Sevilla

Da igual en que estación de año estemos, siempre es muy interesante ir a Sevilla, aunque el invierno, hace más atractiva si cabe esta visita, y ello por distintas causas; la sensación de frío es aceptable y llevadera pudiendo disfrutar de un grato paseo o de visitar la ciudad a prácticamente a cualquier hora sin necesidad de abrigarse demasiado, los edificios más emblemáticos lucen con sus mejores vestidos adornados para estas fiestas, la alegría de sus gentes se desborda y se transmite a los viajeros, los manjares de su gastronomía nos ofrecen lo mejor estas señaladas fechas y se hace irresistible el ir a probar sus tapas que es una gran idea más que llamativa para el turista, exposiciones, teatros, museos, resaltan sus mejores argumentos para complacer a los turistas de la ciudad de Sevilla.

Es muy des estresante un tranquilo paseo matinal al borde de Guadalquivir contemplando y maravillado de sus monumentos, la Torre del Oro, que servía de defensa del Alcázar musulmán del puerto fluvial, la Giralda, minarete de su ya extinta mezquita, que era el punto más alto de toda Sevilla con los 117m. de altura que tenía, la catedral de Sevilla, maravilloso monumento de estilo gótico tardío sólo en tamaño superado por San Pablo de Londres y San Pedro de Roma, levantado sobre la antigualla anterior mezquita de la que sólo sobrevivió "La Giralda" y " el patio de los Naranjos", con sus dos portones de ingreso, la del Lagarto y la del Perdón; en el interior tiene con cinco naves, la catedral alberga una gran colección de obras escultóricas y pictóricas de la grandiosa cátedra artística de Sevilla, entre los que sobresalen, "la visión de San Antonio de Padua" y "el Bautismo de Cristo" de Murillo, una Piedad de Juan de Roelas, el Sepulcro de Lorenzo Mercadante de Bretaña, un San Juan Bautista de Zurbarán entre otros, siempre que sea necesario reponer fuerzas lo mejor para hacerlo es buenas tapas a gustar en cualquiera de sus terrazas, mesones, bodegas, bares, etc. estoy muy seguro de que no les defraudaran.

Una vez recuperadas las energías y teniendo bastante claro un buen y barato hotel en Sevilla no sólo asegurado sino por supuesto bien escogido, y ello estará conseguido si tiene las tres cosas más importantes de: situación, economía y comodidad, podemos reanudar con la visita de un museo, entre los que ofrece Sevilla resaltar; el de Murillo y Valdés, el Museo Arqueológico Provincial, con el tesoro tartesio, el Bellas Artes con obras de Zurbarán, el museo de Artes y Costumbres populares, el museo Naval en la Torre del Oro, el museo de Arte Contemporáneo en el palacio de la Cilla del Cabildo, y el museo del palacio de Lebrija, donde se puede disfrutar de la arqueología mudéjar, romana y árabe.

También hay que conocer la cocina sevillana resaltar entre sus platos las simples pero sabias recetas como el pescaito frito,

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