El Capital

El capital lo catalogamos como un medio de producción, pues es el que nos facilita llevar a cabo el proceso de producción. Lo podemos obtener de dos maneras: por Ahorro y por Inversión. El capital aumenta por inversión y disminuye por la depreciación de la moneda, aquí podemos hablar de una inversión neta que es restar de la inversión hecha la depreciación de la moneda.

El Capital lo podemos clasificar de dos maneras: Capital Fijo que es aquel que se mantiene por varios ciclos de producción (Maquinaria) y Capital Circulante que es el que se agota en un ciclo de producción (Materias Primas).

Tenemos que saber también que la renta es un concepto implícito al capital. La Renta es la fluidez que tiene el capital durante el proceso productivo, y podemos observar a la vez dos corrientes que se generan: Ingreso Real y el Ingreso Nacional. Podemos comparar estos conceptos a través de la Tasa de Interés Real, con lo cual surge el concepto de Capital Financiero en el cual todos los bienes se representan por títulos, en este tipo de capital también se manejan dos tasas de interés a saber Tasa Pasiva: Interés pagado por ahorros y Tasa Activa: Interés pagado por Créditos.

Tenemos que el capital es un factor de gran importancia frente al desarrollo de la Tecnología, púes nos permite la aplicación del ingenio humano a los procesos de producción con la creación de máquinas que faciliten el trabajo humano y hagan eficientes y eficaces estos procesos. En la historia de la humanidad se distinguen tres etapas: Primera Revolución ubicada en el Siglo XVIII cuyo mayor aporte fue la invención de la máquina de vapor y su aplicación a la industria, Segunda Revolución ubicada en el Siglo XIX cuyo mayor aporte fue el descubrimiento de la Electricidad y su aplicación a la Industria, y la Tercera Revolución cuyos mayores aportes fueron la aviación, la energía nuclear y la informática.

Esta tecnología se ha aplicado a las organizaciones, buscando alcanzar el rendimiento óptimo de los equipos multiplicando las habilidades de sus operarios y la sistematización de procesos repetitivos como la contabilidad, esta aplicación lleva al surgimiento de la tecnoestructura, que podríamos considerar como la organización científica del trabajo, lo que busca dar a las operaciones y al proceso un carácter repetitivo y sistematizable, en donde el hombre pasará de ser un agente activo a uno pasivo. Esta sistematización llevó a la revolución informática, desarrollada en tres etapas: Sociedad preindustrial en la cual el modo operante era la economía Agraria, Sociedad Industrial en el cual el modo operante es la industria como conjuntos de maquinaria, obreros, administradores y energía y la Sociedad Informática en la cual su modo de operación es la economía de servicios basados en procesos de producción sistematizados. Esta última nos ha brindado grandes oportunidades de desarrollo ya que por su ingeniería

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