dios, castiga a don Juan con la muerte por todas las burlas que realizó, y por la ofensa y burla a los muertos, el mayor agravio. También hay que decir que existe la necesidad de que don Juan sea católico, cuando menos creyente, para que su desafío a la justicia divina pudiera ser considerado como el más grave pecado.

La justicia humana se muestra como imperfecta en varios momentos de la obra, como cuando Don Juan consigue engañar a su tío haciéndose la víctima para que le deje escapar y se libra del castigo. También cuando don Juan ha burlado a doña Ana, ha matado a don Gonzalo de Ulloa y devuelve la capa al marqués de la Mota: en esta ocasión Don Juan sale airoso de la burla,

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