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El Capital


Enviado por   •  24 de Mayo de 2014  •  3.252 Palabras (14 Páginas)  •  171 Visitas

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LA GANANCIA COMERCIAL

Si se despoja de todas sus funcio¬nes múltiples, como las de almacenamiento, expedición, transporte, clasificación, distribución y la venta al detalle, la ganancia comercial no crea valor ni plusvalía y se limita a servir de puente a su realización y con ello, al mismo tiempo, al verdadero cambio de las mercancías, es decir, a su paso de unas manos a otras, al metabolismo social. Sin embargo, como la fase de circulación del capital industrial constituye una fase del proceso de reproducción, así como la producción misma, el capital que opera independientemente en el proceso de circulación tiene que arrojar la misma ganancia anual media que el capital que funciona en las distintas ramas de la producción. Cuando capital comercial arroje un porcentaje más alto de ganancia media que el capital industrial, parte del capital industrial se convertirá en capital comercial. Sí por el contrario arrojase una ganancia media inferior, se operaría el proceso inverso: una parte del capital afluiría al campo del capital industrial. No hay ninguna clase de capital que tenga mayor facilidad para cambiar de destino y de función que el capital comercial.

Ya que el capital comercial de por sí no engendra ninguna plusvalía, es evidente que la plusvalía que corresponde a este capital en forma de ganancia media forma parte de la plusvalía producida por el capital productivo total. El principal problema radica en saber cómo el capital comercial se apropia de la parte que le corresponde de la plusvalía o ganancia producida por el capital productivo en general.

El que la ganancia mercantil constituye un simple recargo, un alza nominal del precio de las mercancías por encima de su valor, no pasa de ser una mera apariencia.

Es evidente que el comerciante sólo puede obtener su ganancia del precio de las mercancías vendidas por él y, más aún, que esta ganancia que obtiene en la venta de sus mercancías tiene necesaria¬mente que ser igual a la diferencia existente entre su precio de compra y su precio de venta, igual al superávit del primero sobre el segundo.

Es posible que después de la compra de la mercancía y antes de su venta vengan a añadirse ciertos gastos adicionales (gastos de circulación) y asimismo es posible que no ocurra esto. Sí estos gastos se producen es evidente que el superávit del precio de venta sobre el precio de compra no representa una simple ganancia.

La diferencia entre el precio de venta y el precio de compra de las mercancías, tratándose del capitalista industrial, es igual a la diferencia entre su precio de producción y su precio de costo o, si nos fijamos en el capital total de la sociedad, igual a la diferencia entre el valor de las mercancías y su precio de costo para el capitalista, lo que a su vez se reduce al excedente entre la cantidad total de trabajo materializado en ellas sobre la cantidad de ese trabajo efectivamente pagado. Antes de que las mercancías compradas por el capitalista industrial refluyan de nuevo sobre el mercado como mer¬cancías vendibles recorren el proceso de producción, en el que se produce precisamente la parte de su precio que más tarde habrá de realizarse como ganancia.

Pero con el comerciante ocurre otra cosa. Las mercancías sólo se hallan en sus manos mientras se mueven dentro de su proceso de circulación. El comerciante no hace sino proseguir su venta, iniciada por el capitalista productivo, la reali¬zación de su precio, y no les permite, por tanto, que atraviesen por ningún proceso intermedio en que puedan absorber nueva plusvalía. Mientras que el capitalista industrial se limita a realizar en la circulación la plusvalía o las ganancias producidas con anterioridad, el comerciante, por el contrario, tiene no sólo que realizar, sino que crear en la circulación y por medio de ellas su ganancia.

Por ejemplo, una vara de lienzo cuesta 2 chelines. Para obtener un 10% de ganancia al revenderla, necesito añadir un 10% al precio, es decir, vender la vara a 2 chelines y 2 2/5 peniques. La diferencia entre su precio real de producción y su precio de venta será entonces = 2 2/5 peniques, lo que representa con relación a 2 chelines un 10%. Lo que hago en realidad es vender la vara de lienzo a un precio que es el precio real de 1 vara y 1/10 más. O lo que tanto vale, es exacta¬mente lo mismo que si sólo vendiese 10/11 de vara para mí. En rea¬lidad, con 2 2/5 peniques puedo volver a comprar 1/11 de vara, calcu¬lando el precio del lienzo a razón de 2 chelines y 2 2/5 peniques la vara. Todo se reduciría, pues, a un rodeo para participar en la plusvalía y en el producto sobrante por medio de un recargo nominal de precio de las mercancías.

Tal es la realización de la ganancia comercial mediante el re¬cargo de precio de las mercancías, según se nos presenta a primera vista en su manifestación. Toda esta concepción que atribuye el origen de la ganancia a un recargo nominal sobre el precio de las mercancías o al hecho de que éstas se venden por más de su valor obedece al punto de vista del capital mercantil.

Al estudiar la cuota general de ganancia partíamos necesariamente de este supuesto por dos razones: primero, porque el capital mercantil no existía

Todavía entonces para nos¬otros, como tal, y segundo, porque la ganancia media, y por tanto la cuota general de ganancia, tenía que desarrollarse necesaria¬mente, por el momento, como compensación entre las ganancias o plusvalías producidas realmente por los capitales industriales en las diversas ramas de producción.

El capital comercial, en cambio, es un capital que participa de la ganancia sin participar en su producción. Nos vemos pues, ahora, en la necesidad de completar nuestra exposición anterior.

Supongamos que el capital total industrial desembolsado du¬rante el año sea = 720c + 180v = 900 (digamos millones de libras esterlinas) y p' = 100%. El producto será, por tanto, = 720c + 180v+ 180p. Si llamamos M a este producto o al capital–mercan¬cías producido, vemos que su valor o precio de producción (puesto que, tratándose de la totalidad de las mercancías, los dos conceptos coinciden) es = 1,080 y la cuota de ganancia para el capital total de 900 = 20%. Este 20% representa, según lo anteriormente expuesto, la cuota de ganancia media, puesto que aquí el valor no se calcula a base de tal o cual capital de una especial composición, sino a base de todo el capital industrial con su composición media. Por tanto, M = 1,080 y la cuota de ganancia = 20 %. Pero admitamos que a estas 900 libras esterlinas de capital industrial vengan a aña¬dirse 100 libras de capital comercial a cantidad de su magnitud con la misma participación

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